La
palabra, como el mito del nacimiento de Venus, es
potente como el mar y tenue y delicada como la espuma. Por eso con las palabras
podemos hacer cosas sensiblemente diferentes, desde una declaración de amor a
pronunciar una sentencia de muerte.
También se puede jugar con las palabras, cosa que no se
aconseja. Si juegos de mano son juegos de villano, juegos de palabra son juegos
de inconsciente porque pueden banalizar el lenguaje o encontrar antinomias
difícilmente soportables en nuestro uso verbal cotidiano, como fue el caso de
Wittegenstein.
Un uso esencial de la palabra es su empleo para persuadir. Los
griegos creyeron en la palabra hablada. El discurso público tenía una
finalidad: convencer a los oyentes de un contenido determinado y luego hacer que
sus voluntades se inclinaran, no sólo a aceptarlo como verdadero, sino a poner
en práctica las consecuencias de esa verdad manifestada.
Cuando desaparece la democracia griega y luego, cuando en Roma
se la sustituye por el poder personal de un emperador, la palabra pierde esa
función. Los discursos se repiten por inercia, pero el ejercicio de la palabra
se entretiene en casos hipotéticos, en defensas artificiales. El más cordobés
de los Sénecas, posiblemente el único verdadero cordobés, Séneca el Viejo o el
Retórico, en plena falta de libertad política nos recuerda, gracias a su
memoria privilegiada, lo que fue la oratoria romana auténtica, cuando la
palabra se pronunciaba con intención de doblegar a los oyentes.
La palabra hablada está siempre en el reino de la libertad y
cuando ésta falta cae en el silencio.
COMENTARIO
DE TEXTO.
ESTRUCTURA EXTERNA.
Es un texto completo escrito en prosa. Se
trata de un breve ensayo en el que el tipo de discurso que predomina es la
exposición, la argumentación y la descripción. Descriptivo es la primera parte,
cuando se describe el poder de las palabras. Expositiva es sobre todo la
segunda parte. Y la argumentación aparece sobre todo al final, cuando se
expresa la tesis del texto: el uso de la palabra para convencer solo es posible
cuando hay un clima de libertad.
ESTRUCTURA INTERNA.
Se estructura en las siguientes partes:
1ª Parte 1/11. PRESENTACIÓN. Se nos
presenta el tema a tratar: el diverso uso del lenguaje oral. Hay una primera
conclusión u opinión del autor: con el lenguaje se recomienda no jugar.
2ª Parte 12/28. CUERPO ARGUMENTATIVO. Se
analiza el uso que los griegos y los romanos hicieron del discurso hablado.
Este, para los primeros, perseguía persuadir, convencer y modificar la
conducta. Para los romanos, era un simple ejercicio de oratoria.
3ª Parte: 29/30. TESIS o conclusión: Este
uso se relaciona con la libertad existente en cada momento histórico y el poder
de la palabra sólo tiene sentido si hay libertad.
RESUMEN.
El lenguaje oral puede utilizarse para
comunicar mensajes muy diversos. También se puede jugar con él, aunque el autor
del texto no lo recomienda porque puede dar lugar a equívocos.
Los griegos entendieron el discurso oral
como un medio para convencer y transformar a las personas. Para los romanos, en
cambio, el discurso público es un ejercicio de estilo que tenía como objetivo
la belleza intrínseca del mismo. Séneca les recordó a sus contemporáneos la
función persuasiva del lenguaje.
Este doble uso del lenguaje se relaciona
respectivamente con el clima de libertad que disfrutaban los griegos y el poder
casi absoluto que detentaban los emperadores romanos. En este sentido, el uso
de la palabra sólo es posible con la seguridad de la libertad.
TEMA.
El poder de las palabras para convencer e
influir en las personas siempre y cuando haya libertad.
INTENCIONALIDAD y ACTITUD.
