Los
sacrificios de la crisis / Amando de Miguel
[1]
Las crisis económicas suelen coincidir con momentos
de intensa innovación técnica. En otras palabras, los grandes inventos de la
ciencia acontecen más bien en las fases económicas de infortunio. Esa paradoja
se explica porque, ante las dificultades económicas, la necesidad aguza el
ingenio. Ese proceso se desata por la aplicación intensa de esfuerzo, por la
adopción de medidas extraordinarias de austeridad.
Los Gobiernos pueden propiciar esa reacción en cadena
de conductas, pero son los contribuyentes quienes han de reaccionar con
decisión ante las dificultades objetivas. La austeridad no significa sólo que
el Gobierno decide gastar menos, sino que la población se apresta a hacer
sacrificios extraordinarios.
Quizá no pueda confirmarse todavía que la fase
actual de estancamiento económico signifique para España más innovaciones,
nuevas iniciativas rompedoras. Todo eso lo podremos certificar mas adelante,
cuando hayamos salido de la crisis. De momento estamos inmersos en ella.
Los españoles se aprestan a defenderse de las
dificultades desplegando imaginación, ardides para gastar lo menos posible o de
otro modo que en la fase anterior de bonanza. En definitiva, la crisis puede
ser una buena ocasión para demostrar las energías ocultas de un pueblo.
En LA GACETA hemos solicitado a una muestra de la
población que nos digan su percepción sobre algunos de esos sacrificios de la
generalidad de los españoles. Puede que los datos no puedan ser muy precisos,
pues muchas personas ocultarán al sociólogo curioso los sacrificios que están
haciendo. No es fácil que una persona de clase modesta confiese que acude a los
comedores de Cáritas o rebusca en las basuras. Pero esa impresión se puede
encontrar también en algunos solemnes datos macroeconómicos, como el cálculo
del Producto Interior Bruto (PIB) o del volumen de desempleo.
La precisión de los datos de la encuesta es
suficiente para poder asegurar que la población española está dispuesta a
sacrificarse para salir de la maldita crisis. No estaría mal que los altos
cargos políticos tomaran nota de esa reacción general de los españoles. De esa
forma será más tolerable la situación.
La Gaceta
[2], 19 de febrero de 2012
RESUMEN.
A
propósito de la crisis económica que España está pasando desde hace años, el
columnista propone al gobierno que impulse los cambios necesarios para salir de
ella reforzados. Históricamente en las épocas de crisis se han producido
grandes avances técnicos pues a la gente no le queda más remedio que agudizar
su ingenio para sobrevivir, aunque en la actual crisis aún no se hayan puesto
de manifiesto esas innovaciones. Y aunque el gobierno tiene un papel como
promotor de estos cambios, deben ser los contribuyentes los que deben tomar la
iniciativa. Sin embargo, teniendo en cuenta las conclusiones de un estudio del
periódico donde trabaja el autor, los españoles están dispuestos a soportar más
sacrificios y ajustes, por lo cual recomienda al gobierno que adopte las
medidas necesarias para salir de la crisis, aunque sean dolorosas.
ESQUEMA.
1. En los
momentos de crisis económica, cuando la población sobrevive con medidas de
austeridad, se producen innovaciones técnicas.
1.1.
Los gobiernos pueden impulsar el afán innovador,
pero su misión es la de imponer medidas de austeridad.
1.2.
Son los contribuyentes los que deben tomar la
iniciativa en la búsqueda de los cambios.
1.3.
En las circunstancias difíciles es cuando surge
lo mejor de la población.
1.4.
Los cambios técnicos que traen consigo las
épocas de crisis no se han detectado aún en España, pero se verán en un futuro.
2. El gobierno
español no debe temblar a la hora de exigir más sacrificios a los ciudadanos.
Una encuesta
realizada por el periódico La Gaceta
certifica la voluntad de los españoles de aceptar los sacrificios.
COMENTARIO CRÍTICO.
Estructura.
