Crónica de una muerte anunciada / Gabriel García Márquez.
Crónica de una muerte anunciada de Gabriel García Márquez.
Ángela
Vicario era la hija menor de una familia de recursos escasos. Su padre, Poncio
Vicario, era orfebre de pobres, y la vista se le acabó de tanto hacer primores
de oro para mantener el honor de la casa. Purísima del Carmen, su madre, había
sido maestra de escuela hasta que se casó para siempre. Su aspecto manso y un
tanto afligido disimulaba muy bien el rigor de su carácter. «Parecía una
monja», recuerda Mercedes. Se consagró con tal espíritu de sacrificio a la
atención del esposo y la crianza de los hijos, que a uno se le olvidaba a veces
que seguía existiendo. Las dos hijas mayores se habían casado muy tarde. Además
de los gemelos, tuvieron una hija intermedia que había muerto de fiebres crepusculares,
y dos años después seguían guardándole un luto liviano dentro de la casa, pero
riguroso en la calle. Los hermanos fueron criados para ser hombres. Ellas
habían sido educadas para casarse. Sabían bordar en bastidor, coser a máquina,
tejer encaje de bolillo, lavar y planchar, hacer flores artificiales y dulces
de fantasma, y redactar esquelas de compromiso. A diferencia de las muchachas
de la época, que habían descuidado el culto de la muerte, las cuatro eran
maestras en la ciencia antigua de velar a los enfermos, confortar a los
moribundos y amortajar a los muertos. Lo único que mi madre les reprochaba era
la costumbre de peinarse antes de dormir. «Muchachas —les decía—: no se peinen
de noche que se retrasan los navegantes». Salvo por eso, pensaba que no había
hijas mejor educadas. «Son perfectas», le oía decir con frecuencia. «Cualquier
hombre será feliz con ellas, porque han sido criadas para sufrir». Sin embargo,
a los que se casaron con las dos mayores les fue difícil romper el cerco,
porque siempre iban juntas a todas partes, y organizaban bailes de mujeres
solas y estaban predispuestas a encontrar segundas intenciones en los designios
de los hombres.
Ángela
Vicario era la más bella de las cuatro, y mi madre decía que había nacido como
las grandes reinas de la historia con el cordón umbilical enrollado en el
cuello. Pero tenía un aire desamparado y una pobreza de espíritu que le
auguraban un porvenir incierto. Yo volvía a verla año tras año, durante mis
vacaciones de Navidad, y cada vez parecía más desvalida en la ventana de su
casa, donde se sentaba por la tarde a hacer flores de trapo y a cantar valses
de solteras con sus vecinas. «Ya está de colgar en un alambre —me decía
Santiago Nasar—: tu prima la boba». De pronto, poco antes del luto de la hermana,
la encontré en la calle por primera vez, vestida de mujer y con el cabello
rizado, y apenas si pude creer que fuera la misma. Pero fue una visión
momentánea: su penuria de espíritu se agravaba con los años. Tanto, que cuando
se supo que Bayardo San Román quería casarse con ella muchos pensaron que era
una perfidia de forastero
RESUMEN.
Ángela
Vicario, la prometida de Bayardo San Román, era la hija menor de una familia
pobre. Su padre era joyero en el pueblo. Su madre, hasta contraer matrimonio,
había sido maestra. Después se dedicó por completo a la familia. Habían tenido
seis hijos, aunque uno de ellos murió. Los educaron según los estereotipos de
género. A las hijas les enseñaron todo lo que una mujer debe dominar para
llevar una casa, además de saber el ceremonial que acompaña a la muerte. Sin
embargo, a pesar de haber sido instruidas para someterse al marido, una vez
casadas, éstos no fueron capaces de romper los vínculos que las hermanas
mantenían. La protagonista era la más guapa de todas sus hermanas, no obstante,
a juicio del narrador y del propio Santiago Nasar, era apocada y poco
emprendedora. Por eso, cuando sus vecinos se enteraron de que la pretendía
Bayardo San Román, pensaron que era una broma.
