En la prensa de nuestro país reina cada
vez más el negativismo a ultranza. Hay mil motivos para quejarse, para
protestar, denunciar, para condenar y bramar, casi todo marcha mal o de forma
insatisfactoria cuando no fraudulenta y criminal. Desde luego, no es para estar
contentos, sino más bien furiosos o descorazonados. Sin embargo, hay algo
todavía más grave, y es la actitud de gran parte de los periodistas,
columnistas y comentaristas de prensa, radio y televisión, porque da la
impresión de que no están dispuestos a que las cosas vayan mejor. Parece como
si se sintieran muy cómodos y a salvo instalados en la negatividad y temieran
como a la peste no sólo el elogio, la aprobación o el aplauso, sino incluso el
matiz y la relatividad. Todo lo que no sea ira y vociferación, escepticismo y
desdén, les resulta blando y pobre y seguramente hasta indigno.
En el fondo no es de extrañar: todos
sabemos que es mucho más fácil explicar por qué no nos gusta una película o un
libro que explicar por qué nos complace. Las críticas en contra son, por su
propio carácter, mucho más lúcidas, contundentes y contagiosas que las
favorables. Admiten en mucho mayor grado la exageración y la arbitrariedad y el
sofisma, y admiten la incondicionalidad. Es muy difícil estar
incondicionalmente a favor de nada, mientras que resulta sencillísimo y
gratificador estar incondicionalmente en contra de todo. Hoy en día da la
impresión de que la mayoría de los articulistas y contertulios se levantan de
la cama con el ánimo ya soliviantado y entonces miran a su alrededor para
hallarle contenido a su cólera.
- Tema y estructura.
ESTRUCTURA EXTERNA:
Se trata de un texto completo en prosa. Los tipos
de discurso que predominan son el expositivo y el argumentativo. El primero
sobre todo en el primer párrafo cuando describe cuál es la situación del país.
Aunque en ese mismo párrafo comienza a opinar en la línea 7: Parece como si se sintieran muy cómodos…
Ese carácter argumentativo se ve hasta el final donde se presenta la tesis o
conclusión final: Hoy en día da la
impresión de que la mayoría de los articulistas y contertulios…,
previamente argumentada en el segundo párrafo.
ESTRUCTURA INTERNA:
1/4. Introducción: Se presenta el tema a desarrollar que es la
sensación de que todo funciona mal en el país y que la prensa solo refleja los
aspectos negativos.
4/17. Cuerpo argumentativo.
De la línea 4 a la 10 amplía esa percepción de que todo va mal
incluyendo el mundo del periodismo y, en concreto, a aquéllos que se dedican a
comentar la actualidad o la información –columnistas, comentaristas…- por no
ser capaces de analizar matizadamente la realidad.
De la línea 11 / 16 argumenta por qué es más fácil realizar una crítica
negativa que otra elogiosa.
17/19. Tesis o idea central: Los articulistas y columnistas no analizan
la realidad de manera objetiva, pues, aunque realmente las cosas no estén bien,
no son capaces de ofrecer una visión polifónica; solo incluyen los aspectos
negativos.
TEMA: Crítica razonada al negativismo con el que articulistas y
comentaristas abordan la situación actual de España.
RESUMEN.
Javier Marías desarrolla en el artículo la
manera tan negativa con la que analizan la realidad sus compañeros de
profesión. Reconoce que la situación actual en el país es mala, que los
dirigentes en muchas ocasiones son irresponsables y alguno, delincuente. Sin
embargo, para él, los periodistas que se dedican a la opinión dan la sensación,
cuando analizan la actualidad, de que se sienten cómodos con este estado de
cosas y que casi preferirían que no se mejorara la situación, para realizar su
trabajo de manera más fácil. Pues, según el autor, es más fácil criticar lo
malo, que lo que se hace bien y, además, tienen más seguidores cuando se
critica que cuando se pondera algo positivamente.
2.
Actitud
e intencionalidad.
Javier Marías reflexiona sobre una de sus facetas
profesionales, la de colaborador con la prensa escrita; en concreto, analiza la
actitud de sus colegas a la hora de escribir, los temas que eligen y la manera
de abordarlos. Lo que parecería una reflexión objetiva se transforma nada más
comenzar en una visión subjetiva y poco autocrítica, pues la misma actitud o
predisposición que denuncia la emplea él.
La intencionalidad parece clara. Por una parte, sería dar un toque de
atención a sus colegas para que maticen más sus opiniones e incluyan aspectos
más complejos en sus análisis y para que no carguen tintas solo en lo negativo,
pues cuando se adopta esta actitud difícilmente se puede ofrecer una imagen
objetiva de la realidad.
Además, el columnista escribe para sus lectores, a los cuales
implícitamente les está advirtiendo para que sean críticos a su vez con sus
comentaristas habituales.
