La dulce boca que a
gustar convida
un humor entre perlas
destilado,
y a no envidiar aquel licor sagrado
que a Júpiter ministra el garzón
de Ida,
amantes, no toquéis, si
queréis vida;
porque entre un labio y otro colorado
Amor está, de su veneno armado,
cual entre flor y flor sierpe escondida.
No os engañen las rosas
que a la Aurora
diréis que, aljofaradas
y olorosas
se le cayeron del purpúreo seno;
manzanas son de Tántalo,
y no rosas,
que pronto huyen del que incitan hora
y sólo del Amor queda el veneno.
ESTRUCTURA
EXTERNA.
Nos encontramos con un
poema completo. Se trata de un soneto formado por dos cuartetos y dos tercetos.
Los versos son endecasílabos y riman en consonante de la siguiente manera:
ABBA, ABBA, CDE,
DCE. El poema describe la boca, los labios y la piel de una mujer. Y
recomienda no entregarse a la pasión amorosa porque al final producirá dolor en
los amantes; por tanto, diremos que el poeta intenta convencer argumentado.
ESTRUCTURA
INTERNA.
Según el contenido
distinguimos dos partes en las que el poeta exhorta a no dejarse llevar de la
belleza de una mujer.
-En los dos primeros
cuartetos el poeta recomienda no besar los labios de la amada a pesar de
su atractivo.
-En los dos tercetos
exhorta a lo mismo: no dejarse llevar por el atractivo de la piel, por el cutis
de la amada, porque en los dos casos, después del goce y de que pase cierto
tiempo, solo va a quedar la amargura de esa experiencia.
TEMA.
-Prevención contra el amor.
-Recomendaciones del poeta para no enamorarse.
RESUMEN.
El atractivo de la boca y los labios de la
amada incitan a desearla, a querer besarla, pero el poeta recomienda no hacerlo
porque no es lo que parece: esos besos y la boca serán después los que le
desprecien – se transformen en veneno. Igual pasa con la piel tersa y rosácea
de la joven amada, a la que recomienda
no acariciar, pues del mismo modo que se presenta voluptuosa, después de
un tiempo huirá cuando se quiera gozar de ella.
ANÁLISIS
DE LA FORMA.
Plano fonológico, fonético y prosodemático.
Desde el punto de vista prosodemático, destaca
la entonación exhortativa con la que el poeta se dirige a los amantes para que
no se entreguen a su pasión amorosa: amantes, no toquéis, si queréis
vida...(verso 5); No os engañen las rosas ... (verso 9). La
presencia del vocativo amantes, con una entonación exclamativa, junto a
la presencia de numerosas pausas internas, acrecienta el tono conminatorio con
el que el poeta se dirige a los amantes.
[Podemos mencionar el arcaísmo fonológico al
comprobar las vacilaciones vocálicas entre e/i: distilado/destilado;
invidiar/envidiar.]
Algunas figuras basadas en este plano del
lenguaje son las aliteraciones, como la hallada en los versos 1/3:
La dulce boca que a gustar convida
un humor entre perlas destilado,
y a no envidiar aquel licor sagrado
Se repiten una serie de fonemas alveolares – su
punto de articulación es el inicio del paladar (los alveolos)- r, l, s. El
sonido de estos fonemas se asemeja al fluir de la saliva en la boca.
Plano morfosintáctico.
La presencia de adjetivos es notable, tanto en
posición pospuesta, con un carácter especificativo: humor distilado
(verso 2), licor sagrado (verso 3), labio colorado
(verso 6)..., como antepuestos, con un valor explicativo: dulce boca
(verso 1), purpúreo seno (verso 11); encontramos otros dos
adjetivos desplazados del sustantivo al que se refieren, que podemos considerar
epítetos, pues resaltan cualidades inherentes a las rosas:
No os engañen las rosas que a la Aurora
diréis que, aljofaradas y olorosas
se le cayeron del purpúreo seno;
La presencia de adjetivos se justifica por la
descripción que se efectúa del rostro de la joven amante.