COMENTARIO
CRÍTICO.
ESTRUCTURA
EXTERNA.
Fragmento
en prosa del capítulo segundo de la novela de Gabriel García Márquez, “Crónica de una muerte anunciada”. El
tipo de discurso que predomina es la descripción; en concreto, de los
protagonistas de la narración en todo el capítulo, y en este fragmento de la
familia de la novia, Ángela Vicario. También encontramos alguna parte
narrativa, cuando se cuentan hechos del pasado referidos a alguno de los
personajes. El diálogo aparece en los testimonios de los testigos, de los que
se reproduce en estilo directo sus palabras: “Parecía una monja”, recuerda Mercedes 5.
ESTRUCTURA
INTERNA.
1-3
Descripción del padre: Poncio Vicario, orfebre de poca monta y ciego de tanto
forzar la vista.
3-7
Descripción de la madre: Purísima del Carmen, estudió magisterio, pero cuando
se casó se dedicó por completo a su familia.
7/22
Descripción de los hijos, cuatro en total, la del medio se murió. La educación
fue sexista. Las hermanas fueron preparadas para ser amas de casa; además, se
les enseñó todo lo relacionado con el culto a los muertos. En cuando a su
carácter, se les inculcó la paciencia para llevar los sufrimientos. Después de
casadas, continuaron muy vinculadas y su mojigatería no disminuyó.
23-33
Descripción de Ángela Vicario. Era la hija más bella, pero con poco carácter,
según las opinión del narrador. Por eso se sorprendió que Bayardo San Román se
fijara en ella.
TEMA: Descripción de la familia de Ángela
Vicario.
ACTITUD
E INTENCIONALIDAD.
La
actitud del narrador la podemos considerar aparentemente objetiva. La
aproximación a los hechos se realiza con la rigurosidad del mundo periodístico.
El narrador cronista cuenta, pero es al mismo tiempo un personaje que vivió los
sucesos. Como cronista y como narrador testigo aporta su visión particular de
los hechos por lo que también hallamos subjetividad, pero por la cantidad de
entrevistas y declaraciones tomadas a testigos, se puede afirmar que en el
relato predomina lo objetivo.
Afirmaba
en una entrevista Gabriel García Márquez que se podía contar cualquier historia
con tal de que pareciera creíble. Cuando un escritor cuenta una historia lo
hace fundamentalmente para entretener al lector. Ahora bien, la forma de
contarla, la selección que se realiza de los hechos narrados y sus
intervenciones personales permiten entrever en algunas ocasiones una intención
soterrada que se perfila tenuemente. Esta puede ser muy variada para cada
lector o, incluso, pasar desapercibida completamente. En este caso, el hecho de
que el autor centre su historia en unos sucesos verídicos y muy cercanos a su
experiencia personal puede ser significativo, como si el autor con su relato
limitara y ordenara a través de la escritura una historia cuyos perfiles eran
imprecisos en su memoria. Y también, por qué no, poner de manifiesto una
crítica soterrada y sarcástica de una civi1ización brutal en la que el machismo
y la violencia son respuestas conductuales admitidas en su seno.
En
cuanto al fragmento analizado, podemos pensar que la descripción que efectúa de
la familia de la novia cumpliría la función de dar verosimilitud al
comportamiento de los hermanos cuando asumieron como respuesta la venganza para
lavar la honra de la familia. Las ideas conservadoras de la mujer y del hombre
en la familia están presentes en la conducta de los personajes.
TIPO
DE TEXTO.
El
texto es literario, es una novela, por lo tanto pertenece al género narrativo.
Como narración literaria nos encontramos, aparte de narración, descripción, con
algún parlamento extraído de diálogos: “Parecía una monja”, recuerda
Mercedes. En concreto, se trata de la descripción de la novia y de su familia.
