Es una tarde cenicienta y mustia / Antonio Machado.
Es
una tarde cenicienta y mustia,
destartalada,
como el alma mía;
y
es esta vieja angustia
que
habita mi usual hipocondría.
La causa de esta angustia no consigo
ni
vagamente comprender siquiera;
pero
recuerdo y, recordando, digo:
—Sí,
yo era niño, y tú, mi compañera.
*
Y no es verdad, dolor, yo te conozco,
tú
eres nostalgia de la vida buena
y
soledad de corazón sombrío,
de
barco sin naufragio y sin estrella.
Como perro olvidado que no tiene
huella
ni olfato y yerra
por
los caminos, sin camino, como
el
niño que en la noche de una fiesta
se pierde entre el gentío
y
el aire polvoriento y las candelas
chispeantes,
atónito, y asombra
su
corazón de música y de pena,
así voy yo, borracho melancólico,
guitarrista
lunático, poeta,
y
pobre hombre en sueños,
siempre
buscando a Dios entre la niebla.
ESTRUCTURA EXTERNA.
Es un texto completo en
verso. Desde el punto de vista externo nos encontramos el poema dividido en dos
partes mediante un asterisco y unos espacios en blanco. Este espacio puede
significar un silencio reflexivo en el pensamiento del poeta. Está dando
vueltas a lo que le pasa y este acto reflexivo se realiza con calma. La segunda
parte sería la explicacion, tras el silencio, que él encuentra a su forma de
ser.
El discurso principal es el
diálogo; se trataría de un soliloquio
que mantiene con él mismo, aunque se dirige al dolor: Y no es verdad, dolor, yo te conozco, en el verso 9. Hay alguna parte descriptiva,
sobre todo en la primera estrofa.
La métrica del poema no
obedece a un esquema clásico. Los noventayochistas, al igual que los modernistas,
renuevan las fórmulas métricas. Se trata de un conjunto de estrofas formadas
por cuatro versos, la mayoría endecasílabos, aunque también, aunque pocos, heptasílabos,
por ejemplo, el verso 3, 14, 17, 23. No obstante, hemos de diferenciar la
primera parte, las dos primeras estrofas; en éstas, la rima es consonante y encadenada:
A,B,a,B y C,D,C,D.
La segunda parte está
formada también por versos endecasílabos y algún heptasílabo; sin embargo, la
rima es diferente a los versos anteriores: ahora, solo riman los versos pares
en asonancia y quedan libres el resto. La mayor parte de los versos se agrupan
de cuatro en cuatro. Esta composición de versos endecasílabos y heptasílabos,
sin un orden establecido, se llama silva.
ESTRUCTURA INTERNA.
La separación física en dos
partes del poema marca la división interna del mismo, como ya se ha explicado
en el apartado anterior.
La primera parte, versos del
1/8, el poeta parte del presente, una tarde triste, sin luz, que le sirve de
término de comparación de su alma melancólica, angustiada. Reflexionando sobre
las causas de su forma de ser no halla una razón; de lo que está seguro es que
ya de pequeño era así.
La segunda parte, versos
9/24, el poeta se enfrenta a su alma que sufre, a su soledad y percibe que su
vida no tiene nada de especial. Vive sin una razón que justifique su
existencia, con la sensación de desolación, porque busca creer –dirigirse a una
meta- en Dios, pero no encuentra el camino.
TEMA.
Reflexión melancólica del
poeta sobre el sufrimiento y el sinsentido de su vida, que achaca a su falta de
fe en Dios.
RESUMEN.
El poeta compara su alma y
su forma de ser atormentada y melancólica con la de una tarde sin luz.
Reflexiona sobre su personalidad y cree que de niño ya era así. Esta situación
le hace sufrir por encontrarse solo y por no encontrar en su vida un sentido o
algo que la haga especial. Él se afana por buscar un rumbo que le guíe, que
sería su creencia en Dios, pero fracasa en su intento.
CARACTERÍSTICAS DE LA GENERACIÓN DEL 98
PRESENTES EN ESTE TEXTO.