Se trata de un texto en prosa: una columna
publicada en La Gaceta a
principios del año 2012. El tipo de discurso predominante es el
expositivo y el argumentativo.
En cuanto a la estructura interna del
contenido y la forma de elocución, argumentación, podemos dividir el texto
en las siguientes partes.
-Primera
parte, línea 1, introducción muy breve para plantear el tema: en las épocas de
crisis hay un clima propicio para dar paso a innovaciones y cambios.
-Segunda
parte: desde la línea 1 hasta la 22, el cuerpo argumentativo. En esta parte hay
exposición: los datos referidos a una encuesta, en las líneas 16 / 22;
exposición de hechos, 1/5: las grandes innovaciones técnicas se producen en
momentos de crisis; valoraciones y argumentaciones, 6/15, los gobiernos pueden
impulsar los cambios;
-Tercera
parte, es la tesis que se encuentra en el último párrafo del texto, líneas 23 /
26: Los españoles están dispuestos a soportar más sacrificios, por lo cual el
gobierno debería impulsar (se supone) nuevas reformas que ayuden a paliar la
actual crisis, aunque sea a costa de más sacrificios, idea mencionada
anteriormente en la línea 8: “la
población se apresta a hacer sacrificios extraordinarios.” Por tanto, la
estructura del texto es inductiva pues la tesis se deduce de todo lo expuesto
antes.
TEMA. Exhortación de Amando de Miguel al gobierno español para que
impulse las reformas que crea oportunas para superar la crisis teniendo en
cuenta que el pueblo español está dispuesto a soportar más sacrificios.
ACTITUD E INTENCIONALIDAD.
Aun siendo un texto de opinión, la actitud del
autor es demasiado subjetiva, por no decir egoísta e interesada, ya que
defiende los interés económicos de un sector de la población española como es
la que puede soportar mejor la crisis: mundo financiero, ricos, grandes
empresas… y esto, sin importarle los sacrificios que están sufriendo desde hace
mucho tiempo las capas más débiles, que son a los que más ha afectado la
crisis, aquellos que disponían de menos recursos y a los que menos ha ayudado
el gobierno. Muestras de esa subjetividad es el uso de la primera persona del
plural en la línea 12, estamos inmersos
en ella…, en la 16, En la Gaceta
hemos solicitado… También el uso de adjetivos calificativos explicativos
claramente valorativos, como en la línea 22: solemnes datos macroeconómicos…
La intención de Amando de Miguel es conminar al
gobierno español para que continúe con las reformas antisociales que ha
emprendido. Para ello le da dos argumentos: los españoles están dispuestos a
soportar más cargas y el apoyo incondicional, por otra parte, del sector
financiero y empresarial, del cual el periódico es eco y portavoz, a la
política puesta en marcha por los gobernantes. Además, como es obvio, el autor
se dirige a los lectores del periódico, probablemente con la intención de
mostrarles cómo defienden sus intereses. Por tanto, las funciones del lenguaje
que predominan son la expresiva, por la subjetividad, y la exhortativa, por la
influencia que pretende ejercer en el gobierno.
TIPO DE TEXTO.
Según el ámbito de uso se trata de un texto
periodístico de opinión; en concreto, de una columna. Este tipo de texto suele
ser escrito por personas que colaboran con el periódico de manera regular,
normalmente escritores profesionales o personas de prestigio, como puede ser el
caso. Las columnas ocupan un espacio fijo. Abordan temas de interés, aunque no
necesariamente deben cumplir la condición de ser rabiosamente actuales como las
noticias. La forma de abordar los asuntos se caracteriza por su informalidad:
no pretenden agotar el análisis del tema del que escriben y éste es enfocado de
manera personal, características que son propias del ensayo. Aunque no es el
caso, otro rasgo de ellos es la presencia de recursos literarios.
Por su temática lo podemos considerar un texto
humanístico que es objeto de estudio por parte de las Ciencias Políticas y la
Sociología –el autor es un sociólogo. Los receptores no buscan una información
exhaustiva, sino un enfoque personal de los asuntos que abordan sus articulistas
preferidos; en este texto, además, muchos de los lectores buscan en su medio de
comunicación un defensor de los intereses de su colectivo.