Se trata de un retrato puesto que proporciona detalles físicos como
psicológicos de los personajes: Ángela Vicario era la más bella de las
cuatro,… Pero tenía un aire desamparado y una pobreza de espíritu que le
auguraban un porvenir incierto.
En
cuanto al estilo, se combina el literario y el periodístico. Este último se
hace presente a la hora de organizar el relato, pero también, por ejemplo, en
la poca presencia de figuras literarias.
A
parte de los elementos propios de una narración como la acción, los personajes,
el tiempo… nos encontramos con un narrador que utiliza una u otra persona según
su intervención en la acción o no. Predomina la tercera persona, puesto que no
es el protagonista, pero a veces, como a partir de la línea 26 narra en primera
persona cuando describe a Ángela Vicario, su prima.
Otra
característica propia de la narración es la organización de los propios hechos
que se cuentan. En el texto hay sucesos anteriores a los hechos más importantes
protagonizados por los personajes, que el narrador cuenta aquí mediante una
analepsis o flash back, como cuando el narrador testigo cuenta cómo encontraba
a su prima cada vez que regresaba de vacaciones por Navidades, 26/29.
Algunos
recursos que son propios del lenguaje periodístico que el autor utiliza en el
texto es la propia organización de la información o los hechos: en el primer
capítulo se han narrado los hechos fundamentales; en el segundo, en este
fragmento, se perfila la personalidad de los protagonistas. En la
reconstrucción de los hechos, el narrador-periodista (cronista) entrevista y
recoge testimonio de las personas que han sido testigos o participado en los
hechos narrados: “Parecía una monja”, recuerda Mercedes 5.
VALORACIÓN.
El
relato es un acierto por bastantes razones. Como no podía ser menos, teniendo
en cuenta que se está refiriendo a unos hechos acaecidos hace muchos años,
éstos son relatados con cierta frialdad objetiva. Esto se consigue con una
técnica narrativa propia del lenguaje periodístico. El orden con el que se
informa de los hechos obedece en ocasiones al rigor marcado por la estructura
de pirámide invertida característica de la información periodística. Esa
sensación de objetividad y veracidad de lo contado también lo logra con el
amplio espectro de declaraciones recogidas en el relato; en el fragmento
aparecen citadas declaraciones u opiniones de los vecinos. De todas maneras,
aunque su afán sea la de descifrar toda la verdad, el narrador no va a
desvelar, porque no lo sabe, o porque es un elemento fundamental que permite
tener ocupada la mente del lector durante toda la obra, el amante de Ángela
Vicario. Él sabe que el lector no puede imaginarse ningún otro personaje
culpable que no sea Santiago Nasar, por eso no tiene ningún reparo en disfrutar
aportando datos contrarios. Por ejemplo, en la l. 28 cuando recoge una cita
despectiva de Santiago refiriéndose a su prima: “Ya está de colgar en un
alambre tu prima la boba”.
El
texto y el relato en su totalidad consiguen mantener la intriga hasta el final,
a pesar de que el autor ya desde el primer capítulo anuncia que Santiago Nasar
morirá; pero, hasta las últimas páginas, se crea la expectativa de que alguien
lo va a avisar y se salvará. Como también, el lector se pone de parte de los
hermanos Vicario, esperando que haya alguien que se interponga entre ellos y Santiago,
para no verse en la necesidad de cometer ese crimen.
El
acierto de Gabriel García Márquez está en contar una historia resaltando
ciertos aspectos de la misma como si fueran extraordinarios, como por ejemplo
el hecho de que Ángela hubiera nacido con el cordón umbilical enrollado en el
cuello, señal fabulosa según la madre del narrador; o la superchería de
peinarse antes de acostarse de la protagonista porque retrasaría a los
navegantes. Es una manera nueva de acercarse a la realidad que es la base de la
novela hispanoamericana de El Realismo Mágico.