Los autores de la Generación del 98 beben
de la literatura francesa, al igual que los modernistas, pero sobre todo van a
trabajar mas la faceta simbolista que la parnasiana. La evasión del presente se
realiza hacia su interior intentando analizar su alma, sus preocupaciones. Posteriormente
intentarán representar externamente lo que les pasa a través del paisaje buscando
una identificación entre los dos, alma y paisaje. En este caso, Antonio Machado,
ahonda en algo que le preocupa, como es su soledad y la angustia vital. En el
poema, el término externo de comparación de esos sentimientos se refleja en la
tarde triste y melancólica de la que parte: Es una tarde cenicienta y
mustia… Este poema pertenece al libro Soledades, Galerías y otros
poemas…
Otra característica de los
escritores de la época y de Antonio Machado, es la angustiosa búsqueda de una
razón o un motivo que dé sentido a la vida, algo que sucede también a Miguel de
Unamuno. Son agnósticos, pero se esfuerzan por comprender y creer en Dios,
proceso que les crea mucha ansiedad. En el poema ese vivir sin rumbo, se
terminaría si el poeta creyera en Dios. Esta búsqueda de Dios es uno de los
temas recurrentes de la literatura existencialista.
FIGURA
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VERSO
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CITA
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EXPLICACIÓN
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Apóstrofe
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9
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Y no es verdad, dolor, yo te
conozco,
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El poeta se dirige a su dolor, a su malestar.
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Polisíndeton
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18/20
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y el aire polvoriento y
las candelas
chispeantes, atónito, y
asombra
su corazón de música y
de pena,
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Uso de la conjunción y de
manera innecesaria. El niño perdido en una noche de fiesta se encuentra
rodeado de gente, de múltiples estímulos que le producen sensaciones
contradictorias. Esos estímulos parecen no acabar y se multiplican con la
presencia de esa y delante de cada término, como si el impacto de cada
uno de ellos fuera mayor que el precedente: y… y… y…
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Paralelismo
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12
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Barco sin naufragio y
sin estrella
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Repetición de la misma estructura sintáctica
del complemento del nombre. Se consigue ritmo.
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Polípote
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7
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Pero recuerdo, y recordando…
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Repetición de un verbo en diversas formas:
presente y gerundio. El acto de pensar, con esta repetición, parece alargarse,
como si en el proceso de reflexión hubiera encontrado una respuesta a algo
que daba vueltas: —Sí, yo era niño, y
tú, mi compañera.
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Elipsis
|
8
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—Sí, yo era niño, y tú,
mi compañera.
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Supresión del verbo de la segunda proposición:
eras. Se consigue una identificación más intensa del poeta con la
soledad.
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Personificación
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3 y 4
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Esta vieja angustia que
habita…
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Trata al dolor, a la angustia como si
fuera una persona, una compañera, ya antigua, con la que comparte su vida.
Hay un desdoblamiento: el poeta y su angustia, su dolor, al que se dirige
como si fuera un receptor que le pudiera contestar, v. 8 y 9.
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Símil
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2
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Tarde mustia… como el
alma mía
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Identificación del alma con esa tarde
fría y opaca.
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13/21
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Como un perro…, como un
niño, así voy yo
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La falta de una causa, de una razón, de
un objetivo en la vida del poeta se expresa con un perro vagabundo y un niño
perdido en una noche de fiesta.
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Metáfora
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8
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—Sí, yo era niño, y tú,
mi compañera.
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Término metafórico: mi compañera.
Término real: la soledad era una característica intrínseca de su personalidad.
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21/23
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Borracho melancólico,
guitarrista lunático, pobre hombre en sueños…
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Esos términos metafóricos se refieren a
la falta de sentido de la vida del poeta. Es como si hubiera buscado varias
salidas y no hubiera encontrado ninguna satisfactoria.
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24
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Buscando a Dios entre la
niebla.
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La angustia vital llega a su culmen cuando
esa búsqueda constante del sentido a su vida se realiza sin orientación. Esta
idea se expresa en esta metáfora: buscar a Dios entre la niebla.
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Paradoja
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15
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Y yerra por los caminos,
sin camino…
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Aparentemente no tiene sentido o parece
expresar una idea incoherente. El poeta vive-yerra por los caminos-
sin rumbo, sin meta –sin camino.
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Sinécdoque
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20
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Y asombra su corazón
de música y pena
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Se refiere a ese niño perdido entre el
gentío. Utiliza una parte de la persona, como el corazón (porque es el órgano
que relacionamos con los sentimientos), por toda ella.
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