Fragmento
del acto segundo de El sí de las niñas / Leandro Fernández de Moratín
DOÑA IRENE.– Es un señor muy mirado, muy
puntual. ¡Tan buen cristiano! ¡Tan atento! ¡Tan bien hablado! ¡Y con qué garbo
y generosidad se porta! [...] ¡Y qué casa tiene! Es mucho aquello. ¡Qué ropa
blanca! ¡Qué batería de cocina! ¡Y qué despensa, llena de cuanto Dios crió...!
Pero tú no parece que atiendes a lo que estoy diciendo.
DOÑA
FRANCISCA.– Sí, señora, bien lo oigo; pero no la quería interrumpir a usted.
DOÑA
IRENE.– Allí estarás, hija mía, como el pez en el agua. Pajaritas del aire que
apetecieras las tendrías, porque, como él te quiere tanto, y es un caballero
tan de bien y tan temeroso de Dios... Pero, mira, Francisquita, que me cansa de
veras el que siempre que te hablo de esto hayas dado en la flor de no
responderme palabra... ¡Pues no es cosa particular, señor!
DOÑA
FRANCISCA.– Mamá, no se enfade usted.
DOÑA
IRENE.– No es buen empeño de... Y ¿te parece a ti que no sé yo muy bien de
dónde viene eso? ¿No ves que conozco las locuras que se te han metido en esa
cabeza de chorlito? ¡Perdóneme Dios!
DOÑA
FRANCISCA.– Pero... Pues ¿qué sabe usted?
DOÑA
IRENE.– Me quieres engañar, ¿eh? ¡Ay, hija mía! He vivido mucho, y tengo yo
mucha trastienda y mucha penetración para que tú me engañes.
DOÑA
FRANCISCA.– (Aparte, creyendo que su
madre conoce sus relaciones con don Carlos.) ¡Perdida soy!
DOÑA IRENE.– Sin contar con su madre...
Como si tal madre no tuviera... Yo te aseguro que, aunque no hubiera sido con
esta ocasión, de todos modos era ya necesario sacarte del convento [...]. ¡Mire
usted qué juicio de niña este! Que porque ha vivido un poco de tiempo entre
monjas, ya se le puso en la cabeza el ser monja también... Ni qué entiende ella
de eso, ni qué... En todos los estados se sirve a Dios, Frasquita; pero el
complacer a una madre, asistirla, acompañarla y ser el consuelo de sus
trabajos, esa es la primera obligación de una hija obediente... Y sépalo, si no
lo sabe.
DOÑA
FRANCISCA.– Es verdad, mamá... Pero yo nunca he pensado abandonarla a usted.
DOÑA
IRENE.– Sí, que no sé yo...
DOÑA
FRANCISCA.– No, señora. Créame usted. La Paquita nunca se apartará de su madre
ni le dará disgustos [...].
DOÑA
IRENE.– Pues., hija, ya sabes lo que te he dicho. Ya ves lo que pierdes, y la
pesadumbre que me darás si no te portas en un todo como corresponde... Cuidado
con ello.
DOÑA
FRANCISCA.– (Aparte.) ¡Pobre de mí!
1.) Estructura externa.
2.) Estructura interna.
3.) Temas.
4.) Resumen.
5.) Análisis y comentario de las principales
figuras literarias.
6.) Características de la literatura del siglo
XVIII presentes en el fragmento.
7.) Lista de palabras desconocidas con su
significado.
1. ESTRUCTURA EXTERNA.
Fragmento en prosa
de la obra de teatro titulada El sí de las niñas. El fragmento pertenece
al segundo acto de la obra. En cuanto al tipo de discurso que encontramos en el
texto podemos decir que se trata de un diálogo teatral. Como tal, cada una de las intervenciones de
los personajes está precedida de su nombre. Además encontramos acotaciones descriptivas,
como es el aparte de la línea 34: (Aparte, creyendo que su madre conoce sus
relaciones con don Carlos.) Dentro del diálogo encontramos partes descriptivas,
sobre todo en la primera parte, cuando doña Irene detalla las virtudes de don
Diego.
2. ESTURCTURA INTERNA.
Podemos dividir el
texto en dos partes según los temas de la conversación:
La primera parte va
de la línea 1 hasta la 12. Esta parte es fundamentalmente descriptiva. Doña
Irene pondera las bondades de don Diego y resalta a su hija lo bien que le irá
el matrimonio con él.
La segunda, de la
línea a la 13 hasta el final. En esta parte doña Irene expresa el temor de que
la apatía que siente su hija por don Diego y por contraer matrimonio sea debido
al deseo de profesar como monja. La hija siente alivio al comprobar que su madre
interpreta su actitud de esa manera y no sospeche nada de su relación con don
Carlos.
