Comentario de texto de Crónica de una muerte anunciada de Gabriel García Márquez.

Ángela Vicario era la hija menor de una familia de recursos escasos. Su padre, Poncio Vicario, era orfebre de pobres, y la vista se le acabó de tanto hacer primores de oro para mantener el honor de la casa. Purísima del Carmen, su madre, había sido maestra de escuela hasta que se casó para siempre. Su aspecto manso y un tanto afligido disimulaba muy bien el rigor de su carácter. «Parecía una monja», recuerda Mercedes. Se consagró con tal espíritu de sacrificio a la atención del esposo y la crianza de los hijos, que a uno se le olvidaba a veces que seguía existiendo. Las dos hijas mayores se habían casado muy tarde. Además de los gemelos, tuvieron una hija intermedia que había muerto de fiebres crepusculares[1], y dos años después seguían guardándole un luto liviano dentro de la casa, pero riguroso en la calle. Los hermanos fueron criados para ser hombres. Ellas habían sido educadas para casarse. Sabían bordar en bastidor, coser a máquina, tejer encaje de bolillo, lavar y planchar, hacer flores artificiales y dulces de fantasma, y redactar esquelas de compromiso. A diferencia de las muchachas de la época, que habían descuidado el culto de la muerte, las cuatro eran maestras en la ciencia antigua de velar a los enfermos, confortar a los moribundos y amortajar a los muertos. Lo único que mi madre les reprochaba era la costumbre de peinarse antes de dormir. «Muchachas —les decía—: no se peinen de noche que se retrasan los navegantes». Salvo por eso, pensaba que no había hijas mejor educadas. «Son perfectas», le oía decir con frecuencia. «Cualquier hombre será feliz con ellas, porque han sido criadas para sufrir». Sin embargo, a los que se casaron con las dos mayores les fue difícil romper el cerco, porque siempre iban juntas a todas partes, y organizaban bailes de mujeres solas y estaban predispuestas a encontrar segundas intenciones en los designios de los hombres.

Ángela Vicario era la más bella de las cuatro, y mi madre decía que había nacido como las grandes reinas de la historia con el cordón umbilical enrollado en el cuello. Pero tenía un aire desamparado y una pobreza de espíritu que le auguraban un porvenir incierto. Yo volvía a verla año tras año, durante mis vacaciones de Navidad, y cada vez parecía más desvalida en la ventana de su casa, donde se sentaba por la tarde a hacer flores de trapo y a cantar valses de solteras con sus vecinas. «Ya está de colgar en un alambre —me decía Santiago Nasar—: tu prima la boba». De pronto, poco antes del luto de la hermana, la encontré en la calle por primera vez, vestida de mujer y con el cabello rizado, y apenas si pude creer que fuera la misma. Pero fue una visión momentánea: su penuria de espíritu se agravaba con los años. Tanto, que cuando se supo que Bayardo San Román quería casarse con ella muchos pensaron que era una perfidia de forastero.


CONTEXTUALIZACIÓN DEL FRAGMENTO EN LA ÉPOCA Y EN EL MOVIMIENTO AL QUE PERTENECE EL AUTOR Y SU OBRA.
Crónica de una muerte anunciada es una novela del escritor colombiano Gabriel García Márquez. Pertenece al llamado “Boom de la novela hispanoamericana”, que comienza a partir de 1960 y tiene una repercusión mundial. En 1962 se publica La ciudad y los perros de Mario Vargas Llosa, una novela de gran violencia que refleja la educación recibida por un grupo de muchachos en un colegio militar en Lima (Perú), y en 1967, Cien años de soledad de Gabriel García Márquez, la mejor novela de este movimiento, que cuenta la fundación y destrucción de Macondo, localidad erigida por la familia Buendía a través de siete generaciones.  Con estas novelas comenzaba el boom de la novela hispanoamericana. Fundamentalmente es una novela urbana y si aparece el ambiente rural, (como en García Márquez), recibe un tratamiento original. Hay una profunda experimentación: ruptura de la línea argumental, cambios del punto de vista, combinación de las personas narrativas, monólogo interior, estilo indirecto libre... El lenguaje se enriquecerá con la superposición de estilos o registros, distorsiones sintácticas o léxicas… sobre todo, en La ciudad y los perros. Con todo, lo más característico de esta narrativa es la unión de lo fantástico y lo real. Lo fantástico no tiene nada que ver con la literatura de evasión. Hay dos expresiones para referirse a esta tendencia: “lo real maravilloso", de Alejo Carpentier y "el realismo mágico" que comienza con Cien años de soledad. Las dos denominaciones tienen como fin superar los procedimientos del realismo decimonónico y dar a las narraciones una visión más profunda de la realidad. En "Lo real, maravilloso" el novelista estudia la realidad y luego elige lo extraordinario o maravilloso. Es la realidad hecha fábula, convertida en algo extraordinario, especialmente para la óptica occidental. Algo parecido es el "El realismo mágico": se intenta dotar de una magnitud trascendente o irreal a una narración de sucesos cotidianos. Se logra con la exageración (sacar la realidad de quicio) y la sustantivación (hace figurar como real lo que es metafórico).
Gabriel García Márquez (1928-2014), el autor colombiano de Crónica de una muerte anunciada, es una de las figuras más representativas de la narrativa del siglo XX. Sin embargo, buena parte de su vida estuvo dedicada al periodismo. Esta faceta profesional queda reflejada en su obra literaria, como podemos ver en la novela estudiada por el título que lleva y por los procedimientos narrativos empleados en ella. Su mérito fue reconocido en 1986 al otorgársele el premio Nobel de Literatura.
Crónica de una muerte anunciada la publica en 1981. Esta novela representa la unión entre periodismo y literatura y está basada en hechos reales presenciados y vividos por Gabriel García Márquez y su familia. Es una novela que refleja a la perfección los postulados de la novela hispanoamericana de finales del siglo XX: la fusión de realidad y fantasía propia del Realismo Mágico inaugurado con Cien años de soledad. Otras novelas importantes del autor son: El coronel no tiene quien le escriba (1961) El otoño del patriarca (1975), en torno al poder y la corrupción políticas; Crónica de una muerte anunciada (1981), El amor en los tiempos del cólera (1985) y El general en su laberinto (1989). García Márquez también es autor de los libros de cuentos, como Doce cuentos peregrinos (1992).