[Intencionalidad] El autor, en este breve ensayo,
reflexiona sobre el uso de las palabras. Pero se puede observar que el mensaje
está codificado, aparte de expresar su opinión sobre el tema y de intentar
convencer a los lectores, con una clara intencionalidad literaria, sobre todo en la
primera parte. Nos encontramos metáforas, símiles, enumeraciones, asíndeton… Las
figuras literarias más numerosas son usuales de las descripciones: símiles, potente como el mar y tenue y
delicada como la espuma; polisíndeton en el mismo ejemplo: potente… y tenue y delicada…, que al
mismo tiempo es una enumeración, que parece no acabar, pues las posibilidades
de la palabra son muchas. Encontramos también una intensificación, gradación,
de lo que se puede hacer con el lenguaje: declaración
de amor, pronunciar una sentencia de muerte… Además, podemos señalar una
antítesis, línea 4, esencial en el desarrollo del tema: declaración de amor / pronunciar una sentencia de muerte.
[Actitud]
Por esto y por las
características del género, la
actitud del autor es subjetiva: intenta dotar a su discurso de
suficientes razones o argumentos para asegurarse del convencimiento por parte
de los lectores de que es cierta la tesis que defiende. En este sentido,
transmite la idea de que el poder de influencia del discurso hablado solo se
puede lograr cuando hay libertad, cuando el que habla sabe que está amparado
por el derecho de la libertad de expresión.
En la parte expositiva predomina la
adjetivación especificativa; en cambio, en la primera parte, señalada como
introducción, y en la parte final del texto, sobre todo a partir de la línea
22, nos encontramos una adjetivación valorativa, bien por encontrarnos adjetivos
explicativos o bien porque los adjetivos están modificados por adverbios
valorativos: 3 cosas sensiblemente diferentes, 9 antinomias difícilmente
soportables, 22 el más cordobés de los Sénecas, el único verdaderamente
cordobés.
Además, de estos adjetivos especificativos,
tenemos otros más bien explicativos en cuanto con ellos valora el autor. Los
encontramos sobre todo al final del texto: 25 memoria privilegiada, 26
oratoria romana auténtica.
Y, aunque los verbos están todos en
tercera persona, hay alguna ocasión en la que el autor se incluye en el proceso
comunicativo, al igual que intenta meter al lector: nos recuerda 25, nuestro uso verbal 10, podemos hacer 3…
TIPOLOGIA DE TEXTO Y MODO DE ELOCUCION.
[Ámbito
de uso] El texto es un ensayo
de temática lingüística; por lo tanto, es un texto humanístico. El tratamiento
que se efectúa del tema es tan solo una aproximación muy breve. En cuanto al estilo
se puede afirmar que obedece a una intención claramente literaria.
Otra característica del ensayo, que lo diferencia
de la exposición, es su asistematismo: no hay partes o epígrafes que
estructuren el texto.
[Tipo
de discurso] Propio del
ensayo es la presencia de dos tipos de elocución: exposición y argumentación.
En la primera parte, se plantea el tema a
modo de presentación e introducción: el poder ilimitado de la palabra; a la
misma vez adelanta un uso del lenguaje que posteriormente será denostado: no se
debe jugar con el lenguaje. En la 2ª parte, 12/28, se expone dos formas
distintas de entender la oratoria con dos argumentos mediante ejemplos. En la
3ª parte, 29 / 30, la conclusión a modo de tesis: la palabra hablada sólo es
posible si existe libertad. Utiliza una metodología argumentativa inductiva.
Aspectos lingüísticos más relevantes de
estos discursos.
En la primera parte, que se señalaba como
introducción, además hay una descripción. Iremos desgranando las
características lingüísticas de cada uno de estos discursos.