ESTILO DE LA OBRA Y APLICACIÓN RAZONADA
DE SUS ELEMENTOS AL TEXTO.
(Concepción del autor sobre el género narrativo y lenguaje que configura la
obra)
Algunas
notas que podemos señalar de la narrativa de Gabriel García Márquez son las
siguientes. Todas sus obras están ambientadas en su Colombia natal; en muchas
de ellas se refleja el ambiente de violencia que ha marcado al país sobre todo
a partir de la década de los cincuenta del siglo pasado. Ahondando en este
sentido, incluso, muchas están basadas en hechos que realmente ocurrieron, como
es el caso de la novela que nos ocupa, aunque siempre se intenta crear una
ambientación y una presentación de hechos que superan la realidad al potenciar ciertos detalles que
acaban convirtiendo la narración en algo inusual, como es propio de El Realismo
Mágico, corriente literaria a la que se adhieren muchos escritores
hispanoamericanos. Y relacionado con la
materia real de sus novelas, hemos de resaltar también su otra vertiente de
escritor, la de periodista, pues muchas de sus novelas están muy relacionadas
con el estilo periodístico, como se refleja incluso en el título de alguna de
ellas: Noticia de un secuestro o Crónica de una muerte anunciada.
El
estilo de la obra y de este fragmento es muy sencillo. Se utiliza un
lenguaje propio de un registro culto o
formal, pero sin buscar un refinamiento excesivamente literario. El léxico es
rico y preciso, con valores fundamentalmente denotativos. El estilo de la obra
es una mezcla de lenguaje periodístico y literario. Sin embargo, hay algún momento,
como por ejemplo en la línea 23 y 24, que el autor da un tratamiento mágico a
aspectos que son normales de la realidad. Ángela, la novia vulgar y sin interés
especial para el lector, según las palabras de la madre del narrador, por el
simple hecho de haber nacido con el cordón umbilical enrollado al cuello, se la
asocia a las grandes mujeres de la historia, con lo cual se interpreta un hecho
insignificante como algo sorprendente. Otras expresiones que crean al lector
esa sensación de magia o irrealidad son los siguientes: cuando el narrador
habla de la madre de los Vicario dice que “había
desaparecido” después de casarse y dedicarse a criar a sus hijos; una hija
suya muere de fiebres crepusculares;
Ángela preparaba dulces de fantasma; sabían el culto a los muertos; la madre
del narrador reprochaba que Ángela se peinara por la noche porque podía
retrasar la llegada de los navegantes.
Como
ya se ha comentado, el texto mezcla elementos propios de la novela y la
crónica. Una vez narrados los hechos más importantes en el capítulo primero, el
narrador-cronista nos informa ampliando datos de los protagonistas. Para ello,
como recurso informativo que busca la veracidad, se incluye el testimonio de
testigos que ayudan al lector a entender mejor los hechos que se cuentan. Se
incluyen los testimonios de Mercedes, de la madre del narrador e incluso la
opinión de Santiago Nasar.
Propio
de la información periodística es la organización de la acción: lo primero que
se cuenta son los hechos más importantes y luego se aporta información
secundaria. Sin embargo, el interés no disminuye a lo largo de la novela; más
bien lo contrario: el lector ansía hasta las últimas líneas que suceda algo que
altere los hechos que sabe desde el principio.
También
propio de la crónica periodística es la perspectiva que adopta el narrador. Hay
una mezcla de personas narrativas. En el fragmento hay una alternancia de la
tercera persona, propia de un narrador omnisciente, como es la descripción de
la familia: 1/5; la inclusión de testimonios: 5, 16, 28 que reproducen
declaraciones u opiniones en estilo directo; y la narración en primera persona
–propia de la crónica y de la de un narrador testigo, pues éste participa en la
historia, conoce los personajes: 15, 26, 30.
TÉCNICA NARRATIVA DE LA
OBRA.