TEMAS DE LA OBRA Y SU RELACIÓN CON LOS QUE APARECEN EN EL TEXTO.
Uno de los temas más importantes de la obra es la muerte que ronda a lo largo de la novela, unas veces centrada en la muerte del protagonista, otras, presente de manera tangencial, como es en este fragmento. La importancia que la muerte tiene en la cultura que cobija los hechos narrados se manifiesta en la opinión tan positiva que la madre del narrador tenía de las hermanas Vicario porque su madre les había inculcado el respeto a los muertos y le había enseñado a saber tratar con los moribundos y a amortajarlos cuando murieran. El respeto hacia los seres queridos que ya habían fallecido se manifiesta en el riguroso luto que se les guardaba durante bastante tiempo, como vemos en las líneas 8/10: tuvieron una hija intermedia que había muerto de fiebres crepusculares, y dos años después seguían guardándole un luto liviano dentro de la casa, pero riguroso en la calle. Incluso, cuando el amor parece imponer su poder, éste está ligado a la muerte: cuando Bayardo San Román se enamora de Ángela –la ve junto a su madre cruzar la plaza a la hora de la siesta-, ésta viste de luto.
Y relacionado con lo anterior es de destacar la cultura tradicional y conservadora en la que se ven inmersos los personajes. En el fragmento se habla de una familia que ha formado a sus hijos según esos valores distinguiendo el papel que cada uno debe desempeñar según se fuera hombre o mujer. Aunque esa educación no asegure más tarde un desempeño acorde a esa formación. A las hermanas se las inculcó el sometimiento al esposo, sin embargo, cuando se casaron, siguieron muy unidas y se mostraban muy recelosas de los hombres, actitud que demuestra cierta independencia. Sin embargo, a pesar de haber sido instruidas para someterse al marido, una vez casadas, éstos no fueron capaces de romper los vínculos que las hermanas mantenían. 19/22. Aquí, además, notamos cierto humor en esta paradoja, y que está presente en la novela
La creencia en elementos mágicos, o la importancia de la superstición de los personajes es compatible con su creencia religiosa: el ambiente donde se desarrolla la acción es una mañana que el pueblo espera la visita episcopal… Se trata de un sentimiento religioso que se sustenta más en lo externo y ceremonial que en el sentimiento espiritual. Por eso no es de extrañar la importancia de la superstición en los personajes: «Muchachas —les decía—: no se peinen de noche que se retrasan los navegantes». L. 16 y 17.

Y, por último, hemos de hablar de la importancia del destino. Parece que los personajes se ven obligados a acometer una serie de hechos que son ineludibles, como si éstos fueran meros peleles en su mano. Así están presentados la mayoría de los personajes, desde los más importantes hasta los secundarios: su comportamiento no estuvo regido por lo habitual, sino por algo extraordinario que al final desencadena la muerte de Santiago Nasar.


