La sombra de los recuerdos
Aquí estoy sentado en mi butaca, rodeado de mis recuerdos. Muchos de ellos son remordimientos. Pero hay uno sobre todo que me persigue hasta en sueños. Es ése cuando cometí un gravísimo atentado contra la vida de mi madre, la asesiné. Ahora mismo estoy volviendo a recordar esos momentos. -Hola mama,- dije al entrar a casa, y mi madre contestó: -¿Qué tal hijo? La cena está hecha desde hace un buen rato, ¡está fría! El día que vuelvas a llegar tarde no te la vuelvo a dar. No le contesté ni le dije nada, solamente fui a la cocina a ver lo que me había preparado, pero la sorpresa fue mayúscula cuando levanté la tapa que cubría el plato y vi que estaba vacío. Se me pasaron muchas cosas por la cabeza, pero sobre todo la de aquellas noches que mis padres me dejaban sin cenar y hasta el día siguiente no probaba bocado.Fui en busca de mi madre pero ya estaba dormida. Me puse muy nervioso y busqué mis pastillas, pero no las encontré en el cajón de mi cuarto, que es donde las suelo dejar siempre