ESTRUCTURA EXTERNA:
Se trata de un
fragmento de un texto más amplio que lleva como título Lenguaje y discriminación, publicado en una revista especializada
cuyo nombre es Cuadernos para el Diálogo.
Lo podemos considerar
un texto expositivo con una estructura sintética: se comienza con el desarrollo
y se termina con la conclusión en la que aparece la idea principal.
ESTRUCTURA INTERNA.
En las líneas de la 1 a
la 5 se narra una anécdota a modo de introducción del tema: una madre intenta
calificar la conducta valiente de su hija, al salvar a una compañera que se ahogaba,
y la única expresión que le sale es sexista.
En la líneas 6 a la 8
se reflexiona sobre lo inadecuado que resultaba la expresión que se iba a
utilizar (…como un hombre.) para
referirse a la valentía de su hija.
En las líneas 9 y 11 se
vuelve a poner otro ejemplo de expresiones sexistas cuando, para resaltar la
seriedad y urbanidad de una directora de periódico, se utiliza la expresión
“caballerosidad”.
Por último, desde la
línea 12 hasta la 16, el autor llega a la conclusión de que en nuestro lenguaje
hay muchas palabras que expresan cualidades que están marcadas con el género
masculino como si fueran patrimonio exclusivo de los hombres.
TEMA.
Análisis de expresiones
sexistas en castellano a partir de la frase “…como un hombre” utilizada para
resaltar la valentía.
RESUMEN.
Partiendo de una
anécdota inicial de una madre que se refiere al acto heroico protagonizado por
su hija al salvar a un niño que se ahogaba, con la frase “Se ha comportado como
un hombre”, y de varios ejemplos, el autor llega a la conclusión de que en
nuestra sociedad hay una identificación en muchos casos de hombre con persona,
excluyendo a las mujeres. Así se explica que haya bastantes palabras sexistas
que están configuradas para referirse exclusivamente al hombre, como, por ejemplo,
caballerosidad, portarse como un hombre,…
ESQUEMA del texto sexismo y lenguaje.
1. Hay palabras y
expresiones que se refieren a cualidades o actitudes marcadas sexistamente, de
tal manera que solo se pueden aplicar al hombre:
1.1
Portarse
como un hombre, para resaltar la valentía.
1.2
Caballerosidad,
para expresar nobleza, rectitud, ponderación…
1.3
Hidalguía,
hombría de bien…
2. El lenguaje refleja
desequilibradamente la identificación de persona con hombre, excluyendo o desfavoreciendo
a las mujeres.
ACTITUD E INTENCIONALIDAD.
El tema es tratado por
el autor de manera objetiva y bastante aséptica. La presencia del autor se
diluye con bastante facilidad, aunque parece claro que ese afán de explicación
no persigue otro objetivo que convencer al lector de lo cierto del texto; es
decir, que existe discriminación sexual en el lenguaje. El análisis de los
rasgos lingüísticos del texto nos llevan a creer en esta objetividad: no hay
referencias al emisor, la función más importante del lenguaje es la
representativa, no hay casi adjetivación y los adjetivos que aparecen son
especificativos y están pospuestos, como por ejemplo en la línea 9: una persona ofendida; en la 12: ejemplos triviales; en la 16: sociedad patriarcal.
El autor pretende que
los receptores de la exposición recapaciten sobre la manera tan sutil de cómo
la lengua refleja la discriminación sexual presente en la sociedad. Esta
discriminación restringe ciertas expresiones lingüísticas y palabras en el
género masculino, como si su significado y lo que representan sólo estuvieran
destinadas al hombre. Por eso estas palabras, esta fraseología, no sirven para
referirse a las mujeres cuando hay necesidad de aplicar el contenido semántico
a ellas.
Aunque el texto parece
tener un carácter lingüístico, la idea fundamental es más amplía y se refiere,
en general, a la discriminación de la mujer en la sociedad: la discriminación
lingüística sería una muestra más de otras muchas.
La intención de la
exposición es que llegue al mayor número posible de electores utilizando un lenguaje
claro, numerosos ejemplos y anécdotas, etc., pero con la intención de convencer
de que es cierta la discriminación.
TIPO DE TEXTO.
[Ámbito de uso] Por el tema que se
aborda, que ronda lo lingüístico y lo social, podemos decir que es un texto
humanístico. Se trata de un ensayo, texto en el que se aborda un tema con un
acercamiento muy personal por parte del autor. Diríamos que desde el ámbito de
uso, el texto está escrito por un profesional probablemente relacionado con la
docencia.