ANÁLISIS Y COMENTARIO DE LOS PERSONAJES QUE APARECEN EN EL FRAGMENTO.
En este fragmento se nombra a la mayoría de los personajes principales de la obra, pero destacaremos el personaje de Ángela Vicario. Por los datos que se ofrecen en el mismo fragmento de ella y de su familia, inferimos que son pobres y con un concepto del honor y de la crianza muy tradicional. Esto se contrapone a la riqueza y al estatus superior de los dos hombres con los que se relaciona emocionalmente: Bayardo San Román y, supuestamente, Santiago Nasar. De todas maneras, de toda la información que se ofrece de la familia, la más relevante es el conservadurismo en la educación, pues, paradójicamente, después no lo van a llevar a la práctica. Las hermanas habían sido educadas para ser buenas esposas y someterse a los maridos, pero, una vez casadas, no lo hicieron. Ángela sí que se casó, pero una vez repudiada, no volvió casarse y, al final, se reencontró con Bayardo San Román, su marido. En este sentido, Ángela es el único personaje complejo, porque evoluciona a lo largo de la obra. No tiene nada que ver el personaje que el narrador presenta en este fragmento con el que el lector se encuentra en la última etapa de su vida, donde esta mujer es dueña de sí misma, es independiente y está segura de conseguir el hombre que desea.

Por otra parte, esa educación conservadora conlleva un concepto del honor tan tradicional que es el motor que mueve la conducta de los personajes en el conflicto. Como ofensa de honor mancillado, los gemelos Vicario son los encargados de restablecer la honra de la familia llevando a cabo la venganza con derramamiento de sangre siguiendo el canon dramático del teatro español del siglo XVII. Y es curioso que no importa si realmente Santiago Nasar es el hombre que ha deshonrado a Ángela; en esa sociedad tan conservadora, aunque solo sea una sospecha, la maquinaria de la venganza ha de ponerse en marcha para restablecer el honor mancillado. Estos hermanos se comportan del mismo modo que el héroe trágico en el teatro griego. Movidos por un hado cruel se ven avocados a llevar una venganza en la que en muchos episodios de la novela no creen.


COMENTARIO DE LA ESTRUCTURA EXTERNA E INTERNA DE LA OBRA Y LOCALIZACIÓN DEL FRAGMENTO.
La estructura externa La obra se divide externamente en cinco capítulos no numerados.
No se puede observar una distinción clara entre introducción, nudo y desenlace, ya que no es una acción lineal. Encontramos frecuentes retrocesos al pasado con analepsis o flash back, y se narran episodios, a parte de la trama principal, que facilitan la comprensión de ésta. La estructura es pues in media res. Ya desde las primeras líneas empieza la acción, como centro de la narración: “El día en que lo iban a matar, Santiago Nasar se levantó a las 5.30 de la mañana para esperar el buque en que llegaba el obispo.” Por otra parte, se narran secuencias separadas que ocurren al mismo tiempo, y que confluyen después en un mismo punto; por ejemplo, la llegada de Santiago Nasar a su casa desde el puerto y la preparación de los gemelos de su asesinato.
La estructura interna. La novela se sitúa en el período que transcurre desde el fin de las fiestas de la boda de Ángela Vicario y Bayardo San Román, hasta la consumación del crimen de Santiago Nasar.
Durante cinco capítulos se realiza una detallada investigación, casi con técnica de novela policíaca, enriquecida con los diversos testimonios de los personajes de la obra. Al mismo tiempo recorre numerosos aspectos de la vida de los protagonistas, desde la infancia a la vejez, y con gran maestría el autor consigue que se sucedan multitud de acciones paralelas.
El primer capítulo reconstruye una hora, entre las cinco y media y las seis y media de la mañana, en la que Santiago Nasar sale de su casa para esperar el buque en que llegaba el obispo. La narración sigue con el protagonista y revela algunos datos sobre sus hábitos y personalidad. Se cierra con el anuncio de su muerte.
El segundo capítulo se centra en la pareja formada por Bayardo San Román y Ángela Vicario. Abarca desde agosto, mes en el que llega Bayardo al pueblo despertando una enorme curiosidad. Después de proporcionar detalles sobre el personaje de Ángela Vicario y su familia, el relato se extiende en la descripción de la fiesta y termina a las dos de la mañana, cuando Ángela es devuelta a su casa por no ser virgen y la chica confiesa que el hombre responsable de esa afrenta es Santiago Nasar.
El tercer capítulo reconstruye las horas que oscilan entre las tres y las seis y media de la mañana y se sitúa en torno a los gemelos Pablo y Pedro Vicario. Continúa con la peregrinación de los hermanos por el pueblo anunciando su intención de matar a Santiago Nasar.
El cuarto capítulo se abre con la esperpéntica autopsia al cuerpo de Nasar y se detiene en la narración del futuro destino que aguarda a los gemelos. El narrador concluye explicando la extensa conversación que mantuvo con Ángela Vicario, en la que ésta le relata lo sucedido la noche de la boda, cómo se dio cuenta de que realmente estaba enamorada de su marido y la estratagema que utilizó para recobrarlo: escribir una carta semanal durante media vida.
El quinto capítulo le sirve al narrador para reflexionar hondamente sobre la actitud del pueblo después de la muerte. Por último, asistimos a la muerte de Santiago Nasar.
Contextualización del fragmento El fragmento de la novela que se analiza corresponde al segundo capítulo. En él se narra la llegada al pueblo de Bayardo San Román y se analiza su extraña personalidad, que cautiva a todos los vecinos, incluida la madre del narrador; también se describe a la familia Vicario, descripción en la que se incluye a Ángela; además, por deseo de la madre de la novia, se presenta en el pueblo la familia del novio para despejar algunas de las incógnitas sobre el novio de su hija. El noviazgo fue muy breve para los usos de la época. Una vez apalabrada la boda, Bayardo busca una casa donde vivir. Se encapricharon de la mejor, que pertenecía al VIUDO XIUS, que se opuso a vender en un principio y que, al final, accedió a desprenderse de ella por diez mil pesos.

