Entradas

Mostrando entradas de febrero, 2018

Argumento de "18 de marzo y 2 de mayo", de los Episodios Nacionales, de Benito Pérez Galdós.

Imagen
ARGUMENTO. Capítulo I. Gabriel , el personaje novelesco creado por Galdós que, al contarnos su vida, nos cuenta la Historia de España, trabaja de cajista en la imprenta del Diario de Madrid y se ha acostumbrado a ir todos los fines de semana a Aranjuez, a ver a Inés, su novia, que vive con el tío de ella (hermano de su presunto padre), el sacerdote don Celestino , paisano de Godoy y favorecido por él. Estamos en marzo de 1808. Gabriel llega a Aranjuez más o menos a la hora en la que el sacerdote oficia la misa del domingo. A la salida se encuentra con Inés y pasan el día juntos en casa de don Celestino. Al atardecer, regresa por el mismo camino hasta Madrid. El lunes, ya en la imprenta, lee un anuncio de una persona cuyo nombre le resulta conocido. Se trata de don Mauro, el dueño de una lanería y pañolería que necesitaba un joven que sirviera para todo. Capítulo II. El domingo 7 de marzo, en el viaje a Aranjuez, Gabriel habla con don Celestino de la situación política: las

Comentario de texto de un fragmento del capítulo X de El 19 de Marzo y el 2 de Mayo de Benito Pérez Galdós

Imagen
-Estoy loco, Gabrielillo, ¿qué pasa, qué ocurre? ¿Oyes las campanas de la parroquia? Por los mártires de Alcalá juro... no, jurar no, que es pecado... prometo que Santurrias me las ha de pagar todas juntas. ¿Pero has visto cómo se burla de mí ese condenado? No es él el que toca, que si fuera... Mira, estaba yo descabezando el primer sueño cuando me hizo saltar de la cama el ruido de las campanas. ¡Dios mío, qué algazara! Plin, plan, plin, plan... parecía que el cielo se venía abajo. Lleno de indignación subí a la torre, pero Santurrias no estaba, y en su lugar sus cuatro hijos tocaban las campanas. Tal era mi cólera, que resolví mostrar la mayor energía y les dije: «Pillos, granujas, váyanse de aquí noramala»; pero ellos se rieron de mí y siguieron tocando... plin, plan, plin, plan... ¡Si hubieras visto a los cuatro condenados muchachos, con qué alegría, con qué frenesí tiraban de las cuerdas!... ¡Malditos sean!... Pues uno de ellos, el mayor, es listillo y muy mono... y ayuda a misa

Comentario de texto de un fragmento de Réquiem por un campesino español / R. J. Sender.

Imagen
Desde la sacristía, mosén Millán recordaba la horrible confusión de aquellos días, y se sentía atribulado y confuso. Disparos por la noche, sangre, malas pasiones, habladurías, procacidades de aquella gente forastera, que, sin embargo, parecía educada. Y don Valeriano se lamentaba de lo que sucedía y al mismo tiempo empujaba a los señoritos de la ciudad a matar más gente. Pensaba el cura en Paco. Su padre estaba en aquellos días en casa. Cástulo Pérez lo había garantizado diciendo que era trigo limpio . Los otros ricos no se atrevían a hacer nada contra él esperando echarle mano al hijo. Nadie más que el padre de Paco sabía dónde su hijo estaba. Mosén Millán fue a su casa. -Lo que está sucediendo en el pueblo -dijo- es horrible y no tiene nombre. El padre de Paco lo escuchaba sin responder, un poco pálido. El cura siguió hablando. Vio ir y venir a la joven esposa como una sombra, sin reír ni llorar. Nadie lloraba y nadie reía en el pueblo. Mosén Millán pensaba que sin risa y sin