La descripción la encontramos en el primer
párrafo. Es una descripción que se inserta en un texto
expositivo-argumentativo. Por tanto, se realiza en presente con un valor intemporal,
que proporciona a las afirmaciones un carácter de verdad universal: La palabra es potente, tenue… 2 Por eso podemos hacer…3. Otros rasgos
propios de la descripción es la presencia de predicados atributivos con verbos
copulativos que sirven de enlace gramatical entre los adjetivos en función de
atributo y el sujeto. La acumulación de adjetivos es otra característica: potente,
tenue, delicada. De todas formas, lo más reseñable de la descripción es su
concepción literaria, con recursos retóricos propios de una comunicación en la
que el estilo es una preocupación. Las figuras literarias que encontramos son
las usuales en las descripciones. Símiles, potente
como el mar y tenue y delicada como la espuma. Hay polisíndeton en el mismo
ejemplo: potente… y tenue y delicada…,
que al mismo tiempo es una enumeración, que parece no acabar, pues las
posibilidades de la palabra son muchas. Encontramos también una intensificación,
gradación, de lo que se puede hacer con el lenguaje: declaración de amor, pronunciar una sentencia de muerte…
A partir del segundo párrafo encontramos
la parte expositiva-argumentativa. La función del lenguaje que predomina es la
referencial y la apelativa. El autor defiende que el uso de la palabra hablada
para convencer solo es posible cuando hay libertad; es decir, cuando hay
democracia. Pero, además, aunque sea aprovechándose de ellas, también realiza
un breve repaso a la evolución de la oratoria en la antigüedad clásica.
Las estructuras predicativas que
predominan son las atributivas que sirven para la expresión de conceptos,
ideas, para definir, para caracterizar… En cambio, son muy pocos los verbos de
acción.
La adjetivación que usa el autor es especificativa
y explicativa, propia de los discursos que utiliza.
Los verbos están todos en tercera persona,
aunque hay alguna ocasión en la que el autor se incluye en el proceso
comunicativo, al igual que intenta meter al lector: nos recuerda 25, nuestro uso verbal 10, podemos hacer 3…
El tiempo que predomina es el presente intemporal
o gnómico, propio de la exposición y de la argumentación por su carácter
imperfectivo. En el desarrollo expositivo hallamos también un presente
histórico para aproximar los hechos pasados al momento del discurso: Cuando desaparece la democracia
griega 18…
La sintaxis es más compleja –en la parte
descriptiva las oraciones eran simples-: encontramos periodos largos con
presencia de subordinadas lógicas causales, condicionales, comparativas que son
propias de la argumentación: Si juegos de mano son juegos de villano,
juegos de palabra son juegos de inconsciente porque pueden banalizar el
lenguaje o encontrar antinomias difícilmente soportables en nuestro uso verbal
cotidiano, como fue el caso de Wittegenstein.
Propios de estos discursos son los enlaces
fraseológicos, Por eso 3, y conectivos, También 6, que sirven
para cohesionar y ordenar las distintas partes del discurso.
El afán didáctico se demuestra con la
repetición de los términos clave –palabra,
juegos de palabra, uso esencial de la palabra…- en casi todas las
oraciones, lo que permite avanzar en la exposición y en el desarrollo
argumentativo en aras a la pretensión del emisor de convencer de una tesis
expuesta al final.
En general, el vocabulario tiene un
significado denotativo. Se busca la transmisión de unos conocimientos y de unas
ideas concretas y claras. El autor busca llegar a los lectores transmitiendo
exactamente lo que piensa. Excepto, la introducción que realiza una
aproximación connotativa a lo que es la palabra hablada.
Propios de los discursos que analizamos es
también un vocabulario abstracto –el
discurso, finalidad 14, voluntades 15, consecuencias 17, verdad 17, libertad
28…; tecnicismos –antinomias 9,
oratoria…
El registro lingüístico propio de los
ensayos es el culto o elaborado, no sólo por la utilización que del lenguaje
realiza, sino por referencias culturales, como es la mención mitológica (Venus
también nace del mar), o las citas a modo de ejemplo cuando se nombra al
filósofo austriaco.