También, a la novia se le plantea el problema de la pérdida de su virginidad. Las amigas la convencen para que no anule el compromiso por esa causa y le dan consejos para confundir a su esposo en la noche de bodas.


TÉCNICA NARRATIVA DE LA OBRA.
(Tipos de narrador que aparecen, puntos de vista empleados y tratamiento del tiempo y el espacio)
NARRADOR OMNISCIENTE, 3ª persona Ángela Vicario era la hija menor de una familia de recursos escasos. Su padre, Poncio Vicario, era orfebre de pobres, y la vista se le acabó de tanto hacer primores de oro para mantener el honor de la casa. Purísima del Carmen, su madre, había sido maestra de escuela hasta que se casó para siempre. Su aspecto manso y un tanto afligido disimulaba muy bien el rigor de su carácter. ESTILO DIRECTO. TESTIMONIOS «Parecía una monja», recuerda Mercedes. Se consagró con tal espíritu de sacrificio a la atención del esposo y la crianza de los hijos, NARRADOR TESTIGO, 1ª persona que a uno se le olvidaba a veces que seguía existiendo. NARRADOR OMNISCIENTE, 3ª persona Las dos hijas mayores se habían casado muy tarde. Además de los gemelos, tuvieron una hija intermedia que había muerto de fiebres crepusculares[1], y dos años después seguían guardándole un luto liviano dentro de la casa, pero riguroso en la calle. Los hermanos fueron criados para ser hombres. Ellas habían sido educadas para casarse. Sabían bordar en bastidor, coser a máquina, tejer encaje de bolillo, lavar y planchar, hacer flores artificiales y dulces de fantasma, y redactar esquelas de compromiso. A diferencia de las muchachas de la época, que habían descuidado el culto de la muerte, las cuatro eran maestras en la ciencia antigua de velar a los enfermos, confortar a los moribundos y amortajar a los muertos. NARRADOR TESTIGO. ESTILO DIRECTO. TESTIMONIOS Lo único que mi madre les reprochaba era la costumbre de peinarse antes de dormir. «Muchachas —les decía—: no se peinen de noche que se retrasan los navegantes». Salvo por eso, ESTILO INDIRECTO. TESTIMONIOS pensaba que no había hijas mejor educadas. ESTILO DIRECTO. TESTIMONIOS «Son perfectas», le oía decir con frecuencia. «Cualquier hombre será feliz con ellas, porque han sido criadas para sufrir». NARRADOR OMNISCIENTE, 3ª persona Sin embargo, a los que se casaron con las dos mayores les fue difícil romper el cerco, porque siempre iban juntas a todas partes, y organizaban bailes de mujeres solas y estaban predispuestas a encontrar segundas intenciones en los designios de los hombres.

Ángela Vicario era la más bella de las cuatro, ESTILO INDIRECTO. TESTIMONIOS y mi madre decía que había nacido como las grandes reinas de la historia con el cordón umbilical enrollado en el cuello. NARRADOR OMNISCIENTE, 3ª persona Pero tenía un aire desamparado y una pobreza de espíritu que le auguraban un porvenir incierto. NARRADOR TESTIGO, 1ª persona Yo volvía a verla año tras año, durante mis vacaciones de Navidad, y cada vez parecía más desvalida en la ventana de su casa, donde se sentaba por la tarde a hacer flores de trapo y a cantar valses de solteras con sus vecinas. ESTILO DIRECTO. TESTIMONIOS «Ya está de colgar en un alambre —me decía Santiago Nasar—: tu prima la boba». NARRADOR TESTIGO, 1ª persona De pronto, poco antes del luto de la hermana, la encontré en la calle por primera vez, vestida de mujer y con el cabello rizado, y apenas si pude creer que fuera la misma. Pero fue una visión momentánea: su penuria de espíritu se agravaba con los años. NARRADOR OMNISCIENTE, 3ª persona Tanto, que cuando se supo que Bayardo San Román quería casarse con ella muchos pensaron que era una perfidia de forastero.

