Comentario de texto de un fragmento del tratado I de El Lazarillo
El Lazarillo. En este tiempo vino a posar al mesón un ciego, el cual, pareciéndole que yo servía para adestrarle [1] , me pidió a mi madre y ella me encomendó a él, diciéndole cómo era hijo de un buen hombre, el cual, por ensalzar la fe, había muerto en la de los Gelves [2] y que ella confiaba en Dios no saldría peor hombre que mi padre y que le rogaba me tratase bien y mirase por mí, pues era huérfano. Él respondió que así lo haría y que me recibía no por mozo, sino por hijo. Y así le comencé a servir y adestrar a mi nuevo y viejo amo. Como estuvimos en Salamanca algunos días, pareciéndole a mi amo que no era la ganancia a su contento, determinó irse de allí, y cuando nos hubimos de partir yo fui a ver a mi madre, y ambos llorando, me dio su bendición y dijo: -Hijo, ya sé que no te veré más. Procura ser bueno y Dios te guíe. Criado te he y con buen amo te he puesto: válete por ti. Y así me fui para mi amo, que esperándome estaba. Salimos de Salamanca y, llegando a la pue