Algunos rasgos lingüísticos
propios de esta actitud y la intencionalidad son:
-La presencia de las funciones del lenguaje expresiva
y la apelativa, ya que la visión que el autor ofrece está teñida de
subjetivismo e intenta convencer de su punto de vista a los demás. RELACIONADO CON LA
ACTITUD Y LA INTENCIONALIDAD.
-La elección de la argumentación como forma de
elocución principal –tipo de discurso- para convencer de una tesis –el excesivo
negativismo de la prensa- a los lectores y como apoyo, la exposición. RELACIONADO CON LA
ACTITUD Y LA INTENCIONALIDAD.
-Encontramos en el texto numerosos adjetivos, casi todos explicativos,
con lo cual podemos sacar la conclusión de que el texto es muy subjetivo.
He aquí algunos ejemplos de estos usos.
-Adjetivos que funcionan como atributos en construcciones de predicado
nominal: l. 4, no es para estar
contentos, sino más bien furiosos o descorazonados; 6/7 … da la sensación de
que no están dispuestos a que…; 12 es mucho más fácil…; 13 las críticas son
mucho más lúcidas, contundentes y contagiosas; 16 Es muy difícil…
-Adjetivos explicativos valorativos: 3 forma insatisfactoria cuando no fraudulenta y criminal, 5 algo
todavía más grave; 19 se levantan con el ánimo ya soliviantado…
A todo
lo anterior hay que añadir que los adjetivos están modificados por adverbios
cuantificadores que acrecientan más el carácter subjetivo y valorativo. Lo
mismo podemos decir del uso del superlativo en el adjetivo de la línea 17: sencillísimo. RELACIONADO CON LA
ACTITUD.
-Nos encontramos con un plural sociativo, todos sabemos, con el que el autor
incluye a los lectores para partir de algo consabido o aceptar una verdad
universal. Del mismo modo, en la línea 4, observamos un empleo parecido en el
sujeto elíptico de la oración… no es para
estar contentos(nosotros). RELACIONADO CON LA INTENCIONALIDAD.
TIPO DE TEXTO.
[Según
el ámbito de uso] Nos
encontramos con un texto
de opinión de un periódico; se trata de una columna. Desde el punto de vista
periodístico, estos textos se caracterizan por ocupar un espacio fijo en las
páginas del periódico para que los lectores habituales las lean. Suelen ser
textos breves que son escritos por colaboradores fijos del periódico que se van
alternando para publicar diariamente sus colaboraciones.
Los temas que tratan son muy variados, no
necesariamente ligados a la realidad, -aquí precisamente es un asunto
relacionado con su propia profesión- y abordados de manera muy personal por lo
cual la función del lenguaje que predomina es la expresiva –junto a la conativa
al intentar convencer a sus lectores de que lo que se dice es cierto. La nota más
característica es el estilo personal, muy próximo al literario en cuanto a sus
recursos, que utilizan los articulistas; no en vano, la mayoría son escritores
profesionales. Sin embargo, el estilo no debe ser muy grandilocuente, pues el
propio medio donde se publica y las características pragmáticas de la columna
exige un ritmo ágil por ser un texto con pocas líneas.
[Según la clase de discurso o forma de elocución] Como se ha dicho al comentar la estructura
externa, el texto periodístico es fundamentalmente una argumentación en la que
hay también una pequeña exposición. Encontramos las dos partes esenciales de
este tipo de discurso, señaladas al analizar la estructura interna, cuerpo
argumentativo y tesis, que aparece al final, por lo cual se puede afirmar que
la estructura de la argumentación es sintética. Algunos rasgos lingüísticos
propios de la argumentación son, desde el punto de vista sintáctico, el
predominio de las oraciones compuestas sobre las simples; es decir, hay más
oraciones subordinadas. No siendo la primera oración que es simple, todas son
compuestas, muchas de tipo lógico: finales (Hay mil motivos para quejarse,
para protestar, denunciar, para condenar y bramar), causales (porque da
la impresión de que no están dispuestos a que las cosas vayan mejor.) En el léxico predominan los sustantivos
abstractos, propios de la actitud reflexiva con la que se tocan estos temas: negativismo, ultranza, actitud, impresión,
negatividad, exageración,…
Valoración personal. (1,5 puntos)
VALORACIÓN OBJETIVA. Con ser en líneas generales verdad las
apreciaciones que realiza el autor, éstas quedan invalidadas en gran medida por
denunciar lo que él mismo realiza en su columna: criticar.
Por el tono y la manera en que el autor va
concretando sus ideas, esa crítica parece circunscribirse a los comentaristas y
tertulianos que en distintos programas audiovisuales y radiofónicos comentan la
realidad, pero también a los articulistas de la sección de opinión de los
periódicos. Y la verdad es que no le falta razón. Cuando se oye a los
tertulianos o se lee un artículo de opinión, lo que se resalta son los aspectos
negativos; sin embargo, lo que se echa más en falta tal vez sea que no se
aborden los temas desde diferentes puntos de vista. Y aún más, que los que
opinan no se dejen llevar por sus convicciones ideológicas, cosa difícil de
encontrar en la prensa actual por estar ésta bastante polarizada.