Gabriel García Márquez, como autor, es uno de los personajes de la novela; es uno de los amigos de Santiago Nasar y primo de Ángela Vicario, incluso hay alguna referencia a su vida personal, pues dice: «Muchos sabían que en la inconsciencia de la parranda le propuse a Mercedes Barcha que se casara conmigo, cuando apenas había terminado la escuela primaria, tal como ella misma me lo recordó cuando nos casamos catorce años después». Mercedes Barcha es la «Gaba», así la llamaban sus más íntimos amigos…” (Prólogo de Santiago Gamboa a la edición de la novela). Por tanto, él va a ser el narrador de los hechos acaecidos en torno a esa muerte y el que presenta a las personas-personajes que se vieron involucrados. García Márquez es novelista y periodista, y en esta obra va a poner de manifiesto estas dos facetas.
Como cronista, informa de los hechos que reconstruye e investiga aportando las dos características propias del género periodístico: informar objetivamente, pero también aportar su visión particular de los hechos. Este tratamiento periodístico implica a su vez un despliegue de recursos propios de ese mundo, incluyendo entrevistas a las personas, investigaciones de los documentos relacionados con el caso, localización de los espacios… En el texto anterior hay varias citas con los testimonios de personas que aportan su punto de vista sobre los acontecimientos o los protagonistas.
Como novelista crea un narrador testigo, cuando él participa en los hechos, que utiliza la primera persona; en cambio, cuando los que llevan la acción son otros, usa la tercera persona. Una muestra de la intervención de este narrador los tenemos al final del texto, a partir de la línea 25: Yo volvía a verla año tras año, durante mis vacaciones de Navidad…
El tratamiento de los hechos narrativos no sigue el orden lineal, sino el de prelación: lo más importante antes que lo que es secundario. El hecho de que las secuencias narrativas que cuenta no estén organizadas en una estructura lineal, conlleva la continua vuelta a un tiempo anterior para contar acciones que son importantes para comprender el presente narrativo; es decir, la presencia de analepsis o flash-back. Esto conlleva avances y retrocesos continuos en el desarrollo del relato.
También, según reconoce el propio García Márquez, la novela presenta concomitancias con el género policiaco. El arranque de la novela es semejante al de bastantes de estas novelas; se comienza con una muerte, pues desde el principio el lector está informado del desenlace, por lo que podemos considerar la estructura narrativa in extrema res. El desarrollo posterior del relato es reconstruir las circunstancias, motivaciones que llevan a unos personajes a cometer ese crimen.
En cuanto al punto de vista, podemos decir que es omnisciente tan solo con algunos personajes, incluyendo al protagonista; a otros, solo se los conoce por su implicación en los hechos en los que participan.
En cuanto a los espacios, no se dice el nombre del pueblo donde transcurre la historia, aunque sabemos que se trata de un pueblo de Colombia. En general, las descripciones no son exhaustivas y tan solo buscan dar la información necesaria para que el lector sitúe la acción de los personajes. Los espacios que predominan son los urbanos: la plaza, las calles, el puerto… De los espacios interiores, podemos destacar la vivienda de Santiago Nasar. De ella se describen los dormitorios, la cocina, dónde está ubicada, los accesos… Es el espacio más importante, donde se comete el crimen y donde vive el protagonista. Y también se describe con un poco de más detenimiento la casa de los padres de Ángela Vicario, donde se celebrará el banquete nupcial, y además se describe en el capítulo 4, la modesta casa en la que espera la vuelta de Bayardo San Román.
Por último, la época donde podemos situar la acción es en el siglo XX. El tiempo central de la narración abarca unos seis o nueve meses, desde que llega Bayardo San Román al pueblo, hasta el juicio por el asesinato de Santiago Nasar. Pero partiendo de ahí, el tiempo abarca otras épocas anteriores que el narrador recupera para contar acontecimientos o presentar personajes que considera oportunos para mejor comprender el tiempo presente de la acción; por ejemplo, la referencia al propio padre del protagonista… Y también se extiende al después, pues se cuenta cómo es la nueva vida de Ángela Vicario y cómo se vuelve a juntar con su marido; y también se nos informa de que ese crimen no solo afectó a los protagonistas, sino a otros muchos vecinos de los que se nos cuenta cómo acaban a modo de epílogo; por ejemplo, la novia de Santiago Nasar acabará en el mundo de la prostitución…