[Tipo de discurso]
El tipo de
discurso que nos encontramos es fundamentalmente expositivo. Se trata de dar
información sobre el tema de la discriminación sexual en el lenguaje. Sin
embargo, si tenemos en cuenta las particularidades del género ensayístico, podremos
comprender que, a veces, por la manera de tratar el asunto, sobre todo en la
conclusión, dudemos si expone o argumenta.
También tenemos
muestras de narración cuando el autor cuenta la anécdota en boca de la madre.
La estructura de la
exposición es inductiva: se expone la idea central después de examinar y ver
distintos ejemplos; es decir, tenemos una estructura sintetizante.
Nos encontramos con
algunos de los procedimientos que
son propios de la organización de la información en estos textos expositivos: anécdotas
en la línea 4, ejemplos, resúmenes en las líneas de la 12 a la 16,
pregunta-respuesta en la línea 6, enumeraciones en las líneas 14
y 15…
Algunas características
lingüísticas propias de la exposición que podemos resaltar del texto analizado son
las siguientes:
-uso del presente
intemporal en la línea 14-16: Es
el caso de voces como hidalguía, caballerosidad, hombría de bien, etc. Su
existencia es expresiva de la identificación subconsciente de varón con
persona, que es típica de toda sociedad patriarcal.
-uso de aclaraciones, incisos,
paréntesis, como en la línea 6, también era línea 13 y 14: …cuando queremos aplicarlas a una mujer (o mejor todavía, a
persona de sexo no conocido) el resultado es un titubeo…
-oraciones enunciativas
relacionadas con la objetividad, en la línea 9: Una persona ofendida escribe al director de una revista.
-el uso de la tercera
persona, también relacionada con la objetividad, en la línea 12: Con estos ejemplos triviales se pone
de manifiesto… (Además, la oración es impersonal).
-la presencia también de plurales sociativos
en la línea 13: que cuando queremos
aplicarlas a una mujer…
-oraciones atributivas en las líneas 14 a la16: Es el caso de voces como hidalguía,
caballerosidad, hombría de bien, etc. Su existencia es expresiva de la
identificación subconsciente de varón con persona, que es típica de toda
sociedad patriarcal.
-la presencia de un estilo
nominal en las líneas 12 y 13: el hecho
de cómo muchas palabras que expresan cualidades, actitudes, etc.,
tradicionalmente tenidas por «viriles»,
-el léxico denotativo:
todas las palabra tienen un solo significado.
-adjetivación escasa y
la que encontramos es especificativa: en la línea 9: una persona ofendida; en la 12: ejemplos triviales; en la 16: sociedad patriarcal.
-la presencia de sustantivos
abstractos, por ejemplo en la línea 12: cualidades,
actitudes; en la 16: sociedad.
VALORACIÓN PERSONAL.
[Valoración sobre el texto]
Se trata
de un texto muy breve en su desarrollo, ya que la exposición es casi solo la
sucesión de ejemplos y citas. Sin embargo, el uso de estos ejemplos es muy
pertinente para desarrollar la idea fudamental del texto. El número de ellos
con usos machistas del lenguaje es exhaustivo, pues la única información o
desarrollo teórico es la enumeración de esos términos; no hay análisis del
oriegen u otras razones lingüísticas que las expliquen.
Los procedimientos
expositivos, como la secuencia pregunta respuesta, de la línea 6, ¿Qué ha pasado en esta hablante? El lector
lo habrá imaginado. (¿Por qué el lector y no la lectora?), ayudan al lector
a seguir el desarrollo de los conceptos que transmite. Y también, la propia
estructura sintetizante, que casi es obligatoria en el planteamiento expositivo
utilizado por el autor, ayuda a conseguir el objetivo de la exposición.
[Valoración sobre el tema].
Si se está
de acuerdo con la idea fundamental del texto, que es la discriminación que
sufre la mujer en nuestra sociedad, se ha de coincidir con el autor en que también
en el lenguaje está presente esa desigualdad, pues el lenguaje, la manera de
comunicarse, refleja lo que es la sociedad y lo que son las personas.
Durante las últimas
décadas, en la sociedad occidental. se ha luchado por conseguir la igualdad. Esta
lucha para evitar la discriminación se ha emprendido también en el lenguaje,
como también se se está intentado en otros ámbitos. Ahora bien, en esta
concienciación y lucha, desde mi punto de vista, se han cometido errores que
van en contra del funcionamiento sintáctico de la lengua y de los principios
que rigen la comunicación. En ciertos círculos, sobre todo políticos, ya no se
utilizan los sustantivos masculinos para referirse a la generalidad de nombres
masculinos y femeninos, se precisa y se dice, por ejemplo: señores diputados, señoras diputadas,… Sobre todo en contextos
comunicativos en los que se valora lo políticamente correcto. Lo cierto es que
ese lenguaje termina siendo farragoso desde el momento en que se nombra una vez
en un discurso, pues se debería repetir ya la distinción en todo él. Quiero decir, que
el lenguaje sería redundante e iría en contra de la economía lingüística de los
hablantes que se rigen por el principio del mínimo esfuerzo para comunicarse.