VALORACION PERSONAL.
[Valoración
sobre los recursos, la organización, la originalidad del tema, del estilo en el
que está escrito…]Llama la
atención la perfecta organización del texto y la coherencia con la que está
construido. En el primer párrafo se introduce el tema captando la atención del
lector con dos ejemplos claros de los distintos usos que se puede realizar del
lenguaje: declaración de amor o condenar a muerte. Además, la referencia
mitológica, equipara el poder de las palabras al de una deidad griega.
En el segundo párrafo, el autor restringe
su uso: se puede jugar, pero no lo aconseja. De nuevo, aporta un ejemplo de su
afirmación, “como fue el caso de
Wittgewnstewin.”
La idea central del texto, la necesidad de
libertad para el uso de la palabra se desarrolla de manera sutil y relacionando
esos dos conceptos. En la libertad democrática de los griegos, el discurso
tenía un fin extrínseco: convencer al oyente. La autoridad dictatorial de los
emperadores romanos quitó sentido al discurso. La acción de gobierno era
impuesta por la fuerza, no por la persuasión. Con estas limitaciones, el
discurso es un mero ejercicio de estilo, actividad similar a los juegos de
palabras denostados en el segundo párrafo.
Por el tema tratado y por la forma de
elaborar su mensaje, el escritor tiene en mente unos receptores cultos, que
sepan apreciar las sutiles ideas expresadas y valorar estéticamente su mensaje.
[Valoración
personal sobre el tema] Las
reflexiones sobre el lenguaje que se realizan en el texto continúan siendo
válidas. Aparte del empleo personal que de la palabra hablada realiza cada ser
humano, sigue existiendo un uso social muy parecido al propuesto en el texto.
El poder persuasivo del lenguaje como incitador se puede observar, en la
publicidad, (obviamente junto a otros elementos propios de la comunicación
publicitaria); además, los personajes públicos con gran carisma suelen ser unos
hábiles comunicadores. En ocasiones, se les estima a pesar de saber que son
unos fabuladores sin escrúpulos, o que caen en contradicciones escandalosas
entre lo que dicen y lo que hacen. Y también, dentro de la vida pública,
encontramos la otra vertiente del lenguaje: la palabrería hueca de muchos de
los representantes políticos.
El sutil análisis que se realiza del
lenguaje en el texto es obra de una persona que ama la lengua y que cree que es
la herramienta idónea para convencer a los demás de nuestros puntos de vista,
algo en lo estoy de acuerdo.
VALOR ESTILÍTICO DE LOS ADJETIVOS.
La presencia de adjetivos es bastante
numerosa. Hemos de tener en cuenta que el texto es ensayístico en el que
encontramos algunos rasgos propios del lenguaje literario, como símiles, y una
adjetivación casi poética.
Los adjetivos que aparecen en el texto los
podemos clasificar en una primera aproximación entre los que aparecen en la
estructura de un sintagma nominal (con la función sintáctica de complemento del
nombre) y los que aparecen en el sintagma verbal (Predicado Nominal) con la
función de atributo.
Los que funcionan como complemento del
nombre.
La mayoría son pospuestos y con carácter
especificativo: 10 en nuestro uso verbal cotidiano, 12 un uso especial,
13 palabra hablada, 13 el discurso público, 17 verdad manifestada,
18 la democracia griega, 19 poder personal, 22 casos hipotéticos,
en defensas artificiales, 25 libertad política. Esta adjetivación
es propia de la exposición. Sin embargo, hemos de tener en cuenta que algunos
de estos adjetivos están intensificados con adverbios, con lo cual resultan valorativos
y adquieren un carácter subjetivo, característica propia del ensayo: 3 cosas
sensiblemente diferentes, 9 antinomias difícilmente soportables,
22 el más cordobés de los Sénecas, el único verdaderamente cordobés.