ESTILO DE LA OBRA Y APLICACIÓN RAZONADA DE SUS ELEMENTOS AL TEXTO. (Concepción del autor sobre el género narrativo y lenguaje que configura la obra)

Concepción del autor sobre el género narrativo Algunas notas que podemos señalar de la narrativa de Gabriel García Márquez son las siguientes. Todas sus obras están ambientadas en su Colombia natal; en muchas de ellas se refleja el ambiente de violencia que ha marcado al país, sobre todo a partir de la década de los cincuenta del siglo pasado. Ahondando en este sentido, incluso, muchas están basadas en hechos que realmente ocurrieron, como es el caso de la novela que nos ocupa, aunque siempre se intenta crear una ambientación y una presentación de hechos que superan la realidad al potenciar ciertos detalles que acaban convirtiendo la narración en algo inusual, como es propio de El Realismo Mágico, corriente literaria a la que se adhieren muchos escritores hispanoamericanos. Y relacionado con la materia real de sus novelas, hemos de resaltar también su otra vertiente de escritor, la de periodista, pues muchas de sus novelas están muy relacionadas con el estilo periodístico, como se refleja incluso en el título de alguna de ellas: Noticia de un secuestro o Crónica de una muerte anunciada.
Lenguaje que configura la obra El estilo de la obra y de este fragmento es muy sencillo. Se utiliza un lenguaje propio de un registro culto o formal, pero sin buscar un refinamiento excesivamente literario. En el fragmento que nos ocupa no hay figuras literarias significativas.
El léxico es rico y preciso, con valores fundamentalmente denotativos, otra característica que se suma la anterior de huir de un lenguaje excesivamente retórico.
El estilo de la obra es una mezcla de lenguaje periodístico y literario. Sin embargo, hay algún momento, como por ejemplo en la línea 23 y 24, en que el autor da un tratamiento mágico a aspectos que son normales de la realidad. Ángela, la novia vulgar y sin interés especial para el lector, según las palabras de la madre del narrador, por el simple hecho de haber nacido con el cordón umbilical enrollado al cuello, se la asocia a las grandes mujeres de la historia, con lo cual se interpreta un hecho corriente como algo sorprendente. Otras expresiones que crean al lector esa sensación de magia o irrealidad son las siguientes:
-cuando el narrador habla de la madre de los Vicario dice que “había desaparecido” después de casarse y dedicarse a criar a sus hijos;
-una hija suya muere de fiebres crepusculares;
-Ángela preparaba dulces de fantasma;
-sabían el culto a los muertos;
-la madre del narrador reprochaba que Ángela se peinara por la noche porque podía retrasar la llegada de los navegantes.
Como ya se ha comentado, el texto mezcla elementos propios de la novela y la crónica periodística. En este sentido, una vez narrados los hechos más importantes en el capítulo primero, el narrador-cronista nos informa ampliando datos secundarios de los protagonistas. Para ello, como recurso informativo que busca la veracidad, se incluye el testimonio de testigos que ayudan al lector a entender mejor los hechos que se cuentan. Se incluyen los testimonios:
-de Mercedes, la esposa del Gabriel García Márquez,
-de la madre del narrador
-e, incluso, la opinión de Santiago Nasar sobre su prima Ángela Vicario.
Son testimonio que se recogen en estilo directo o indirecto, aunque predominan las citas en estilo directo. Estás citas literales no se recogen casi nunca en forma de diálogo, prácticamente inexistente en la obra, por lo cual es un diálogo fragmentario. Veamos algunos ejemplos: línea 5, “Parecía una monja”, recuerda Mercedes; en la línea 16, «Muchachas —les decía—: no se peinen de noche que se retrasan los navegantes».

Propio de la información periodística es la organización de la acción: lo primero que se cuenta son los hechos más importantes y luego se aporta información secundaria. Sin embargo, el interés no disminuye a lo largo de la novela; más bien lo contrario: el lector ansía hasta las últimas líneas que suceda algo que altere los hechos que sabe desde el principio y consigue crear una intriga constante en el lector.