En cuanto a su elocución o tipo de discurso es
un texto argumentativo y expositivo que persigue trasladar a sus oyentes la
seguridad de que el gobierno está haciendo lo que tiene que hacer para superar
la crisis y también que el periódico intenta influir en las decisiones
gubernamentales. Ya se ha hecho referencia a características propias de la
argumentación y opinión con el uso de la primera persona. El registro
lingüístico del texto es el estándar, propio de la comunicación periodística.
En el texto no se ha encontrado ningún recurso literario.
VALORACIÓN PERSONAL.
Aun
sabiendo las limitaciones de la estructura del tipo de texto que se analiza, y
la subjetividad que impregna las columnas, en ningún caso esto justifica el
discurso tan parcial e interesado el autor. Además, no es riguroso y sí mucho
tendencioso y presuntuoso con los consejos que da. Veamos algunos aspectos que
justifican esas aseveraciones. El discurso comienza con una afirmación
cuestionable y en todo caso no verificable con ningún dato. Viene a decir que
algunos de los grandes avances técnicos, dice al principio, se han producido en
momentos de crisis económicas. No menciona ni un solo ejemplo de avance técnico
en una época concreta. Lo que sí es cierto es lo contrario; muchos avances
técnicos han creado graves problemas a la población trabajadora: la
automatización en el proceso industrial trajo en su momento más paro; el
desarrollo de la imprenta en París a finales del siglo XV llevó a una situación
precaria a cinco mil amanuenses que trabajaban para la universidad... No sería
difícil continuar con los ejemplos que cuestionan la idea de la que parte el
autor. En todo caso, es el propio autor el que reconoce a continuación que, en
España, después de más de cuatro años de grave crisis, no se ha producido
ninguna innovación, ni tan siquiera,
ahora ya habla de otra cosa, iniciativas
rompedoras, (en la línea 11). Ahora bien, eso sí, hay que creer que se
producirán más adelante. ¿Cuándo?
¿Seguro que se producirá algún avance técnico o iniciativas rompedoras? Si lo
plantea como una cuestión de fe, pobre argumento es.
Esta
falta de rigurosidad es más llamativa, siendo él sociólogo y el encargado del
estudio, cuando en las líneas 16 a la 22 afirma que hay una encuesta que
demostraría que hay un número suficiente
(línea 23) de españoles dispuestos a aguantar más sacrificios para salir de la
crisis. Podía haber detallado algún dato de la encuesta o por qué se mandó
hacer; con qué propósito. Nada de nada, solo las conclusiones a la que llega
–otra vez, cuestión de fe- que le sirven para animar al gobierno a que continúe
la senda reformista.
Esa
tendenciosidad se observa, según las ideas del autor, en quién debe ser el
propulsor de los cambios y lo que debe hacer el gobierno, de derechas y
conservador, acorde a la línea editorial del periódico: “Son los contribuyentes quienes han de reaccionar…”, línea 7; “La población se apresta a hacer sacrificios
extraordinarios”, línea 9; “Los
españoles se aprestan a defenderse de las dificultades…”; l. 13. “No estaría de mal que los altos cargos
políticos tomaran nota…”; l. 25.
La
opinión del autor es sesgada y defensora de unos intereses claros. Los que
deben soportar la crisis es la población en general; es la gente la que debe
salir de la misma con sus medios. La intervención del gobierno solo ha de
dirigirse a la consolidación de los recortes sociales que afectan a las capas
sociales medias y bajas. O sea, que tienen que espabilarse y, en todo caso,
habrá alguna innovación que ¿tal vez justifique el sufrimiento? Ese mismo
consejo se lo podía haber dado el periódico al gobierno en su política
económica con el mundo financiero y empresarial: nada de reformas laborales que
faciliten los despidos, nada de rescates a bancos controlados por dirigentes de
su partido, que se busquen la vida como la población general, que seguro que a
ellos también se le ocurre alguna innovación técnica que sea de provecho para
toda la sociedad. Y ya puestos, el periódico podía haber hecho una encuesta
para ver si los ricos están dispuestos a soportar más sacrificios. Casi seguro
que habría un número suficiente para,
por ejemplo, subirles los impuestos, como se los han subido a los más
desfavorecidos.
