Capítulo
XLVI La Tísica
Platero
y yo: de Juan Ramón
Jiménez
Estaba derecha en una triste silla, blanca
la cara y mate, cual un nardo ajado, en medio de la encalada y fría alcoba. Le
había mandado el médico salir al campo, a que le diera el sol de aquel mayo
helado; pero la pobre no podía.
—Cuando yego ar puente—me dijo—, ¡ya
v'usté, zeñorito, ahí ar lado que ejtá!, m'ahogo...
La voz pueril,
delgada y rota, se le caía, cansada, como se cae, a veces, la brisa en el
estío.
Yo le ofrecí a Platero para que diese un
paseíto. Subida en él, ¡qué risa la de su aguda cara de muerta, toda ojos
negros y dientes blancos!
...Se asomaban las mujeres a las puertas a
vernos pasar. Iba Platero despacio, como sabiendo que llevaba encima un frágil
lirio de cristal fino. La niña, con su hábito cándido de la Virgen de Montemayor,
lazado de grana, transfigurada por la fiebre y la esperanza, parecía un ángel
que cruzaba el pueblo, camino del cielo del Sur.
ESTRUCTURA EXTERNA.
El texto es un capítulo entero perteneciente
a Platero y yo, de Juan Ramón
Jiménez. Está escrito en prosa. En él predomina la descripción de la muchacha,
de la habitación donde se encuentra, de su voz, de la niña montada en el burro...
En menor medida hay también algo de narración en la línea 8 y un parlamento en
estilo directo de la niña en las líneas 4 y 7.
ESTRUCTURA INTERNA.
Según el contenido, se podría hablar de
dos partes.
Primera, de la l.1 a la 9. Se trataría del
encuentro de Juan Ramón con la niña tísica, descripción de la misma y
ofrecimiento para pasearla montada en el burro para que le diera el aire.
Segunda parte, desde la l. 10 al final.
Narración del paseo y descripción de la niña montada en el burro.
TEMA.
Paseo en burro de una niña tísica, casi
inválida, para que le diera el aire.
RESUMEN.
El escritor visita en su casa a una niña
enferma de tuberculosis que se encuentra muy débil. El médico le había
recomendado que tomara el aire, pero casi no podía andar pues se fatigaba
enseguida. Juan Ramón le ofrece llevarla de paseo por el pueblo montada en Platero.
A la niña le gustó la idea y durante el recorrido no paraba de reírse de lo
contenta que iba.
CARACTERÍSTICAS LITERARIAS DE PLATERO Y YO
PRESENTES EN ESTE TEXTO.
La protagonista del capítulo es una niña
enferma por la cual Juan Ramón siente afecto. Intenta que disfrute al aire
libre; por eso, se ofrece a sacarla de paseo. En el libro, el autor muestra
especial afecto por los débiles o por los que sufren injusticias. Él mismo,
también enfermo, muestra empatía por un ser indefenso, como esa niña que está
condenada a morir.
La caracterización del habla vulgar de la
niña en las líneas 4 y 5 sirve para diferenciar la distinta clase social de los
protagonistas: él, señorito andaluz –que, sin embargo, tiene un burro, no un
caballo- y la niña en su mísera casa. Ese acercamiento del señorito a la pobre
niña es una muestra de esa sensibilidad especial del autor.
El momento del año en que se produce este
paseo es en mayo, en un helado mayo,
l. 3. El autor sitúa cada una de sus experiencias en un momento concreto del
ciclo anual. Y el conjunto de capítulos hace referencia a vivencias que duran
un año, de primavera a primavera.
Otro detalle significativo es la mención a
la Virgen de Montemayor. El pueblo, sus calles, los vecinos, su cultura
particular… son referencias verdaderas; poco hay de inventado en el libro.
El estilo de su prosa se acomoda a las
necesidades comunicativas; por ejemplo, en el último párrafo, cuando describe
el paso cuidadoso de Platero por las calles para que la niña no se lastime,
éste se consigue con un ritmo lento de la prosa –pretéritos imperfectos que
inmovilizan casi la acción, aclaraciones (como sabiendo que llevaba encima
un frágil…) Otros rasgos es la abundante adjetivación y el uso de imágenes
poéticas cuyo resultado son descripciones impresionistas: Subida en él, ¡qué
risa la de su aguda cara de muerta, toda ojos negros y dientes blancos!, líneas
8 y 9.
FIGURAS LITERARIAS.
FIGURA
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LÍNEAS
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CITA
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EXPLICACIÓN
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Epítetos
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2
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En medio
de la encalada y fría alcoba.
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Se resaltan dos
cualidades de esta parte de la casa que normalmente son blancas.
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Sinestesia
|
2
|
En medio
de la encalada y fría alcoba.
|
Se mezclan adjetivos
que expresan cualidades que se perciben con sentidos diferentes: la vista y
el tacto.
|
6
|
La voz
pueril, delgada y rota, se le caía, cansada,
|
Se aplican a un sonido
características físicas propias de un objeto: delgado, roto.
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Símil
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1
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Cual un
nardo ajado
|
La decrepitud y falta
de vida de la chiquilla se compara con una flor casi muerta.
|
6 y 7
|
La voz pueril,
como se cae, a veces, la brisa en el estío.
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Para expresar que la
niña casi no podía hablar, utiliza el símil de la aparición muy infrecuente
de la brisa en el verano.
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10 y 11
|
Iba
Platero despacio, como sabiendo que llevaba encima un frágil lirio de cristal
fino.
|
El asno era consciente
de la fragilidad de la niña.
|
Personificación
|
1
|
…en una
triste silla
|
La lástima que causaba
la niña se traslada al mueble en el que está sentada.
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Metáfora
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6
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La voz…
se le caía, cansada…
|
El término real es que
la niña no controlaba el habla, que le salía a veces cuando recuperaba el
aliento.
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11
|
…un
frágil lirio de cristal fino.
|
Término real: la niña,
que estaba muy enferma.
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13
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…parecía
un ángel que cruzaba el pueblo, camino del cielo del Sur.
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La vestimenta de la
niña la asemejaba a un ángel, que –término real- más parecía de otro mundo
que de éste. Su muerte es inminente -y ya en vida parece un ángel- y se
anticipa que disfrutará del cielo, de Dios.
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