VALORACIÓN DEL CONTENIDO Y DE LA FORMA DEL TEXTO, ASÍ COMO DE SU REPRESENTATIVIDAD EN LA HISTORIA DE LA LITERATURA Y DE SU RELEVANCIA EN LA TRAYECTORIA DEL AUTOR.
El relato es un acierto por bastantes razones. Como no podía ser menos, teniendo en cuenta que se está refiriendo a unos hechos acaecidos hace muchos años, éstos son relatados con cierta frialdad objetiva. Esto se consigue con una técnica narrativa propia del lenguaje periodístico. El orden con el que se informa de los hechos obedece en ocasiones al rigor marcado por la estructura de pirámide invertida característica de la información periodística. Esa sensación de objetividad y veracidad de lo contado también lo logra con el amplio espectro de declaraciones recogidas en el relato; en el fragmento aparecen citadas declaraciones u opiniones de la madre del narrador. De todas maneras, aunque su afán sea la de descifrar toda la verdad, el narrador no va a desvelar, porque no lo sabe, o porque es un elemento fundamental que permite tener ocupada la mente del lector durante toda la obra, el amante de Ángela Vicario. Él sabe que el lector no puede imaginarse ningún otro personaje culpable que no sea Santiago Nasar, por eso no tiene ningún reparo en disfrutar aportando datos contrarios. Por ejemplo, en la línea 28, cuando recoge una cita despectiva de Santiago refiriéndose a su prima: “Ya está de colgar en un alambre tu prima la boba”.
El texto y el relato en su totalidad consiguen mantener la intriga hasta el final, a pesar de que el autor ya desde el primer capítulo anuncia que Santiago Nasar morirá; pero, hasta las últimas páginas, se crea la expectativa de que alguien lo va a avisar y se salvará. Como también, el lector se pone de parte de los hermanos Vicario, esperando que haya alguien que se interponga entre ellos y Santiago, para no verse en la necesidad de cometer ese crimen.
El acierto de Gabriel García Márquez está en contar una historia resaltando ciertos aspectos de la misma como si fueran extraordinarios, como, por ejemplo, el hecho de que Ángela hubiera nacido con el cordón umbilical enrollado en el cuello, señal fabulosa según la madre del narrador; o la superchería de peinarse antes de acostarse de la protagonista porque retrasaría a los navegantes. Es una manera nueva de acercarse a la realidad, a una realidad más profunda, que es la base de la novela hispanoamericana de El Realismo Mágico. Gabriel García Márquez es el escritor más representativo de los novelistas sudamericanos de esta corriente. La gran novela de esta corriente es Cien años de soledad. La novela que nos ocupa es continuadora de esta tendencia.

VALOR ESTILÍSTICO DE ADJETIVOS.
Ángela Vicario era la hija menor de una familia de recursos escasos. Su padre, Poncio Vicario, era orfebre de pobres, y la vista se le acabó de tanto hacer primores de oro para mantener el honor de la casa. Purísima del Carmen, su madre, había sido maestra de escuela hasta que se casó para siempre. Su aspecto manso y un tanto afligido disimulaba muy bien el rigor de su carácter. «Parecía una monja», recuerda Mercedes. Se consagró con tal espíritu de sacrificio a la atención del esposo y la crianza de los hijos, que a uno se le olvidaba a veces que seguía existiendo. Las dos hijas mayores se habían casado muy tarde. Además de los gemelos, tuvieron una hija intermedia que había muerto de fiebres crepusculares1, y dos años después seguían guardándole un luto liviano dentro de la casa, pero riguroso en la calle. Los hermanos fueron criados para ser hombres. Ellas habían sido educadas para casarse. Sabían bordar en bastidor, coser a máquina, tejer encaje de bolillo, lavar y planchar, hacer flores artificiales y dulces de fantasma, y redactar esquelas de compromiso. A diferencia de las muchachas de la época, que habían descuidado el culto de la muerte, las cuatro eran maestras en la ciencia antigua de velar a los enfermos, confortar a los moribundos y amortajar a los muertos. Lo único que mi madre les reprochaba era la costumbre de peinarse antes de dormir. «Muchachas —les decía—: no se peinen de noche que se retrasan los navegantes». Salvo por eso, pensaba que no había hijas mejor educadas. «Son perfectas», le oía decir con frecuencia. «Cualquier hombre será feliz con ellas, porque han sido criadas para sufrir». Sin embargo, a los que se casaron con las dos mayores les fue difícil romper el cerco, porque siempre iban juntas a todas partes, y organizaban bailes de mujeres solas y estaban predispuestas a encontrar segundas intenciones en los designios de los hombres.

Ángela Vicario era la más bella de las cuatro, y mi madre decía que había nacido como las grandes reinas de la historia con el cordón umbilical enrollado en el cuello. Pero tenía un aire desamparado y una pobreza de espíritu que le auguraban un porvenir incierto. Yo volvía a verla año tras año, durante mis vacaciones de Navidad, y cada vez parecía más desvalida en la ventana de su casa, donde se sentaba por la tarde a hacer flores de trapo y a cantar valses de solteras con sus vecinas. «Ya está de colgar en un alambre —me decía Santiago Nasar—: tu prima la boba». De pronto, poco antes del luto de la hermana, la encontré en la calle por primera vez, vestida de mujer y con el cabello rizado, y apenas si pude creer que fuera la misma. Pero fue una visión momentánea: su penuria de espíritu se agravaba con los años. Tanto, que cuando se supo que Bayardo San Román quería casarse con ella muchos pensaron que era una perfidia de forastero.

