Rima LXI / Gustavo Adolfo Bécquer.
Al ver mis horas de fiebre e insomnio lentas pasar, a la orilla de mi lecho, ¿quién se sentará? Cuando la trémula mano tienda próximo a expirar buscando una mano amiga, ¿quién la estrechará? Cuando la muerte vidrie [1] de mis ojos el cristal, mis párpados aún abiertos, ¿quién los cerrará? Cuando la campana suene (si suena en mi funeral), una oración al oírla, ¿quién murmurará? Cuando mis pálidos restos oprima la tierra ya, sobre la olvidada fosa. ¿quién vendrá a llorar? ¿Quién en fin al otro día, cuando el sol vuelva a brillar, de que pasé por el mundo, ¿quién se acordará? Estructura externa. Se trata de un poema formado por seis coplas; por tanto los versos se agrupan de cuatro en cuatro. Miden ocho sílabas, octosílabos de arte menor, excepto el último verso de cada estrofa que es un hexasílabo. La rima es asonante en los pares quedando libres los impares. El ritmo es trocaico al caer el acento estrófico en sílaba impar. Encontramo