Comentario de texto de
un fragmento del CAPÍTULO XLIII de El
Quijote (Segunda parte, 1615) De los consejos segundos que dio don Quijote
a Sancho Panza.
¿Quién oyera el pasado razonamiento de don Quijote que no
le tuviera por persona muy cuerda y mejor intencionada? Pero, como muchas veces
en el progreso desta grande historia queda dicho, solamente disparaba en
tocándole en la caballería, y en los demás discursos mostraba tener claro y
desenfadado entendimiento, de manera que a cada paso desacreditaban sus obras
su juicio, y su juicio sus obras; pero en ésta destos segundos documentos que
dio a Sancho, mostró tener gran donaire, y puso su discreción y su locura en un
levantado punto.
Atentísimamente le escuchaba Sancho, y procuraba conservar
en la memoria sus consejos, como quien pensaba guardarlos y salir por ellos a
buen parto de la preñez de su gobierno. Prosiguió, pues, don Quijote, y dijo:
-En lo que toca a cómo has de gobernar tu persona y casa,
Sancho, lo primero que te encargo es que seas limpio, y que te cortes las uñas,
sin dejarlas crecer, como algunos hacen, a quien su ignorancia les ha dado a
entender que las uñas largas les hermosean las manos, como si aquel escremento
y añadidura que se dejan de cortar fuese uña, siendo antes garras de cernícalo
lagartijero: puerco y extraordinario abuso. No andes, Sancho, desceñido y
flojo, que el vestido descompuesto da indicios de ánimo desmazalado, si ya la descompostura
y flojedad no cae debajo de socarronería,[…]
No comas ajos ni cebollas, porque no saquen por el olor tu
villanería. Anda despacio; habla con reposo, pero no de manera que parezca que
te escuchas a ti mismo, que toda afectación es mala. Come poco y cena más poco,
que la salud de todo el cuerpo se fragua en la oficina del estómago. Sé
templado en el beber, considerando que el vino demasiado ni guarda secreto ni
cumple palabra. Ten cuenta, Sancho, de no mascar a dos carrillos, ni de erutar
delante de nadie.
-Eso de erutar no entiendo -dijo Sancho.
Y don Quijote le dijo:
-Erutar, Sancho, quiere decir regoldar, y éste es uno de
los más torpes vocablos que tiene la lengua castellana, aunque es muy
sinificativo; y así, la gente curiosa se ha acogido al latín, y al regoldar
dice erutar, y a los regüeldos, erutaciones; y, cuando algunos no entienden
estos términos, importa poco, que el uso los irá introduciendo con el tiempo,
que con facilidad se entiendan; y esto es enriquecer la lengua, sobre quien tiene
poder el vulgo y el uso.
-En verdad, señor -dijo Sancho-, que uno de los consejos y
avisos que pienso llevar en la memoria ha de ser el de no regoldar, porque lo
suelo hacer muy a menudo[…]
-También, Sancho, no has de mezclar en tus pláticas la
muchedumbre de refranes que sueles; que, puesto que los refranes son sentencias
breves, muchas veces los traes tan por los cabellos, que más parecen disparates
que sentencias.
-Eso Dios lo puede remediar -respondió Sancho-, porque sé
más refranes que un libro, y viénenseme tantos juntos a la boca cuando hablo,
que riñen por salir unos con otros, pero la lengua va arrojando los primeros
que encuentra, aunque no vengan a pelo. Mas yo tendré cuenta de aquí adelante
de decir los que convengan a la gravedad de mi cargo, que en casa llena presto
se guisa la cena, y quien destaja no baraja, y a buen salvo está el que repica,
y el dar y el tener seso ha menester.
-¡Eso sí, Sancho! -dijo don Quijote-: ¡encaja, ensarta,
enhila refranes, que nadie te va a la mano! ¡Castígame mi madre, y yo
trómpogelas! Estoyte diciendo que escuses refranes, y en un instante has echado
aquí una letanía dellos, que así cuadran con lo que vamos tratando como por los
cerros de Úbeda. Mira, Sancho, no te digo yo que parece mal un refrán traído a propósito,
pero cargar y ensartar refranes a troche moche hace la plática desmayada y
baja.
1. ESTRUCTURA.
1.1. Externa.
Fragmento en prosa de la segunda parte de El Quijote.
El discurso fundamental de esta obra es el narrativo, como corresponde al género
literario al que pertenece el texto. También, como es de suponer, encontramos
partes descriptivas, como por ejemplo en la línea 7: Atentísamente lo
escuchaba Sancho…Podemos decir que las dos primeras partes son
descriptivas. Y fundamentalmente, en este fragmento predomina el diálogo entre
don Quijote y Sancho, al que le aconseja buenos modales en su tarea de
gobernador.