Además, de estos adjetivos especificativos,
tenemos otros más bien explicativos con los que valora el autor. Los
encontramos sobre todo al final del texto: 25 memoria privilegiada,
26 oratoria romana auténtica.
Los que funcionan como atributo en el
predicado nominal.
Estos adjetivos cumplen una función
descriptiva o conceptual al decir cómo son los sustantivos o para exponer una
idea o concepto. Esta presencia de adjetivos está relacionada con la
descripción en el discurso expositivo y argumentativo: La palabra, ... es potente
como el mar y tenue y delicada como la espuma. Además,
podemos observar la acumulación de varios para referirse a un mismo sujeto.
Y por último encontramos adjetivos que se
han sustantivado en el texto: 22 el más cordobés de los Sénecas, llegando
a convertir a esos adjetivos en nombres propios: 24 el Viejo o el
Retórico.
En conclusión, en la parte expositiva
predomina la adjetivación especificativa; mientras que, en la primera parte,
señalada como introducción, y en la parte final del texto, sobre todo a partir
de la línea 22, -partes argumentativas- nos encontramos una adjetivación
valorativa, bien por encontrarnos adjetivos explicativos o bien porque los
adjetivos están modificados por adverbios valorativos.
VALOR ESTILÍTICO DE LOS VERBOS.
La variedad de formas verbales confirma en
el texto una comunicación matizada y atenta a los distintos valores
estilísticos:
-Presentes de indicativo con valor atemporal.
Con él se expresan hechos, se emiten
juicios de validez universal, sin implicación de tiempo cronológico concreto:
es, 3 se pueden hacer, 6 se puede jugar 6, 6 no se aconseja, 8
pueden banalizar. Todas estas
construcciones son impersonales. Los dos rasgos son propios de la actitud objetiva propia de las
exposiciones.
Encontramos este presente con valor gnómico en
definiciones, desarrollo de ideas, sentencias..., procedimientos propios del
discurso expositivo y argumentativo: 1 y 2 La palabra, como el mito del
nacimiento de Venus, es potente como el mar y tenue y delicada como la espuma.
También encontramos este uso en la expresión de la tesis o idea principal
del texto: 29 La palabra hablada está siempre en el reino de la libertad
y cuando ésta falta cae en el silencio.
Este empleo lo encontramos además en el
aforismo: 7 juegos de manos son juegos de villanos…
Hay presentes de indicativo con valor histórico
pues se refieren a acontecimientos ocurridos en el pasado: 18-22 cuando
desaparece (desapareció) la democracia griega... 22-28 Seneca… nos recuerda. Con este uso aproxima hechos ya acaecidos y
perfectos al momento presente. Con esta aproximación, sobre todo con la
referencia a Séneca, se muestra, por una parte, el afecto al filósofo; por
otra, la vigencia de esas ideas en la actualidad coincidentes con las expuestas
por el autor del texto.
Otras formas verbales de indicativo son los pretéritos perfectos simples
para expresar acciones ocurridas en un periodo de tiempo ya terminado: 10
fue, 13 creyeron...) y los
pretéritos imperfectos como en la línea 14 tenía, pronunciaba...)
que expresan acciones pasadas y no terminadas en relación a otras también
pasadas (Nos recuerda... lo que fue la oratoria... cuando la palabra se
pronunciaba...) También encontramos un pretérito imperfecto,
usado como tiempo absoluto, en vez de un pretérito perfecto para referirse a
acciones ya acabadas: 13 y 14, El discurso tenía una finalidad… En
la oración anterior se ha utilizado el pretérito perfecto: creyeron, 13.
Por último, comentamos las perífrasis
modales de posibilidad que aparecen en la primera parte del texto: las
palabras podemos hacer cosas sensiblemente diferentes, en la línea 3; También se puede jugar
con las palabras, en la línea 6. Con estas perífrasis de posibilidad, el
autor plantea las diversas posibilidades de ser utilizado el lenguaje,
procedimientos propios de la argumentación.
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