Por otra parte, el argumento utilizado para
justificar que es más fácil criticar, sacar a relucir lo malo, es una opinión
del columnista; no siempre es así. Cuando hay algo que te gusta, que está bien,
-los mismos ejemplos que saca a colación él, pueden servir: libro, película…-
es muy fácil hablar positivamente de ellos, explicar por qué nos han gustado y
nos han despertado una pasión incondicional que nos lleva a recomendarlos -no
hay mejor propaganda que el boca a boca. Incluso, hablar bien de algo
produce más bienestar que hablar mal o criticar. Por lo tanto, si la actitud de
estos comunicadores fuera más abierta y objetiva, probablemente encontrarían
otros asuntos que comentar y puntos de vista más amplios.
Lo que sí es un acierto es que Javier Marías
ha logrado en pocas líneas plasmar un tema que llega a cualquier lector, y de
proporcionarle unos argumentos o reflexiones que le permitan a continuación
pensar en si es cierto o no lo que afirma en el artículo.
VALORACIÓN SUBJETIVA. Es complicado encontrar en la prensa
actual medios de comunicación realmente independientes, no solo a la hora de
analizar e interpretar la información, sino cuando informan asépticamente.
El ciudadano tiene libertad a la hora de
elegir el medio de comunicación con el que sigue la realidad y parece que con
eso se siente libre. Por otra parte, es verdad que ningún medio de comunicación
exige lealtad, aunque al final acabemos siendo fieles; sin embargo, la
sensación que se instala en cada uno de nosotros es que no aprehendemos la
realidad tal como es, sino la que interesadamente nos presentan y analizan.
El futuro en este sentido es cada vez más
preocupante y peligra unos de los pilares básicos de las sociedades
democráticas, la prensa libre, que en algún momento se llamó el cuarto poder.
La prensa escrita, los tradicionales periódicos en papel están pasando por la
peor etapa de su existencia. La competencia de internet, de las propias
televisiones -han perdido lectores y muchos ingresos por publicidad-, está
provocando la reducción de las plantillas de las redacciones y la sustitución
de periodistas veteranos por otros más jóvenes sin la misma experiencia y con
bastante miedo a denunciar o investigar por su inestabilidad laboral.
Funciones del lenguaje más importantes
presentes entre las líneas 7 y 10.
Parece como si se sintieran muy cómodos
y a salvo instalados en la negatividad y temieran como a la peste no sólo el
elogio, la aprobación o el aplauso, sino incluso el matiz y la relatividad.
Todo lo que no sea ira y vociferación, escepticismo y desdén, les resulta
blando y pobre y seguramente hasta indigno.
Las funciones del lenguaje
que predominan son: la expresiva y la apelativa, ya que la visión que el autor
ofrece está teñida de subjetivismo e intenta convencer de su punto de vista a
los demás. También aparece la función poética.
La función más relevante es
la expresiva pues el autor valora el trabajo y la forma cómo enfocan los temas
sus colegas de profesión. Es cierto que pretende dar la sensación de
objetividad y la expresión de las ideas se realiza con aparente imparcialidad,
ya que no aparece la primera persona y hay muchas construcciones impersonales: Parece como si…; mas el autor está
valorando, opinando y esto lo hace con el uso de muchos adjetivos. Hay que
añadir que los adjetivos están modificados por adverbios cuantificadores que
acrecientan más el carácter subjetivo y valorativo, como, por ejemplo, en la
línea 10: les resulta blando y pobre y
seguramente indigno; o, en la línea siguiente: …es mucho más fácil.
La función apelativa está
presente ya que primeramente el articulista se dirige a un lector más o menos
fiel de sus columnas e intenta convencerlo de que su punto de vista sobre el
tema que aborda es el cierto. Se podría intuir que también la intención de
Javier Marías fuera un poco más lejos e intentara cambiar la actitud de sus
compañeros para que abandonaran el negativismo. En ningún caso hay referencias
explícitas en el texto de estas intenciones.
Por último, está presente la
función poética ya que Marías hace uso de recursos propios del lenguaje
literario, como el polisíndeton: Todo lo
que no sea ira y vociferación, escepticismo y desdén, les resulta blando y
pobre y seguramente hasta indigno; y un símil: Temieran como a la peste no solo el elogio…
Las tres funciones
comentadas son propias de los ensayos y de los artículos de opinión por su
estilo, que en ocasiones se aproxima al literario, y por la temática y su forma
de acercamiento a ella que en ningún caso pretende analizarla en su totalidad.