ANÁLISIS
DE LOS MECANISMOS SEMÁNTICOS DE COHESIÓN. (De los dos primeros párrafos)
El alumno deberá analizar y comentar cuáles son
los principales mecanismos semántico-textuales de cohesión.
Entre estos mecanismos semántico-textuales de
cohesión se encuentran todos aquellos basados en la recurrencia léxica
(sinonimia, correferencia o sinonimia textual, hiponimia e hiperonimia,
antonimia, derivación) y en la configuración de redes léxicas y campos
semánticos.
La distribución de la puntuación de 1´5 puntos
se realizará de la siguiente manera:
-Identificación y clasificación de los
mecanismos semántico-textuales de cohesión más relevantes del fragmento: 0´75
puntos.
-Conclusión sobre el valor que desempeñan los
mecanismos semánticos textuales de cohesión analizados en el fragmento
seleccionado, extrapolando esas conclusiones a la caracterización global del
texto: 0´75 puntos.
1 Las crisis económicas suelen coincidir con momentos de intensa innovación técnica. 2 En otras
palabras (ENLACE FRASEOLÓGICO), los grandes
inventos de la ciencia (ENLACE LÉXICO: SINONIMIA TEXTUAL/PARÁFRASIS)
acontecen más bien en las fases económicas de infortunio (ENLACE LÉXICO:
SINÓNIMOS/PARÁFRASIS). 3
Esa paradoja (ENLACE LÉXICO: HIPERONIMIA + ENLACE ANAFÓRICO: ESA) se explica porque, ante las
dificultades económicas, (ENLACE LÉXICO: SINÓNIMOS/PARÁFRASIS) la necesidad
aguza el ingenio. 4 Ese
proceso (ENLACE LÉXICO: HIPERONIMIA + ENLACE ANAFÓRICO: ESE) se desata por la aplicación intensa de esfuerzo, por la
adopción de medidas extraordinarias de austeridad.
5 Los gobiernos pueden propiciar esa reacción en cadena de
conductas, (ENLACE LÉXICO: HIPERONIMIA + ENLACE ANAFÓRICO: ESA) pero son los contribuyentes quienes han de reaccionar con
decisión ante las dificultades objetivas. 6 La austeridad no significa sólo que el
Gobierno (ENLACE LÉXICO: REPETICIÓN DE PALABRAS) decide gastar menos, sino que
la población se apresta a hacer sacrificios extraordinarios.
PRIMER PÁRRAFO.
La cohesión de las oraciones y párrafos que
forman un texto se logra con la presencia de determinados signos lingüísticos
llamados enlaces interoracionales que permiten la conexión y la recta
interpretación de todo él. Veamos en el texto seleccionado especialmente
aquellos que se llaman enlaces léxicos.
La oración dos está encabezada por un enlace
fraseológico en las líneas 1 y 2: “En
otras palabras”, que claramente tiene un significado explicativo al
formular de otra manera parecida lo afirmado en la oración 1. Encontramos un enlace léxico en la expresión
sinonímica o paráfrasis en “los grandes
inventos de la ciencia”, que equivale a la expresión utilizada en la
oración 1, “intensa innovación técnica”.
Algo parecido encontramos en la misma oración 2
con la expresión “en las fases económicas
de infortunio”, parecida a “Las
crisis económicas” de la oración 1.
La oración 3 está cohesionada con la 2 con un
sintagma hiperónimo con valor anafórico “Esa
paradoja” que hace referencia a todo lo expresado en la oración 2. En la
misma oración nos encontramos un enlace léxico, que es sinónimo de los utilizados
en las anteriores oraciones: “dificultades
económicas” igual a “Las crisis económicas”
…
La oración 4 está encabezada por un hiperónimo:
“Ese proceso” que se refiere a lo
dicho en la oración anterior: la
necesidad agudiza el ingenio.