(Tipos de narrador que aparecen, puntos de
vista empleados y tratamiento del tiempo y el espacio)
Gabriel
García Márquez, como autor, es uno de los personajes de la novela; es uno de
los amigos de Santiago Nasar, incluso hay alguna referencia a su vida personal:
“Crónica
de una muerte anunciada
es, por lo demás, una joya rara en la obra de García Márquez, pues es él mismo
quien relata la historia en primera persona. El «yo» inquietante que desde el
principio reconstruye los hechos se va reconociendo en el autor hasta
descubrirse del todo, pues dice: «Muchos
sabían que en la inconsciencia de la parranda le propuse a Mercedes Barcha que
se casara conmigo, cuando apenas había terminado la escuela primaria, tal como
ella misma me lo recordó cuando nos casamos catorce años después». Mercedes
Barcha es la «Gaba», así le dicen sus más íntimos amigos…” (Prólogo de Santiago
Gamboa a la edición de la novela). Por tanto, él va a ser el narrador de los
hechos acaecidos en torno a esa muerte y el que presenta a las personas-personajes que se vieron
involucrados. García Márquez es novelista y periodista, y en esta obra va a
poner de manifiesto estas dos facetas.
Como
cronista, informa de los hechos que reconstruye e investiga aportando las dos
características propias del género periodístico: informar objetivamente, pero
también aportar su visión particular de los hechos. Este tratamiento
periodístico implica a su vez un despliegue de recursos propios de ese mundo incluyendo
entrevistas a los personas, investigaciones de los documentos relacionados con
el caso, localización de los espacios… Y desde el punto de vista de la
estructura supone un tratamiento de los hechos narrativos que no sigue el orden
lineal, sino el de prelación: lo más importante antes que lo que es secundario.
Como
novelista, crea un narrador testigo que cuando él participa en los hechos,
cuando está presente, utiliza la primera persona; en cambio, cuando los que
llevan la acción son otros, usa la tercera persona. El hecho de que las
secuencias narrativas que cuenta no estén organizadas en una estructura lineal,
conlleva la continua vuelta a un tiempo anterior para contar acciones que son
importantes para comprender el presente narrativo; es decir, la presencia de
analepsis o flash-back. Esto conlleva avances y retrocesos continuos en el
desarrollo del relato.
También,
según reconoce el propio García Márquez, la novela presenta concomitancias con
el género policiaco. El arranque de la novela es semejante al de bastantes de
estas novelas; se comienza con una muerte, pues desde el principio el lector
está informado del desenlace, por lo que podemos considerar la estructura
narrativa in extrema res. El
desarrollo posterior del relato es reconstruir las circunstancias, motivaciones
que llevan a unos personajes a cometer ese crimen.
En
cuanto al punto de vista podemos decir que es omnisciente tan solo con algunos
personajes, incluyendo al protagonista; a otros, solo se los conoce por su
implicación en los hechos en los que participan.
No
se dice el nombre del pueblo donde transcurre la historia, aunque sabemos que
se trata de un pueblo de Colombia. En general, las descripciones no son
exhaustivas y tan solo buscan dar la información necesaria para que el lector
sitúe la acción de los personajes. Los espacios que predominan son los urbanos:
la plaza, las calles, el puerto… De los espacios interiores, podemos destacar
la vivienda de Santiago Nasar. De ella se describen los dormitorios, la cocina,
dónde está ubicada, los accesos… Es el espacio más importante, donde se comete
el crimen y donde vive el protagonista. Y también se describe con un poco de
más detenimiento la casa de los padres de Ángela Vicario, donde se celebrará el
banquete nupcial, y además se describe en el capítulo 4, la modesta casa en la
que espera la vuelta de Bayardo San Román.
