Cruces en el Camino
La verdad es que en toda nuestra vida nos vemos en muchas situaciones en las que tenemos que decidir lo que vas a hacer. Antes de nacer, tus padre ya han decidido que nombre te van a poner, más adelante deciden a qué colegio vas a ir y tú, con qué amigos vas a estar; después decides el equipo de fútbol o el deporte que te gusta. El instituto, a la chavala con la que quieres estar (todo esto si ella quiere) y muchas otras decisiones que no puedo contar.
Hace varios años, tenía una gran oportunidad de jugar en dos equipos extranjeros de fútbol, o bien quedarme en el que estaba. Yo quería jugar en un equipo grande pero, por otra parte, no podía abandonar a mis padres, a la familia, a mis colegas... Y no sabía qué hacer. ¡Ah! Se me olvidaba: tengo novia y no quería que me fuese; quería que me quedase a toda costa.
Me acuerdo de una conversación que tuve con ella.
Yo: A ver, no me puedo quedar, es una gran oportunidad.
Ella: ¡Ah! Y nos vas a dejar a todos por un estúpido club. Si te vas no vuelvas jamás.
Así acabó: ella sin hablarme y yo sin saber qué hacer.
Al final me quedé en mi club de toda la vida, con mi familia, con mi gente y mi novia. La verdad es que no supe aguantar la presión de estar tan lejos. Bueno, mi novia también me manipuló.
Moraleja: No te esfuerces ni trabajes, no te comas el coco en pensar qué es lo mejor. Al final lo deciden ellas.
Hace varios años, tenía una gran oportunidad de jugar en dos equipos extranjeros de fútbol, o bien quedarme en el que estaba. Yo quería jugar en un equipo grande pero, por otra parte, no podía abandonar a mis padres, a la familia, a mis colegas... Y no sabía qué hacer. ¡Ah! Se me olvidaba: tengo novia y no quería que me fuese; quería que me quedase a toda costa.
Me acuerdo de una conversación que tuve con ella.
Yo: A ver, no me puedo quedar, es una gran oportunidad.
Ella: ¡Ah! Y nos vas a dejar a todos por un estúpido club. Si te vas no vuelvas jamás.
Así acabó: ella sin hablarme y yo sin saber qué hacer.
Al final me quedé en mi club de toda la vida, con mi familia, con mi gente y mi novia. La verdad es que no supe aguantar la presión de estar tan lejos. Bueno, mi novia también me manipuló.
Moraleja: No te esfuerces ni trabajes, no te comas el coco en pensar qué es lo mejor. Al final lo deciden ellas.
German
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