En el texto hay bastantes sustantivos y adjetivos, como no podía ser de otra manera en un texto fundamentalmente descriptivo, pues se describe la familia de Ángela Vicario y se cuentan algunos detalles de su vida.
Los adjetivos que acompañan al sustantivo en el sintagma nominal son en su mayoría especificativos y pospuestos, con lo cual aportan rasgos apreciados con objetividad al seleccionar y limitar el significado de los sustantivos y son propios, como se ha dicho antes, de una descripción incluida en una narración en la que no hay exageración de recursos literarios: hija menor 1, recursos escasos 2, aspecto manso y un tanto afligido 4, hija intermedia 8, luto liviano… riguroso 9...
Lo mismo podemos decir de los adjetivos que funcionan como atributos en el predicado nominal, pues tienen una función clasificadora y descriptiva: son perfectas 18, será feliz 18, era la más bella 23, parecía desvalida 26… el mismo cometido tiene el adjetivo, que funciona como complemento predicativo, que aparece en la línea 29: la encontré en la calle por primera vez, vestida de mujer y con el cabello rizado.
Sin embargo, también podemos observar algún rasgo lingüístico que refleja la visión subjetiva del cronista: aspecto manso y un tanto afligido 4, era la más bella de las cuatro 23.
Encontramos una sustantivación de un adjetivo al anteponer un artículo en boca de Santiago Nasar: tu prima la boba 29.

1 Alteración transitoria de la conciencia, próxima a la confusión mental, que sucede en estados patológicos como intoxicaciones, traumatismos craneales, epilepsia, histeria, sonambulismo, entre otros.

[1] Alteración transitoria de la conciencia, próxima a la confusión mental, que sucede en estados patológicos como intoxicaciones, traumatismos craneales, epilepsia, histeria, sonambulismo, entre otros.

[1] Alteración transitoria de la conciencia, próxima a la confusión mental, que sucede en estados patológicos como intoxicaciones, traumatismos craneales, epilepsia, histeria, sonambulismo, entre otros.

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[1] Alteración transitoria de la conciencia, próxima a la confusión mental, que sucede en estados patológicos como intoxicaciones, traumatismos craneales, epilepsia, histeria, sonambulismo, entre otros.

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Te presento estas dos novelas que acabo de publicar, por si te animas a leerlasPuedes leer bastantes capítulos en el blog https://cuadernoliterariodeluis.blogspot.com/, donde encontrarás cuentos y narraciones breves.

Cantero es una novela no puesta a la venta: solo se pueden leer los capítulos publicados en el blog 

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Asesinato en el Reina Sofía la puedes conseguir en papel (16 €) o formato ebook (4,49 €) en varias plataformas on line, tanto en España, como en otros países -la forma más rápida es a través de AMAZON-:

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Sinopsis de Asesinato en el Reina Sofía

El asesinato de un diputado en un museo de Madrid lleva a un inspector inexperto a Salamanca, circunscripción por la que es electo el difunto. Durante la estancia en la ciudad se adentrará en el mundo académico, político y social en busca de indicios que expliquen los motivos que han llevado al verdugo a cometer tal atrocidad. El proceso indagatorio conducirá al detective a plantearse alguno de los principios por los que ha de regirse en su oficio, después de entrevistarse con testigos poco habituales que no parecen entristecerse con la muerte del político y que no aportan datos significativos del caso.

El ambiente de la localidad universitaria de principios de los noventa del siglo pasado, extraño para el protagonista, más la resolución del caso, le dejarán la sensación de fracaso de su valía profesional y, sobre todo, del papel que le corresponde como agente al servicio de la justicia. 

Sinopsis de Cantero Cantero es una novela emotiva, con un ritmo lento en el desarrollo. En el transcurso de la transformación de un pueblo como consecuencia del abandono de las ocupaciones tradicionales, el protagonista rememora ese pasado que desaparece a través de las vivencias personales de un presente que ve atónito desvanecerse. En ese mundo cambiante vive su propio drama convencido de que él no tiene las fuerzas suficientes para buscar otra forma distinta de ganarse la vida que no sea con el oficio que lleva ejerciendo desde que era un niño. La soledad de sus paseos por el campo, la cantera y el trayecto en moto de vuelta a su casa la víspera de la festividad local propician la creación de un mundo personal que se intensifica cuando conoce a Andrea, la única mujer que lo ha querido. 


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