Por
último, la época donde podemos situar la acción es en el siglo XX. El tiempo
central de la narración abarca unos seis o nueve meses, desde que llega Bayardo
San Román al pueblo, hasta el juicio por el asesinato de Santiago Nasar. Pero
partiendo de ahí, el tiempo abarca otras épocas anteriores que el narrador
recupera para contar acontecimientos o presentar personajes que considera
oportunos para mejor comprender el tiempo presente de la acción; por ejemplo,
la referencia al propio padre del protagonista… Y también se extiende al
después, pues se cuenta cómo es la nueva vida de Ángela Vicario y cómo se vuelve
a juntar con su marido; y también se nos informa de que ese crimen no solo
afectó a los protagonistas, sino a otros muchos vecinos de los que se nos
cuenta cómo acaban a modo de epílogo; por ejemplo, la novia de Santiago Nasar,
acabará en el mundo de la prostitución…
TEMAS
DE LA OBRA Y SU RELACIÓN CON LOS QUE APARECEN EN EL TEXTO.
Uno
de los temas más importantes de la obra es la muerte que ronda a lo
largo de la novela, unas veces centrada en la muerte del protagonista, otras,
presente de manera tangencial, como es en este fragmento, pero no menos
importante. La importancia que la muerte tiene en la cultura que cobija los
hechos narrados se manifiesta en la opinión tan positiva que la madre del
narrador tenía de las hermanas Vicario porque su madre les había inculcado el
respeto a los muertos y le había enseñado a saber tratar con los moribundos y a
mortajarlos cuando murieran. El respeto hacia los seres queridos que ya habían
fallecido se manifiesta en el riguroso luto que se les guardaba durante
bastante tiempo: tuvieron una hija intermedia que había muerto de fiebres
crepusculares, y dos años después seguían guardándole un luto liviano dentro de
la casa, pero riguroso en la calle. L 8/10. Incluso, cuando el amor parece
imponer su poder, éste está ligado a la muerte: cuando Bayardo San Román se
enamora de Ángela –la ve junto a su madre cruzar la plaza a la hora de la siesta-,
ésta viste de luto.
Y
relacionado con lo anterior es de destacar la cultura tradicional y
conservadora en la que se ven inmersos los personajes. En el fragmento se
habla de una familia que ha formado a sus hijos según esos valores
distinguiendo el papel que cada uno debe desempeñar según se fuera hombre o
mujer. Aunque esa educación no asegure más tarde un desempeño acorde a esa
formación. A las hermanas se las inculcó el sometimiento al esposo, sin
embargo, cuando se casaron, siguieron muy unidas y se mostraban muy recelosas
de los hombres, actitud que demuestra cierta independencia. Sin embargo, a
pesar de haber sido instruidas para someterse al marido, una vez casadas, éstos
no fueron capaces de romper los vínculos que las hermanas mantenían. 19/22.
Aquí, además, notamos cierto humor en esta paradoja, y que está presente
en la novela
La
creencia en elementos mágicos, o la importancia de la superstición de
los personajes es compatible con su creencia religiosa: el ambiente
donde se desarrolla la acción es una mañana que el pueblo espera la visita
episcopal… Se trata de un sentimiento religioso que se sustenta más en lo
externo y ceremonial que en el sentimiento espiritual. Por eso no es de
extrañar la importancia de la superstición en los personajes: «Muchachas
—les decía—: no se peinen de noche que se retrasan los navegantes». L. 16 y
17.
Y
por último, hemos de hablar de la importancia del destino. Parece que los
personajes se ven obligados a acometer una serie de hechos que son ineludibles,
como si éstos fueran meros peleles en su mano. Así están presentados la mayoría
de los personajes, desde los más importantes hasta los secundarios: su
comportamiento no estuvo regido por lo habitual, sino por algo extraordinario
que al final desencadena la muerte de Santiago Nasar.
VALOR
ESTILÍSTICO DE ADJETIVOS Y VERBOS.
En
el texto predominan los sustantivos y adjetivos sobre otra clase de palabras
como no podía ser de otra manera en un texto fundamentalmente descriptivo, pues
se describe la familia de Ángela Vicario y se cuentan algunos detalles de su
vida.