1.2. Interna.
En cuanto al desarrollo del contenido, el fragmento se
puede dividir de la siguiente forma:
-Primera parte, 1/6: descripción por parte del narrador del
tipo de locura que sufría el protagonista.
-Segunda parte, 7/9: descripción de la actitud de Sancho
oyendo los consejos de su amo.
-Tercera parte, 10/30: consejos de don Quijote a Sancho de
cómo debe comportarse en la mesa.
-Cuarta parte, 31/43: consejos del mismo a su escudero
sobre la forma de hablar.
2. TEMA.
Normas de urbanidad y consejos retóricos ofrecidos por don
Quijote a Sancho antes de tomar este posesión del cargo de gobernador de la
ínsula Barataria.
3. RESUMEN.
Antes de tomar posesión del gobierno de la ínsula
Barataria, don Quijote ofrece a Sancho una serie de consejos relativos a la
urbanidad y a su aseo personal. Así le recomienda que sea limpio y que no se deje las uñas largas y que no
lleve los vestidos caídos, pues es síntoma de un carácter desaliñado. En cuanto
al comer y al beber le sugiere que sea moderado. También le anima a que no coma
ajos ni cebollas y, sobre todo, a que no eructe. Y en su función de gobernador,
al hablar, le conmina a que su discurso adopte un ritmo moderado y que no
inserte uno tras otro los múltiples refranes que suele sacar a colación. Pero
Sancho, aun no acabándole de dar este consejo, aserta lo que le han dicho con
un rosario de ellos.
4. ANALISIS DE LA FORMA.
4.1. Plano fonológico, fonético y prosodemático.
El texto se abre con una interrogación retórica con la que
se expresa la admiración que levantaba la forma de hablar de don Quijote,
siempre y cuando no tocara temas referidos al mundo de los libro de
caballerías.
[En la parte descriptiva, el texto presenta una entonación
enunciativa, al igual que parte de la disertación, sobre todo cuando razona lo
expuesto. Pero, en la misma, también hay tono exhortativo cuando aconseja a
Sancho, como en las líneas 17 y 18: No comas ajos ni cebollas, porque
no saquen por el olor tu villanería. Anda despacio; habla con
reposo. Y cuando don Quijote se enfada con su escudero, al final, a partir
de la línea 39, encontramos una entonación exclamativa: -¡Eso sí, Sancho!
-dijo don Quijote-: ¡encaja, ensarta, enhila refranes, que nadie te va a la
mano! ¡Castígame mi madre, y yo trómpogelas!
La presencia de vocativos, (apóstrofes) líneas 10, 14...: No
andes, Sancho, desceñido…; es propia también de los textos
dialogados. Tienen una función fundamentalmente apelativa, de llamada de
atención.
4.2. Plano morfosintáctico.
Los adjetivos son frecuentes; la mayoría son
especificativos, tanto antepuestos como pospuestos. La presencia de estos
adjetivos denota objetividad en el discurso de don Quijote. Veamos algunos:
línea 1, el pasado razonamiento; líneas 1 y 2, …por persona muy cuerda
y mejor intencionada… –en este caso los dos adjetivos están
intensificados con dos adverbios; línea 2, grande historia; líneas 3 y
4, …claro y desenfadado entendimiento, -ahora doblemente
modificado el sustantivo con dos adjetivos; líneas 5 y 6, gran
donaire, -forma apocopada de grande. Estos adjetivos corresponden a las dos
primeras partes donde predomina la descripción.
Además encontramos otros adjetivos en la tercera parte,
como en la línea 12, uñas largas; en las líneas 13 y 14, cernícalo
lagartijero; en la línea 14 hallamos dos adjetivos que funcionan
como complementos predicativos y que sirven para referirse a la forma de llevar
el vestido cuando Sancho camine: No andes desceñido y flojo…
Además de estos adjetivos especificativos, encontramos
otros explicativos con los que don Quijote realiza valoraciones, como en la
línea 14: puerco y extraordinario abuso. Otros dos
adjetivos, con función de complemento predicativo, en este caso del complemento
directo, son los de la línea 43, …hace la plática desmayada y baja,
con los cuales don Quijote valora el discurso.
Los verbos son diferentes según la parte del texto que
veamos y son especialmente numerosos en los diálogos.
En las descripciones el tiempo que predomina es el
pretérito imperfecto, que es el tiempo de la descripción dentro de la
narración, ya que es imperfectivo: es como si se paralizara la acción y
permitiera una mirada detallada al escenario donde se mueven los personajes.
Algunos verbos en este tiempo son: líneas 3 y 4: disparaba, mostraba;
en la línea siguiente: desacreditaban; en la línea 7: escuchaba….