En cuanto a los verbos, hemos de comentar dos
tiempos fundamentales. El presente de indicativo, con un valor de presente
actual: convida, queréis, está…; este valor del presente
permite la actualización constante siempre que se lee el poema; el valor
conminatorio sigue siendo tan válido ahora, como en el momento en que se
compuso el poema. El otro tiempo son las distintas formas exhortativas ya
mencionadas: presentes de subjuntivo, con valor de mandato, no toquéis
(verso 5) y no os engañen (verso 9).
En cuanto a la sintaxis apreciamos unos
periodos oracionales no excesivamente extensos. Encontramos subordinadas
adjetivas, con un fin similar a los adjetivos ya analizados: La dulce boca que
a gustar convida // un humor entre perlas destilado, (versos 1 y 2) y a
no envidiar aquel licor sagrado // que a Júpiter ministra el garzón de Ida
(verso 3 y 4). Hay otras subordinadas lógicas relacionadas con el discurso
argumentativo que utiliza el poeta para convencer; por ejemplo, una subordinada
condicional y otra causal en los versos 5 y 6: amantes, no toquéis, si
queréis vida; // porque entre un labio y otro colorado… Incluso,
una comparativa -por tanto, símil- en los versos 7 y 8: Amor está, de su
veneno armado, // cual entre flor y flor sierpe escondida.
La principal figura literaria del poema basada
en este plano del lenguaje es el hipérbaton, con numerosos ejemplos, como el
que hay en los versos 1 al 4: La dulce boca que a gustar convida // un humor
entre perlas destilado, // y a no envidiar aquel licor sagrado // que a Júpiter
ministra el garzón de Ida. En general, hay mucho desorden sintáctico; el
orden normal sería: La dulce boca que convida a gustar un humor destilado
entre perlas y no envidiar aquel licor sagrado que el garzón de Ida ministra a
Júpiter.
Encontramos también una elipsis en el verso 6: Entre
un labio y otro (labio) colorado. Se sobrentiende labio. La elisión de labio resalta el color
del mismo: rojo, símbolo de la pasión amorosa.
Desde un punto de
vista léxico-semántico, comentamos la presencia de algunos cultismos, como: ministra
(verso 4), sierpe (verso 8) y purpúreo (verso 11). El uso de
estas palabras importadas directamente del latín es una de las características
de la poesía barroca.
En general, hay una
selección de un vocabulario original y sonoro, como, por ejemplo, la palabra aljofaradas, que proviene de aljófar,
que es una perla irregular y pequeña. Un uso figurado es el de cosa parecida al
aljófar, como las gotas del rocío.
La complejidad del
poema no es solo formal; también, conceptual. Se puede apreciar una dilogía o
antítesis que abarca todo el poema. Partiendo de la experiencia sentimental, el
amor es presentado como algo opuesto, según el momento de su disfrute. Se puede
ver la oposición y la evolución en este pequeño esquema:
EL
AMOR
|
AHORA
|
DESPUÉS
|
Dulce
boca.
|
Veneno
armado
|
Humor
distilado entre perlas
|
Sierpe
escondido
|
Licor
sagrado
|
Rosas
aljoforadas
|
Manzanas
de Tántalo
|
Pasamos a comentar algunas figuras de este
plano. Un símil en el verso 8: Cual
entre flor y flor sierpe escondida. El amor no solo proporciona placer; en su misma esencia está lo
contrario, el dolor, escondido en la propia naturaleza del sentimiento. Una
personificación en el verso 7: El amor está de su veneno armado. El
veneno del amor es el armamento para causar dolor al amante despechado. Las
figuras más numerosas son las metáforas. En el verso 1: La dulce boca que a
gustar convida. Sería una metáfora pura. La boca, por su forma, es la
copa que el garzón de Ida sirve a
Júpiter. La boca de la amada contiene el néctar del amor cuando se la besa. En el verso 2: Un humor entre perlas
destilado. Es otra metáfora pura. No aparece el término real: dientes. Se
compara la blancura y perfección de ambas cosas. En los versos del 9 al 12: No
os engañen las rosas que a la Aurora
// diréis que, aljofaradas y
olorosas // se le cayeron del purpúreo seno; // manzanas son de Tántalo
, y no rosas, Nos encontramos con una serie de metáforas que podemos
interpretar así: las rosas, es el color del rostro –rosáceo, vivo, joven…-; la
aurora sería la juventud; purpúreo seno hace referencia también a la mañana y a
la vida; las manzanas de Tántalo, es el sufrimiento del amante que deseando a
la amada es rechazado por ella.
