Es una tarde cenicienta y mustia / Antonio Machado.    Es una tarde cenicienta y mustia,   destartalada, como el alma mía;   y es esta vieja angustia   que habita mi usual hipocondría.       La causa de esta angustia no consigo   ni vagamente comprender siquiera;   pero recuerdo y, recordando, digo:   —Sí, yo era niño, y tú, mi compañera.                 *         Y no es verdad, dolor, yo te conozco,   tú eres nostalgia de la vida buena   y soledad de corazón sombrío,   de barco sin naufragio y sin estrella.       Como perro olvidado que no tiene   huella ni olfato y yerra   por los caminos, sin camino, como   el niño que en la noche de una fiesta       se pierde entre el gentío   y el aire polvoriento y las candelas   chispeantes, atónito, y asombra   su corazón de música y de pena,       así voy yo, borracho melancólico,   guitarrista lunático, poeta,   y ...