En las partes narrativas nos encontramos con el pretérito
perfecto, tiempo perfectivo que permite el avance de la narración: línea 6, mostró;
línea 8, prosiguió, línea 29, dijo…
En las partes dialogadas hay dos tiempos que destacan:
-el presente de
indicativo, que es el propio de la comunicación directa –hablamos en
presente-, línea 10 te encargo; línea 22, no entiendo.
En cuanto al uso del presente, hemos de señalar el valor gnómico o intemporal
de este tiempo en la línea 24, …éste es uno de los más torpes
vocablos.
-y sobre todo del
imperativo, mediante el cual un personaje intenta influir en el otro. Las
formas exhortativas usadas son variadas. Por ejemplo, presentes de subjuntivo,
-línea14, no andes, línea 17, no comas…-,
imperativos: línea17, anda, habla; línea 19 come
y cena, sé templado, y perífrasis de infinitivo
modales de obligación en forma negativa: línea 31, no has de mezclar.
En cuanto a la sintaxis se ha de señalar que las oraciones
son largas y complejas, pero predomina la unión copulativa entre las
proposiciones. Por ejemplo, el primer párrafo, en el segundo, la relación
sintáctica de las proposiciones es de coordinación, copulativa y adversativa: Atentísimamente
le escuchaba Sancho, y procuraba conservar en la memoria sus consejos,
como quien pensaba guardarlos y salir por ellos a buen parto de la preñez de su
gobierno. Prosiguió, pues, don Quijote, y dijo…
En el texto también hay otras relaciones sintácticas
acordes al contenido del discurso de don Quijote. Por ejemplo, encontramos
subordinadas adverbiales comparativas de igualdad en la línea 7, …procuraba
conservar en la memoria sus consejos, como quien pensaba guardarlos y salir
por ellos a buen parto de la preñez de su gobierno; en la línea 11,…es que
seas limpio, y que te cortes las uñas, sin dejarlas crecer, como algunos
hacen, a quien su ignorancia les ha dado a entender que las uñas largas les
hermosean las manos…
Como discurso normativo que es, don Quijote intenta razonar
y convencer a Sancho con explicaciones a través de subordinadas causales: línea
14 No andes, Sancho, desceñido y flojo, que el vestido descompuesto da indicios
de ánimo desmazalado,…; en la línea 17, No comas ajos ni cebollas, porque
no saquen por el olor tu villanería; en la línea 19 Come poco y cena
más poco, que la salud de todo el cuerpo se fragua en la oficina del
estómago.
Hay que señalar que abundan las estructuras bimembres que
confieren ritmo a la prosa. En algunos casos, las parejas de palabras casi son
sinónimas, como en la línea 1, …muy cuerda y mejor intencionada,
en la 3, tener claro y desenfadado entendimiento; en la
línea 13, *escremento y añadidura.
En la expresión de la línea 3, …de manera que a cada
paso desacreditaban sus obras su juicio, y su juicio sus obras, podemos
identificar un retruécano, pues se repiten varias palabras o una oración
con inversión del orden de sus elementos.
En la línea 39 hay un asíndeton cuando dice don Quijote: ¡encaja,
ensarta, enhila refranes… Al no situar la conjunción “y” parece que
la serie de refranes en boca de Sancho no va a tener fin.
4.3. Plano léxico-semántico.
El registro lingüístico predominante es el culto, patente
sobre todo en las partes narrativas y en el discurso de don Quijote. En las
intervenciones de Sancho, el léxico es más sencillo. Aunque hay que señalar que
en el texto se encuentran expresiones coloquiales y hasta refranes en las intervenciones
de los dos personajes, aunque claramente son más usuales en boca de Sancho.
Veamos algunos modismos en las
líneas 32, muchas veces los traes tan por lo cabellos…; en la 36,
no vengan a pelo; en la 41, que así cuadran con lo que vamos
tratando como por los cerros de Úbeda; en la 43, …ensartar refranes a troche
moche… También, refranes o aforismos como los siguientes en la línea
20, considerando que el vino demasiado ni guarda secreto ni cumple palabra;
en las siguiente líneas a partir de la 37, …en casa llena presto se guisa la
cena, y quien destaja no baraja, y a buen salvo está el que repica, y el dar y
el tener seso ha menester.
