Comentario de texto de un fragmento del Libro de buen amor, de Arcipreste de Hita
Mujeres, las orejas poned a la lección, entended bien el cuento, guardaos del varón; cuidad no os acontezca como con el león al asno sin orejas y sin su corazón. El león estuvo enfermo, le dolía la testa cuando sanó del mal, y la traía enhiesta todos los animales, un domingo, en la siesta, se fueron ante él para hacer una fiesta. Allí estaba el burro, y lo hicieron juglar; como estaba bien gordo, comenzó a retozar tocando su tambor, y empezó a rebuznar: al león y a los otros los quería atronar. Harto por sus alardes, se puso el león sañudo y quiso despedazarlo, pero alcanzarlo no pudo; tocando su tambor, se fugó de aquel feudo; se sintió muy ofendido el león del orejudo. El león dijo luego que lo perdonaría; mandó que lo llamasen, que la fiesta honraría, y que cuanto pudiese, todo le otorgaría; la zorra juglaresa quedó en que lo traería. Marchó la raposilla a donde el asno andaba paciendo en un prado, y así lo saludaba: “Señor”, dij