Vanse mis amores, madre,
luengas tierras van morar.
Yo no los puedo olvidar.
¿Quién me los hará tornar,
quién me los hará tornar?
Yo
soñara, madre, un sueño
que me dio en el corazón:
que se iban los mis amores
a las islas del mar.
Yo no los puedo olvidar.
¿Quién me los hará tornar,
quién me los hará tornar?
Yo
soñara, madre, un sueño
que me dio en el corazón:
que se iban los mis amores
a las tierras de Aragón.
Allá se van a morar.
Yo no los puedo olvidar
¿Quién me los hará tornar,
quién me los hará tornar?
Gil Vicente.
1.
Estructura externa.
Se trata de un poema de versos octosílabos,
por tanto, de arte menor. La rima es aguda y consonante -terminaciones de
verbos de la primera conjugación. Sin embargo, hay versos sueltos o blancos, como
los iniciales de cada glosa.
Presenta la siguiente estructura:
El estribillo consta de tres versos
monorrimos.
La glosa se repite y lo que cambia es el
verso de vuelta, también llamado coda.
Se puede observar también que el número de
versos que integra cada glosa es variable.
Vanse mis amores, madre,
luengas tierras van morar. (Verso de vuelta)
|
Glosa
|
Yo no los puedo olvidar
¿Quién me los hará tornar,
quién me los hará tornar?
|
Estribillo
|
Yo soñara, madre, un sueño
que me dio en el corazón:
que se iban los mis amores
a las islas del mar. (Verso de vuelta)
|
Glosa
|
Yo no los puedo olvidar
¿Quién me los hará tornar,
quién me los hará tornar?
|
Estribillo
|
Yo soñara, madre, un sueño
que me dio en el
corazón:
que se iban los mis
amores
a las tierras de
Aragón.
Allá se van a morar.
(Verso de vuelta)
|
Glosa
|
Yo no los puedo olvidar
¿Quién me los hará tornar,
quién me los hará tornar?
|
Estribillo
|
Se trata de una
pequeña narración de un sueño contado por la protagonista a un narratario, la
madre.
2. Estructura interna.
Se
puede dividir en tres partes según el contenido:
1ª
parte, versos del 1 al 5: lamentación por la marcha del marido.
2ª
parte, versos 6 al 12: relato del sueño premonitorio de la marcha del marido
por parte de la esposa.
3ª
parte, versos del 13 al 20: se repite el sueño y confirmación real de que su
marido se va a esas tierras lejanas.
3. Tema.
Lamentaciones amorosas de una esposa por la marcha
de su esposo a las islas de Aragón.
4. Resumen.
Una esposa se queja y desahoga con su
madre cuando su marido se marcha a tierras lejanas. Esta marcha fue anticipada
en un sueño en el que su compañero también se iba a las islas de Aragón (a las
islas Baleares o a Cerdeña, en Italia).
5. Análisis de la forma.
Desde un punto de vista prosodemático,
podemos destacar la interrogación retórica
“¿quién me los hará tornar?”, repetida en varias ocasiones en el poema. Son preguntas que se plantean sin
esperar respuesta. Se aproximan desde el punto de vista tonal a los enunciados
exclamativos por la fuerte emotividad que contienen. Son exhalaciones directas
y desgarradoras con las que la muchacha se desahoga.
La presencia de apóstrofes, como el
vocativo madre, señala la persona con
la que se desahoga. La madre es la confidente de la poesía lírica tradicional.
Su papel es pasivo: solo escucha.
Señalamos, para cerrar este apartado, la
presencia de una aliteración en el verso 3: Yo
no los puedo olvidar. La repetición del fonema vocálico abierto “o”, de
gran sonoridad y fuerte emotividad, acrecienta la función expresiva del
lenguaje presente en ese verso que, además, se repite tres veces en el poema.
Desde un punto de vista morfosintáctico se
destacan los siguientes rasgos. Con la repetición de la misma pregunta en los
versos 4 y 5, ¿Quién me los hará tornar,
quién me los hará tornar?, amplifica el dolor que siente la esposa en ese
momento. No hay casi adjetivos; tan solo en el verso 2 se utiliza luengas. Se tiende a la esencialidad y
concisión en la expresión del sentimiento. En cambio, los verbos son numerosos.
Con ellos se acrecienta la tensión emocional que está pasando la protagonista.
En cuanto a los tiempos observamos diferencias según las partes: en la primera,
se utiliza el presente de indicativo con un valor actual -la queja emocional se
produce en el mismo momento de la marcha del marido; en la segunda parte, en
cambio, se utiliza el pretérito imperfecto de subjuntivo, soñara, que es el tiempo de la irrealidad, de lo posible… que se
adecua a lo onírico; y, la última parte, se vuelve al presente con un valor
incoativo, la acción a punto de comenzar: Se
van a morar -lo soñado, se ha hecho realidad (el indicativo es el tiempo de
la realidad y objetivad).
En cuanto a las figuras literarias de este
plano podemos señalar la estructura paralelística de todo el poema; de manera
específica, por ejemplo, indicamos el paralelismo de los versos 9: a las islas del mar; y el 16: a las tierras de Aragón. También, comentamos
el pleonasmo del verso 9, A las islas de
la mar. Es un expresión redundante. Se resalta la palabra “mar”, para
intensificar lo lejos que se va.
No
hay recursos significativos desde el punto de vista léxico-semántico. Podemos
señalar la presencia de un símbolo universal -que es una metonimia: corazón
como órgano relacionado con el sentimiento: Yo
soñara, madre, un sueño / que me dio en el corazón…
6. Análisis del
contenido.
El asunto que se
trata en el poema es propio de la poesía tradicional: las lamentaciones
amorosas de una mujer; en este caso porque su marido acaba de partir. El
desarrollo del contenido es breve y repetitivo. Además, observamos la presencia
de un confidente: su madre, que escucha a su hija al quedarse sola.
La referencia a
las tierras de Aragón, hacia las que parte el esposo pueden ser las islas Baleares o a
la conquista de Cerdeña por
parte de la corona aragonesa.
En cuanto métrica,
observamos que ésta es muy sencilla: versos octosílabos y rima solo en parte de
la composición.
Digno de
comentar es la superposición de dos planos: el plano de los sueños y el plano
de la realidad. Al final, ambos se funden en una verdad inapelable: la marcha
del marido.
Aunque el poema
viene firmado por Gil Vicente, no por ello hemos de pensar que él es el autor.
Es propio de este dramaturgo portugués la inclusión en sus obras de estas
muestras de poesía tradicional; una característica esencial de esta lírica es
su anonimato.
7. Conclusiones.
Poema muy
representativo de la lírica tradicional, tanto por su forma como por su contenido.
Desde este punto de vista, el poema expresa sentimientos que, a pesar del
tiempo transcurrido, son intemporales, como es el dolor que causa la separación
del ser amado.
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