A parte de estos enlaces léxicos, encontramos
una isotopía o red léxica formada por palabras en todas las oraciones del
párrafo, que se refieren a la expresión que más se repite en el texto: las crisis económicas (1): Los sacrificios de la crisis (Título), fases económicas de infortunio (2), dificultades económicas (3), la necesidad (3), aplicación intensa de esfuerzo, por la adopción de medidas
extraordinarias de austeridad (5).
EL PÁRRAFO 2 se une con el anterior mediante un
hiperónimo: esa reacción en cadena de
conductas (6), que comprende el significado de las acciones descritas en la
última oración del párrafo 1. Además, el sustantivo reacción va acompañado del adjetivo determinativo demostrativo con
valor deíctico “esa”, que señala lo
afirmado antes.
Hemos comprobado la perfecta cohesión de las
oraciones al analizar la presencia de expresiones que podemos englobar en la
isotopía anteriormente mencionada; además, el tema fundamental del que se habla
en el párrafo está mencionando de manera repetitiva en esta primera parte del
texto.
Teniendo en cuenta el carácter expositivo y
argumentativo del texto, apreciamos con esta repetición el deseo por parte del
autor de ser preciso y exhaustivo. Además, también el afán de querer ser claro
y para ello no duda en repeticiones o paráfrasis de ideas que se formulan de
dos maneras, como, por ejemplo, las oraciones 1 y 2.
FUNCIONES
DEL LENGUAJE.
El alumno debe identificar y explicar
cuáles son las principales funciones del lenguaje que aparecen en el texto,
justificándolas adecuadamente mediante los aspectos lingüísticos que considere
más relevantes.
La distribución de la puntuación de 1´5
puntos se realizará de la siguiente manera:
-Identificación de las principales
funciones del lenguaje que aparecen en el texto: 0´5 puntos.
-Justificación lingüística de las
funciones del lenguaje identificadas: 0´5 puntos.
-Caracterización del tipo de texto a
partir de las funciones del lenguaje analizadas: 0´5 puntos.
Las principales funciones del lenguaje
utilizadas son la representativa, la expresiva y la conativa.
En el texto hay exposición de datos o
transmisión de información objetiva, por lo tanto, es una muestra de la función
representativa. Recursos propios de la exposición son los enlaces
fraseológicos: En otras palabras
(l.2); en definitiva (l.14). Se
utiliza también el presente intemporal: los
grandes inventos de la historia acontecen… (l. 2).
La exposición está apoyada en argumentaciones
cuando los datos en sí mismos no son evidentes: explica, por ejemplo, la
paradoja de por qué los grandes inventos ocurren en la época de crisis: …esa paradoja se explica… (l. 3); por
otra parte, la carga subjetiva es evidente en las opiniones del autor o del
periódico donde trabaja: los que deben asumir iniciativas son los ciudadanos
(l. 6). Por lo tanto, también es prominente la función expresiva. Esta función
subjetiva la apreciamos en el plural sociativo usado con frecuencia en el
texto: podremos (l. 11), estamos inmersos en ella… (l. 12);
en el uso de estructuras atributivas con un claro valor apreciativo o
valorativo: La precisión de los datos es
suficiente… (l. 23)
La función conativa o apelativa se deduce de la
tesis defendida: el autor intenta convencer al gobierno para que continúe
tomando medidas que permitan superar la crisis económica. La referencia expresa
de los destinatarios la encontramos en la línea 24: los altos cargos políticos.
La aclaración de lo que el autor entiende por austeridad de las líneas 7 y 8, la
podemos considerar como propia de la función metalingüística.
En conclusión, por las funciones del lenguaje
predominantes y por los tipos de discurso utilizados, el texto comentado es
claramente subjetivo. Si tenemos en cuenta, además, la extensión y la
expresión, lo podemos considerar un artículo de opinión de un periódico; en concreto,
una columna.
Comentarios