3. TEMAS.
Podemos destacar
dos:
Alivio de Francisca
al comprobar que su madre interpreta su apatía hacia de don Diego como deseo de
ser ella monja.
Razones esgrimidas
por doña Irene para convencer a su hija de que le conviene el matrimonio con
don Diego.
4. RESUMEN.
Doña Irene, la
madre, está comentando a su hija Francisca los dones y bienes que poseerá si se
casa con don Diego, pero la hija no le muestra atención. La madre se da cuenta
de esta circunstancia y deduce que su negativa a aceptar la mano de don Diego
se debe a que quiere ser monja. La hija, aliviada de que la madre no sepa la
verdad, que no es otra que se ha enamorado del sobrino de su prometido, confirma
a su madre que no la abandonará en la soledad de la vejez.
5. Análisis y comentario de
las principales figuras literarias.
FIGURA
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Línea
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CITA
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EXPLICACIÓN
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Asíndeton
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1
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Es
un señor muy mirado, muy puntual.
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Se suprime el nexo entre el penúltimo y el
último término de una enumeración,
que queda sin completar, con lo cual, al quedar abierta, se deja la sensación
de que las notas podían continuar dentro de la línea semántica de los
elementos que aparecen.
|
Hipérbaton
|
7, 8
|
Pajaritas
del aire que apetecieras las tendrías,
|
“Tú tendrías pajaritas…” También, metáfora,
para significar que su marido la complacería con cualquier cosa aunque fuera imposible de
lograr.
Con la anteposición del C.D. el centro de interés de la oración se
dirige a él por aparecer en primer lugar.
|
Anáfora
|
1,
2
|
¡Tan
buen cristiano! ¡Tan atento! ¡Tan bien hablado!
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Se repite el adverbio tan. Se consigue ritmo. También hay asíndeton por no aparecer nexo entre los elementos de la también
pequeña enumeración.
|
|
¡Qué
ropa blanca! ¡Qué batería de cocina!
|
Se repite el determinante exclamativo qué.
|
Enumeración.
|
27
|
pero el complacer a una madre,
asistirla, acompañarla y ser el consuelo de sus trabajos, esa es
|
Conductas propias de una hija buena con su
madre.
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Etopeya
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1-2
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DOÑA
IRENE.– Es un señor muy mirado, muy puntual. ¡Tan buen cristiano! ¡Tan
atento! ¡Tan bien hablado! ¡Y con qué garbo y generosidad se porta!
|
Doña Irene describe a don Diego resaltando
las virtudes que contribuyen a que sea un gran caballero.
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Metáforas
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10
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hayas
dado en la flor de no responderme palabra...
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Nos encontramos una metáfora pura que se
refiere al término real “te hayas acostumbrado a …”
|
15
|
¿No
ves que conozco las locuras que se te han metido en esa cabeza de chorlito?
|
Hallamos otra metáfora pura, también en boca
de la madre con la que se refiere a la inocencia de la muchacha.
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18
|
tengo
yo mucha trastienda y mucha penetración
|
El significado real de estas metáforas
propias del lenguaje coloquial es que la madre alberga mucha experiencia de
la vida y conoce los pensamientos y actitudes de la gente.
|
Símil
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6
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…como
pez en el agua
|
Expresión coloquial con la que la madre
pondera la felicidad futura en casa de su marido.
|
Hipérbole
|
4
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..llena
de cuanto Dios crió...!
|
Es una exageración de la madre a la hija para
hacerle ver que no le faltará de comer si se casa.
|
6. Características de la
literatura del siglo XVIII presentes en el fragmento.
Se trata de una obra
de teatro en prosa, característica fundamental que diferencia el teatro
neoclásico del teatro barroco anterior, que se escribía en verso.
En cuanto al estilo
se puede observar que no hay un uso excesivamente literario. Se busca que el
lenguaje trasmita la idea y sea fiel reflejo del pensamiento y la intención del
autor; no alardear estéticamente de él.
El personaje de la
madre, de importancia en la obra, había carecido de ella en la comedia del
siglo XVII; en cambio, aquí, es uno de los protagonistas porque cumple una
función fundamental: la formación e instrucción sumisa de la condición femenina
de su hija.
El objetivo de los
escritores ilustrados es la reforma de los aspectos negativos de la sociedad,
entre ellos, la redención de la postración en la que se encontraba la mujer. Se
persiguen las hipocresías y se pone como paradigma la autenticidad, la sinceridad.
Esa esclavitud de la condición humana no solo se ve en los personajes mayores,
sino en la propia hija, que acepta resignada los designios de la madre. En
definitiva, la intención de Moratín con este texto y con toda la obra es
conseguir la igualdad de la mujer y criticar las prácticas habituales en la
época de matrimonios de conveniencia.
Un poco de publicidad personal...
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