Por la complejidad de asuntos tratados en el fragmento no
hay un campo semántico único, sino que encontramos varios. Siguiendo el
contenido desarrollado en el texto podemos señalar los siguientes:
-El de la locura/cordura con palabras como razonamiento,
cuerdo, disparataba, discursos, entendimiento, juicio, donaire, discreción,
locura…
-Términos relacionados con el aseo: limpio, cortes uñas,
uñas larga, *escrementos, puerco…
-Palabras referentes al vestido: desaliñado, flojo,
descompuesto…
-Vocabulario sobre alimentación: comida, cebollas, olor,
come, mascar, eructar, regoldar…
-En cuanto a la forma de hablar, habla con reposo,
afectación, pláticas, refranes, sentencias, disparates, lengua, decir,
tratando, plática…
Comentaremos algunas figuras literarias basadas en este
aspecto del lenguaje. Las más numerosas son las metáforas. Veamos
algunas. En la línea 8, salir por ellos –consejos- a buen parto de la
preñez de su gobierno, con la cual se refiere al término real ‘la
dificultad del gobierno futuro de la ínsula’.
En la línea 13 encontramos esta otra: siendo antes garras
de cernícalo lagartijero, con la que se refiere a que Sancho no lleve
‘las uñas largas’, la podemos considerar también una hipérbole.
En la línea 19 hallamos esta: que la salud de todo el
cuerpo se fragua en la oficina del estómago, que hace referencia a
‘la digestión’.
A parte de esta figura, encontramos una hipérbole, una
exageración, cuando Sancho afirma en la línea 34 sé más refranes que un
libro. Asimismo es un símil.
Un símil es también el modismo de la línea 4, así
cuadran con lo que vamos tratando como por los cerros de Úbeda.
Para acabar el comentario de este apartado podemos comentar
las personificaciones efectuadas por Sancho cuando se refiere a los refranes:
línea 35, porque sé más refranes que un libro, y viénenseme tantos juntos a
la boca cuando hablo, que riñen por salir unos con otros; o en la
31, cuando don Quijote dice utilizando también una hipérbole, no has de
mezclar en tus pláticas la muchedumbre de refranes que sueles.
Muchedumbre se refiere normalmente a personas.
5. Análisis del contenido.
El texto pertenece a la segunda parte de El Quijote,
publicado en 1615. La diferencia fundamental con respecto a la primera parte,
sobre todo en los episodios situados en el palacio de los duques, es que no es
don Quijote quien transforma la realidad, sino que son estos nobles los que la
alteran o maquinan para hacer creer al caballero andante que se encuentra en
una de las aventuras propias de las novelas de caballerías. Y no solo al
caballero, sino también a su escudero Sancho, quien al fin ve recompensado su
abnegado servicio con el nombramiento de gobernador de una ínsula. Antes de
tomar el cargo, su amo le ofrece una serie de consejos para que sea capaz de
desenvolverse bien en sus funciones y tenga el suficiente prestigio como
corresponde a la autoridad que va ejercer.
Continuando con lo último se ha de resaltar que El
Quijote es una novela que pretendía criticar el mundo ideal e irreal de los
libros de caballerías, y especialmente a sus protagonistas. En este pasaje
vemos a un don Quijote con un perfil antiheroico: Cervantes pone en palabras de
su protagonista una serie de consejos sobre cuestiones cotidianas nunca antes
tratadas en ninguna obra literaria, menos en una novela de caballerías.
También comentaremos el género de locura que padecía el
protagonista, locura repetidamente descrita por el narrador en la obra. El
trastorno de don Quijote solo se manifiesta cuando algún elemento de la
realidad es percibido por él –o transformado por otros, como le hacen los
duques en esta segunda parte- como algo parecido a los episodios habituales de
las novelas de caballerías; en esta tesitura el caballero se comporta como un
personaje más de esa literatura fantástica. En los demás asuntos, el hidalgo es
un modelo de ecuanimidad, con un discurso coherente y muy bien articulado.
El narrador aparece en el fragmento de dos maneras: al
comienzo, apartándose del hilo narrativo, encontramos un inciso en el que
diserta sobre el género de locura. A partir de ahí, es un narrador externo
omnisciente en 3ª persona.
Y algo particular desde el punto de vista lingüístico para
acabar y que demuestra la preocupación cervantina por la lengua: don Quijote
utiliza la palabra ‘eructar’, -cultismo introducido en 1607, procedente de la
palabra latina eructare, de ésta procede ‘eructación’ y muy tardíamente
‘eructo’ en 1832- y Sancho no le entiende lo que quiere decir hasta que usa los
términos populares o patrimoniales: regoldar y regüeldo.
6. Conclusiones.
La novela es un compendio de estilos diferentes.
Encontramos en el texto registros distintos según los personajes: el de don
Quijote es culto y esmerado, aunque llano y enriquecido con expresiones
coloquiales; el de Sancho, mucho más sencillo y coloquial, plagado de refranes
con los cuales hace reír al lector.
Para concluir, se ha de resaltar las excelencias de
Cervantes como escritor: dominio del arte del diálogo, uso adecuado y expresivo
de los recursos literarios, agilidad y sencillez narrativa y unos contenidos
originales y humorísticos.
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