ANÁLISIS
DEL CONTENIDO.
La palabra amor se pone con letras mayúsculas y
se la dota de un comportamiento humano. Sin embargo, no es una representación
del sentimiento de manera general, sino que representa a la mujer. Es decir, la
que rechazará al amante es su amada.
Por otra parte, se equipara el goce del amor
humano al goce experimentado por los dioses –divinización de la mujer.
Disfrutar de los besos y caricias de la amada es equiparable a los goces de los
dioses: a no envidiar aquel licor sagrado que a Júpiter ministra el garzón
de Ida. 4.
Observamos varias referencias mitológicas, como
la comentada anteriormente, y la referencia a Tántalo. Estas menciones son
propias del Barroco y especialmente de Góngora.
La poesía es un exhorto o advertencia contra
los males derivados del enamoramiento. Lo que aconseja el poeta es que no
confiemos en el amor por las siguientes razones: no vamos a ser correspondidos
–pesimismo propio del momento; porque
los placeres sensuales pasan pronto –fugacidad del tiempo; y porque el ser
amado se convertirá en un enemigo –homo
homini lupus. La advertencia de que el amor es engañoso es una actitud
propia del Barroco.
Las dificultades de comprensión son notables no
solo por los hipérbatos (encontramos un desorden sintáctico extremo
–hipérbaton-, sino por las referencias
mitológicas ya mencionadas. Hay que tener en cuenta que mucha poesía barroca
está dirigida a la élite que detenta el poder o a gente próxima a él, como el
círculo de escritores de la corte.
CONCLUSIONES.
Se
trata de un soneto que desarrolla unos de los tópicos de la literatura barroca:
la prevención para no caer en los lazos amorosos. Esta admonición se efectúa con
un tono conminatorio y un tono solemne conseguido con los versos pausados y la
expresión temporal del presente actual.
A
pesar de ser una composición temprana de Góngora (de 1584; tiene 23 años) se
puede observar una complejidad formal y temática que aleja la comprensión del
receptor medio.
Por
último, el soneto es un ejemplo de la simplicidad con la que muchas veces se
aborda su obra: Góngora, príncipe de la luz, Góngora, príncipe de las
tinieblas. A pesar de ser una composición de su juventud, vemos artificios y
procedimientos próximos a Polifemo y Galatea (1612), poema
representativo del culteranismo.
[1]. La humedad de la boca destilada entre los dientes.
[4]. El mancebo Ganimedes que sirve el néctar a Júpiter. Fue
un joven raptado por Júpiter. Era un joven muy guapo. Pastoreaba con su rebaño
sobre una montaña muy cerca de Troya. Cuando lo vio el dios se enamoró
apasionadamente de él. Júpiter se transformó en águila y se lo llevó por los
aires hasta el Olimpo, donde le convirtió en copero (camarero) de los dioses.
[5]. Rosas, colores del rostro.
[6]. Aljófar, perla irregular y pequeña. Uso figurado: cosas
parecidas al aljófar; por ejemplo, las gotas del rocío.
[7]. Tántalo, personaje mitológico que en los infiernos fue
condenado a no poder comer nada, ni unas manzanas que continuamente se le
retiraban cuando las tenía al alcance de la mano. Fue condenado al infierno por
servir a su hijo como manjar en el banquete de los dioses.
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