Además, está implícita la intención de influir en los lectores para que éstos
se postulen a favor de las ideas vertidas por el autor.
Valor estilístico de los adjetivos de
las líneas 11 a la 14.
En el fondo no es de extrañar: todos
sabemos que es mucho más fácil explicar por qué no nos gusta una
película o un libro que explicar por qué nos complace. Las críticas en contra
son, por su propio carácter, mucho más lúcidas,
contundentes y contagiosas que
las favorables.
Encontramos en el texto
numerosos adjetivos que aparecen en el sintagma verbal (Predicado nominal)
funcionando como atributos en construcciones de predicado nominal. La presencia
de estructuras verbales atributivas es propia del discurso argumentativo.
A todo lo anterior hay que
añadir que los adjetivos están modificados por adverbios cuantificadores que
acrecientan más el carácter subjetivo y valorativo.
Por consiguiente, el uso que
se realiza de los adjetivos está relacionado con la subjetividad propia de un
artículo de opinión. Con ellos el autor expresa su punto de vista y valora
distintos aspectos.
Los otros dos adjetivos son
casos diferentes. Por un lado, en su propio
carácter, el adjetivo subrayado significa “Referente a la misma persona que habla o a la persona o cosa de que se
habla”, y forma con el sustantivo al que se refiere en cuanto a su
elocución una secuencia fija en la que el adjetivo se antepone. Es un adjetivo
explicativo, casi un epíteto.
El último, es un adjetivo
sustantivado al estar precedido del determinante artículo determinado: las
favorables. Se sobreentiende el núcleo nominal al que sustituye: las críticas favorables.
Explicación del significado contextual
de las siguientes palabras: negativismo (1), relatividad (15),
vociferación (15) y escepticismo (15). (1 punto)
Negativismo es la actitud adoptada por alguien, -en este caso,
los comentaristas-, que implica que su opinión sea de rechazo u oposición a la
cuestión que analiza, aportando una visión sobre ella pesimista o destructiva. Si
el negativismo está relacionado con una conducta o acción, supone la
paralización de la misma o el emprendimiento de la misma no para sacarla
adelante, sino para que fracase.
Sinónimos:
la persona negativa es pesimista, destructora, contraria…
-La
palabra Relatividad está usada en
el texto con el significado de relativismo, según el cual, los puntos de vista
no tienen verdad ni validez universal, sino que sólo poseen una validez
subjetiva y parcial condicionada por el momento y el contexto sociocultural.
Sinónimos:
Prevención, provisional, desconfianza. (No es fácil encontrar palabras que
podamos considerar sinónimas).
-Vociferación es una acción relacionada con el verbo vociferar
cuyo significado es hablar con un tono de voz más alto de lo que se considera
normal.
Sinónimos:
vocear,
gritar, desgañitarse, chillar
-Escepticismo, es una actitud o postura que considera que no hay
ningún saber firme, ni puede encontrarse ninguna opinión irrebatible. Sería
también una desconfianza prudente ante cualquier afirmación.
Sinónimos:
incredulidad, duda y desconfianza.
Valor estilístico de los verbos sombreados
de las líneas 11 a la 19. (1 punto)
En el fondo no es de extrañar: todos sabemos que es mucho más
fácil explicar por qué no nos gusta una película o un libro que explicar por
qué nos complace. Las críticas en contra son, por su propio carácter, mucho más lúcidas,
contundentes y contagiosas que las favorables. Admiten en mucho mayor grado la exageración y la
arbitrariedad y el sofisma, y admiten la incondicionalidad. Es muy difícil estar
incondicionalmente a favor de nada, mientras que resulta sencillísimo y
gratificador estar incondicionalmente en contra de todo. Hoy en día da la impresión de que la
mayoría de los articulistas y contertulios se levantan de la cama con el ánimo
ya soliviantado y entonces miran a su alrededor para hallarle contenido a su
cólera.
Casi todos los verbos de
este fragmento están en presente de indicativo con un valor intemporal o gnómico, uso característico
de la exposición y argumentación, discursos empleados en las columnas y los
ensayos. Estos verbos están en 3ª persona de singular o plural: es de extrañar…, son, admiten,
es muy difícil…
Sin embargo, al final, el
presente de indicativo, da la
impresión, muestra un valor de presente actual, pues el tiempo de la acción
coincide con el momento actual, marcado, además, por la locución adverbial, Hoy en día. Por otra parte, se ha de señalar que la forma es
una frase verbal
que toda ella funciona de núcleo
verbal. Es una expresión hecha, un cliché lingüístico.
Además, encontramos un plural sociativo, todos sabemos, con el que el
autor incluye a los lectores para partir de algo consabido o aceptar una verdad
universal. Este plural sociativo es propio del discurso argumentativo y expositivo; también de las columnas.
Un poco de publicidad personal...
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