Mi mama me mima.
Una gran incógnita para mí es el comportamiento
de las madres. Hay miles de cosas comunes en todas las madres. Ya puedes tener
una madre cariñosa, una madre moderna, una madre comprensible, una madre
pesada… que da igual con qué otra madre la compares, que siempre encontrarás
cosas que tienen en común. Parece que seas como seas, cuando tienes un hijo
pasas a comportarte igual que el resto de madres del mundo.
A quién
no le ha dicho su madre alguna vez: “A mí lo que hagan los demás no me importa,
me importa lo que hagas tú”, cuando le cuentas algo malo que has hecho o te ha
pasado e intentas suavizarlo comparándote con alguien que lo ha hecho peor que
tu; pero claro, sin olvidarse de la situación contraria, cuando dices: Mamá,
¡he sacado un 6!; a lo que tu querida madre responde: “Sí, pero la madre de
Fulanito me ha dicho que su hijo tiene un 8…” ¿Pero no decía que no le
importaba lo que hicieran los demás?
Otra mítica situación es la de llevar dos horas
buscando algo y decirle a tu madre que no lo encuentras; a continuación la
horrible pregunta de ¿seguro que has mirado bien?, y lo que sucede en esa
situación es que tu madre va y, por arte de magia, aparece lo que buscabas.
También están las típicas frases como: “Si te
aburres, ponte a estudiar”; “¿Me has visto a mí sentarme en algún momento del
día?”, “Yo no digo nada, pídele permiso a tu padre”.
De todas formas, estas cosas
típicas de las madres, se supone que lo hacen por nuestro bien y porque nos
quieren. Eso sí, todas las madres se comportaran igual, pero la mejor tortilla
es la de MI MADRE.
Comentarios