Los adjetivos que acompañan al sustantivo en
el sintagma nominal son especificativos y pospuestos, con lo cual aportan
rasgos apreciados con objetividad al seleccionar y limitar el significado de
los sustantivos: hija menor 1, recursos escasos 2, aspecto manso y un tanto
afligido 4, hija intermedia 8, luto liviano… riguroso 9...
Lo
mismo podemos decir de los adjetivos que funcionan como atributos en el
predicado nominal, pues tienen una función clasificadora y descriptiva: son
perfectas 18, será feliz 18, era la más bella 23, parecía desvalida 26…
Sin
embargo, podemos observar algún rasgo lingüístico que refleja la visión
subjetiva del cronista: aspecto manso y un tanto afligido 4, era la
más bella de las cuatro 23.
Encontramos
una sustantivación de un adjetivo al anteponer un artículo en boca de Santiago
Nasar: tu prima la boba 29.
El
tiempo que predomina es el pretérito imperfecto de indicativo, que es el
apropiado para las descripciones insertadas en una narración: era 1,
disimulaba 4, parecía 5, seguía 6, eran 14 reprochaba 15, pensaba 33...
Además
nos encontramos algunos pretéritos perfectos simples que se refieren a hechos
pasados y acabados; se utilizan para relatar hechos pasados protagonizados por
los personajes antes del crimen: acabó 2, casó 4, consagró 4, tuvieron 8,
fueron 8…
Hay
también pretéritos pluscuamperfectos para referirse a acciones pasadas dentro
de otro tiempo pasado. Se está refiriendo a hechos anteriores a la historia
central: había sido 3, se habían casado 7…
Hay
también un presente con valor de presente histórico: “Parecía una monja –recuerda
Mercedes…” Es una cita directa de las declaraciones de un testigo. Estas
citas son propias del lenguaje periodístico, y sirven para actualizar y acercar
hechos pasados al momento de le lectura.
MECANISMOS DE COHESION.
La
coherencia del texto está asegurada al referirse todo él a la familia Vicario;
en concreto, se describe a cada uno de sus miembros.
La
cohesión lingüística de todo el texto, especialmente de las cuatro partes en
las que se ha dividido, se logra con la inclusión de términos correspondientes
a dos isotopías. La primera estaría formada por palabras pertenecientes a la familia
2. Por ejemplo, padre 2, el honor de la
casa 3, madre 6, atención del esposo y crianza de los hijos 6, las dos hijas
mayores 7, los hermanos fueron criados… 10, habían sido educadas 10, esposo 11, hijos 12, gemelos 14, hija
intermedia 15, crianza 11. Una segunda isotopía estaría formada por una
serie de adjetivos que son utilizados para fijar el carácter de los miembros de
la familia: manso y un tanto afligido
4, carácter 7, afligido 8, educadas 33,
perfectas 34, desamparado 37 pobreza de espíritu 47, desvalido 50, penuria de
espíritu 60.
Además
observamos los siguientes enlaces léxicos que permiten ir cohesionando las
oraciones del texto: en la oración 2, línea 1, padre es hirperónimo de hija
en la oración anterior; del mismo modo que madre,
de la línea 3, también es hiperónima con respecto a hija e cohipónima con respecto a padre.
Algunos
mecanismos lingüísticos que unen las partes en las que hemos dividido el texto
son los siguientes. La primera parte y la segunda mediante el posesivo su, enlace anafórico, que se refiere a
Ángela Vicario. La segunda parte se une a la tercera mediante enlaces
anafóricos: ellas 10, se refiere a
las hermanas mencionadas en 13. En la 11 encontramos elipsis, al suprimirse el
sujeto: (ellas, las dos hermanas) sabían.
La
tercera parte con la cuarte mediante enlaces léxicos al repetirse nombres de
personas ya mencionados: Ángela Vicario,
mi madre 23.
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