Otro factor a tener en
cuenta es la premisa falsa de equiparar automáticamente lo que es un morfema
gramatical que sirve para la concordancia, como es el morfema de género, con
sexo masculino o femenino.
A todos nos conviene la
igualdad, incluso aceptando la discriminación llamada positiva hacia las
mujeres, presente, por ejemplo, en leyes como la ley de los maltratos, adopción…
Me parece bien que en la familia, en la sociedad, en la educación, se luche por
este derecho a la igualdad, pero en el caso del lenguaje, aunque hay
indudablemente reminiscencias machistas, el cambio hacia la igualdad se tardará
más en notar y, en algunos casos, no se podrá alcanzar porque las estructuras
de un idioma no son sencillas de cambiar ni se pueden imponer por norma.
FUNCIONES DEL LENGUAJE.
Las funciones más
importantes son:
La funcion referencial
o representativa,
con la que el autor aporta información a través de reflexiones, contando
anécdotas, poniendo de manifiesto la discriminación sexual en el lenguaje. Lo
que se pretende es aportar una información previa de la que inferir la idea
principal, que casi podemos considerar tesis, de que el lenguaje refleja una
discriminación sexual. Esta función se refleja en el lenguaje con la actitud
objetiva con la que el autor aborda el tema y con las siguientes
características lingüísticas:
-uso del presente
intemporal en la línea 14-16: Es
el caso de voces como hidalguía, caballerosidad, hombría de bien, etc. Su
existencia es expresiva de la identificación subconsciente de varón con
persona, que es típica de toda sociedad patriarcal.
-uso de aclaraciones, incisos,
paréntesis, como en la línea 6, también era línea 13 y 14: …cuando queremos aplicarlas a una mujer (o mejor todavía, a
persona de sexo no conocido) el resultado es un titubeo…
-oraciones enunciativas
relacionadas con la objetividad, en la línea 9: Una persona ofendida escribe al director de una revista.
-el uso de la tercera
persona, también relacionada con la objetividad, en la línea 12: Con estos ejemplos triviales se pone
de manifiesto… (Además, la oración es impersonal).
-la presencia también de plurales sociativos
en la línea 13: que cuando queremos
aplicarlas a una mujer…
-oraciones atributivas en las líneas 14 a la16: Es el caso de voces como hidalguía,
caballerosidad, hombría de bien, etc. Su existencia es expresiva de la
identificación subconsciente de varón con persona, que es típica de toda
sociedad patriarcal.
-la presencia de un estilo
nominal en las líneas 12 y 13: el
hecho de cómo muchas palabras que expresan cualidades, actitudes, etc.,
tradicionalmente tenidas por «viriles»,
-el léxico denotativo:
todas las palabra tienen un solo significado.
-adjetivación escasa y
la que encontramos es especificativa: en la línea 9: una persona ofendida; en la 12: ejemplos triviales; en la 16: sociedad patriarcal.
-la presencia de sustantivos
abstractos, por ejemplo en la línea 12: cualidades,
actitudes; en la 16: sociedad.
También
aparece en el texto la función metalingüística pues el autor utiliza
el lenguaje para hablar del propio lenguaje; en concreto, las referencias
machistas presentes en el lenguaje al analizar expresiones y palabras sexistas.
Incluso, en el texto se enfatizan estas palabras recurriendo a procedimientos
tipográficos como enmarcarlas en comillas o resaltarlas en letra cursiva: “Con estos ejemplos triviales se pone
de manifiesto el hecho de cómo muchas palabras que expresan cualidades,
actitudes, etc., tradicionalmente tenidas por «viriles», han quedado acuñadas
tan masculinamente que cuando queremos aplicarlas a una mujer (o mejor todavía,
a persona de sexo no conocido) el resultado es un titubeo. Es el caso de voces
como hidalguía, caballerosidad, hombría de bien, etc. Su existencia es
expresiva de la identificación subconsciente de varón con persona, que es
típica de toda sociedad patriarcal”.
En menor medida también
encontramos la función expresiva, sobre todo cuando la
madre se refiere al valor de su hija. También, en algún momento, la actitud del
autor roza la subjetividad: está exponiendo una idea que no es evidente por sí
misma.
Podemos, por último, de
la presencia de la función conativa: además de informar,
parece que el emisor trata de convencer al lector, pues, aunque aparentemente
el texto es objetivo, se aprecia que el autor milita en el bando de los
convencidos de que es cierta su premisa de que existe discriminación sexual en
el lenguaje.
Un poco de publicidad personal...
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