(Un silencio. El padre ha
sacado un pitillo, lo ha partido y le da la mitad a su hijo. Lo encienden.)
DON LUIS: (Dando una
profunda bocanada.) Qué malo es, ¿verdad?
LUIS: Sí, papá. Pero se
fuma... Me parece que, te detengan o no, nos esperan malos tiempos,
¿verdad?
DON LUIS: A mí me parece lo
mismo, pero hay que apechugar con lo que sea.
LUIS: Hay que ver... Con lo
contenta que estaba mamá porque había llegado la paz...
DON LUIS: Pero no ha llegado
la paz, Luisito: ha llegado la victoria. He hablado con doña María
Luisa. ¿Te acuerdas que
alguna vez le llevé un kilo de bacalao?
LUIS: Sí..
DON LUIS: Prometió pagarme
el favor. Por mí no puede hacer nada, porque hay que esperar a que
me depuren... Pero dice que
un amigo suyo a ti podría colocarte.
LUIS: Bueno. Y al mismo
tiempo estudio.
DON LUIS: Eso habíamos
dicho. Al principio te será fácil porque la Física la sabrás de memoria.
LUIS: Sí, he estudiado
bastante.
DON LUIS: Pero ¿has
estudiado Física roja o Física nacional?
LUIS: Y... ¿de qué me puede
emplear el amigo de doña María Luisa?
DON LUIS: (Antes de
contestar echa una mirada de reojo a su hijo. Duda un poco y contesta con una
sonrisa.) De... de chico de
los recados.
LUIS: ¡Ah!
DON LUIS: No he encontrado
otra cosa, Luis. Pero él dice que es de mucho porvenir. Están
montando una oficina de
importación y exportación. Y, de momento, no son más que
tres o cuatro, todos de la
otra zona. Tú serías el quinto.
LUIS: Sí, el chico de los
recados.
DON LUIS: Compréndelo. Hay
que llevar dinero a casa —del que vale, no de las estampitas ésas—
a gastar en trapos y en
pinturas. Y lo de «chico de los recados» lo digo un poco en
cachondeo. Es que dicen que
al principio todos tendrán que arrimar el hombro, y habrá
que llevar paquetes y cosas
de un lado a otro.
LUIS: Ya, ya.
DON LUIS: Para ese empleo te
vendría bien la bicicleta que te iba a comprar cuando pasase esto,
¿te acuerdas?
LUIS: Ya lo creo. Yo la
quería para el verano, para salir con una chica.
DON LUIS: ¡Ah!, ¿era para
eso?
LUIS: No te lo dije, pero
sí.
DON LUIS: Sabe Dios cuándo
habrá otro verano.
(Siguen paseando.)
TELÓN
1.
Estructura externa.
Fragmento
en prosa del final de la obra Las
bicicletas son para el verano, de Fernando Fernán Gómez.
Nos encontramos un diálogo
teatral: cada intervención está precedida del nombre el personaje. Además, hay
descripción de las acciones que los personajes realizan, recogidas en las
acotaciones, que aparecen entre paréntesis: (Un
silencio. El padre ha sacado un pitillo, lo ha partido y le da la mitad a su
hijo. Lo encienden.)
2.
Estructura interna.
Por
los temas de los que hablan los personajes, podemos establecer tres partes:
La
primera desde la línea 1 a la 7: padre e hijo comentan el fin de la contienda
militar, que no ha traído la anhelada paz, sino la represión de los vencidos
por parte de los ganadores.
La
segunda parte comprende desde la línea 8 a la 28, en la que el padre propone al
hijo que acepte el trabajo de chico de los recados ante su previsible
depuración y encarcelamiento.
La
tercera, desde la línea 29 a la 35, el padre le recuerda a su hijo que para
desempeñar ese empleo le vendría bien la bicicleta que hace tres años le pidió.
Al nombrar la bicicleta, el hijo reconoce que en ese momento quería la
bicicleta para salir con una chica.
3.
Tema.
Desesperación de don Luis y de
su hijo ante el futuro incierto que les espera después de acabar la guerra.
4.
Resumen.
Una vez acabada la guerra,
padre e hijo comentan las consecuencias del fin del conflicto bélico. Para su
sorpresa, el fin no ha traído la paz y la convivencia, sino la represión por
parte de los vencedores de todos aquellos que tuvieron algo que ver con el
bando de los vencidos –los republicanos. En este sentido, anticipándose al
seguro encarcelamiento, el padre sugiere al hijo que acepte el empleo de
recadero que le ha conseguido gracias a la amabilidad de una señora que le
debía un favor. El empleo no es muy bueno, pero va a ser el único modo de que
entre algo de dinero para mantener a la familia. A este propósito, el padre se
acuerda de la bici que su hijo le pidió que le comprara hace tres años, y que
ahora le hubiera venido muy bien para desempeñar su oficio. El hijo, con
nostalgia, le confiesa que cuando quería que se la comprara era para salir con
una chica.
5.
Características del teatro neorrealista.
Las
bicicletas son para el verano
fue estrenada por Fernando Fernán Gómez en el 1984. Antes, en 1977 consiguió el
Premio Lope de Vega del Ayuntamiento de Madrid.
El fragmento que se comenta
pertenece a la última secuencia, al epílogo, al fin de la obra. Hay que anotar
que la obra no se divide en actos, sino en secuencias o cuadros, quince en
total, más un prólogo y el epílogo mencionado. En este sentido, el teatro de
estos años vuelve a la organización tradicional de la estructura dramática, con
historias lineales y personajes realistas, con un comportamiento dramático
similar al de la vida común. Es decir, hay una vuelta al realismo, la llamada
etapa neorrealista.
El tema de la obra, las
consecuencias derivadas de la Guerra Civil, con la restauración de la
democracia a partir de 1975, es un tema común en esos años, interés que se
prolonga prácticamente hasta nuestros días.
6.
Principales figuras literarias.
FIGURA
|
VERSO
|
CITA
|
COMENTARIO
|
|
34
|
Sabe Dios cuándo habrá otro verano.
|
Frase exclamativa final que
resume, a modo de conclusión, el sentir final de los protagonistas.
|
Metáforas Comentamos a continuación un conjunto de
metáforas consolidadas, propias de un registro lingüístico coloquial.
|
3
|
Nos esperan malos tiempos
|
Es una metáfora pura. El
significado es que el futuro será malo.
|
5
|
Pero hay que apechugar con lo que sea
|
El término real de la
metáfora es afrontar o resistir las adversidades.
|
8
|
Pero ¿has estudiado Física roja o Física nacional?
|
Se presenta la materia de
Física diferenciada en adjetivos que representan los dos bandos: en el
programa educativo de la dictadura o en el de la República.
|
24
|
Del que vale, no de las estampitas ésas
|
Con las estampitas se
refiere al papel moneda de la República, ya sin valor al iniciarse la
dictadura. Con estampitas se manifiesta el poco valor, como el de las
estampitas de santos o de los cromos de los niños.
|
Metonimia
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25
|
A gastar en trapos y en pinturas
|
En ropa y en cosmética. Se
utiliza el material, trapos o telas, y la acción, pintar, por los productos.
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Personificación
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6 y 7
|
Había llegado la paz/ ha llegado la victoria
|
Se presenta a la paz y la
victoria como si ellas mismas pudieran realizar la acción de “llegar” de
manera independiente a la acción de los humanos.
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