Comentario de texto de un fragmento de Crónica de una muerte anunciada de Gabriel García Márquez.
Crónica de una muerte anunciada de Gabriel García Márquez.
Ángela
Vicario era la hija menor de una familia de recursos escasos. Su padre, Poncio
Vicario, era orfebre de pobres, y la vista se le acabó de tanto hacer primores
de oro para mantener el honor de la casa. Purísima del Carmen, su madre, había
sido maestra de escuela hasta que se casó para siempre. Su aspecto manso y un
tanto afligido disimulaba muy bien el rigor de su carácter. «Parecía una
monja», recuerda Mercedes. Se consagró con tal espíritu de sacrificio a la
atención del esposo y la crianza de los hijos, que a uno se le olvidaba a veces
que seguía existiendo. Las dos hijas mayores se habían casado muy tarde. Además
de los gemelos, tuvieron una hija intermedia que había muerto de fiebres crepusculares[1],
y dos años después seguían guardándole un luto liviano dentro de la casa, pero
riguroso en la calle. Los hermanos fueron criados para ser hombres. Ellas
habían sido educadas para casarse. Sabían bordar en bastidor, coser a máquina,
tejer encaje de bolillo, lavar y planchar, hacer flores artificiales y dulces
de fantasma, y redactar esquelas de compromiso. A diferencia de las muchachas
de la época, que habían descuidado el culto de la muerte, las cuatro eran
maestras en la ciencia antigua de velar a los enfermos, confortar a los
moribundos y amortajar a los muertos. Lo único que mi madre les reprochaba era
la costumbre de peinarse antes de dormir. «Muchachas —les decía—: no se peinen
de noche que se retrasan los navegantes». Salvo por eso, pensaba que no había
hijas mejor educadas. «Son perfectas», le oía decir con frecuencia. «Cualquier
hombre será feliz con ellas, porque han sido criadas para sufrir». Sin embargo,
a los que se casaron con las dos mayores les fue difícil romper el cerco,
porque siempre iban juntas a todas partes, y organizaban bailes de mujeres
solas y estaban predispuestas a encontrar segundas intenciones en los designios
de los hombres.
Ángela
Vicario era la más bella de las cuatro, y mi madre decía que había nacido como
las grandes reinas de la historia con el cordón umbilical enrollado en el
cuello. Pero tenía un aire desamparado y una pobreza de espíritu que le
auguraban un porvenir incierto. Yo volvía a verla año tras año, durante mis
vacaciones de Navidad, y cada vez parecía más desvalida en la ventana de su
casa, donde se sentaba por la tarde a hacer flores de trapo y a cantar valses
de solteras con sus vecinas. «Ya está de colgar en un alambre —me decía
Santiago Nasar—: tu prima la boba». De pronto, poco antes del luto de la hermana,
la encontré en la calle por primera vez, vestida de mujer y con el cabello
rizado, y apenas si pude creer que fuera la misma. Pero fue una visión
momentánea: su penuria de espíritu se agravaba con los años. Tanto, que cuando
se supo que Bayardo San Román quería casarse con ella muchos pensaron que era
una perfidia de forastero.
VALORACIÓN.
El
relato es un acierto por bastantes razones. Como no podía ser menos, teniendo
en cuenta que se está refiriendo a unos hechos acaecidos hace muchos años,
éstos son relatados con cierta frialdad objetiva. Esto se consigue con una
técnica narrativa propia del lenguaje periodístico. El orden con el que se
informa de los hechos obedece en ocasiones al rigor marcado por la estructura
de pirámide invertida característica de la información periodística. Esa
sensación de objetividad y veracidad de lo contado también lo logra con el
amplio espectro de declaraciones recogidas en el relato; en el fragmento
aparecen citadas declaraciones u opiniones de los vecinos. De todas maneras,
aunque su afán sea la de descifrar toda la verdad, el narrador no va a
desvelar, porque no lo sabe, o porque es un elemento fundamental que permite
tener ocupada la mente del lector durante toda la obra, el amante de Ángela
Vicario. Él sabe que el lector no puede imaginarse ningún otro personaje
culpable que no sea Santiago Nasar, por eso no tiene ningún reparo en disfrutar
aportando datos contrarios. Por ejemplo, en la l. 28 cuando recoge una cita
despectiva de Santiago refiriéndose a su prima: “Ya está de colgar en un alambre tu prima la boba”.
El
texto y el relato en su totalidad consiguen mantener la intriga hasta el final,
a pesar de que el autor ya desde el primer capítulo anuncia que Santiago Nasar
morirá; pero, hasta las últimas páginas, se crea la expectativa de que alguien
lo va a avisar y se salvará. Como también, el lector se pone de parte de los
hermanos Vicario, esperando que haya alguien que se interponga entre ellos y Santiago,
para no verse en la necesidad de cometer ese crimen.
El
acierto de Gabriel García Márquez está en contar una historia resaltando
ciertos aspectos de la misma como si fueran extraordinarios, como por ejemplo
el hecho de que Ángela hubiera nacido con el cordón umbilical enrollado en el
cuello, señal fabulosa según la madre del narrador; o la superchería de
peinarse antes de acostarse de la protagonista porque retrasaría a los
navegantes. Es una manera nueva de acercarse a la realidad que es la base de la
novela hispanoamericana de El Realismo Mágico.
CONTEXTUALIZACIÓN DEL
FRAGMENTO EN LA ÉPOCA Y EN EL MOVIMIENTO AL QUE PERTENECE EL AUTOR Y SU OBRA.
Crónica de una muerte
anunciada es una novela
del escritor colombiano Gabriel García Márquez. Pertenece al llamado “Boom de
la novela hispanoamericana”, que comienza a partir de 1960 y tiene una
repercusión mundial. En 1962 se publica La
ciudad y los perros de Mario Vargas Llosa, una novela de gran violencia que
refleja la educación recibida por un grupo de muchachos en un colegio militar
en Lima (Perú), y en 1967, Cien años de soledad
de Gabriel García Márquez, la mejor novela de este movimiento, que cuenta la
fundación y destrucción de Macondo, localidad erigida por la familia Buendía a
través de siete generaciones. Con estas
novelas comenzaba el boom de la novela hispanoamericana. Fundamentalmente es
una novela urbana y si aparece el ambiente rural, (como en García Márquez),
recibe un tratamiento original. Hay una profunda experimentación: ruptura de la
línea argumental, cambios del punto de vista, combinación de las personas
narrativas, monólogo interior, estilo indirecto libre... El lenguaje se
enriquecerá con la superposición de estilos o registros, distorsiones
sintácticas o léxicas… sobre todo, en La
ciudad y los perros. Con todo, lo más característico de esta narrativa es la
unión de lo fantástico y lo real. Lo fantástico no tiene nada que ver con la
literatura de evasión. Hay dos expresiones para referirse a esta tendencia: “lo real maravilloso", de Alejo
Carpentier y "el realismo
mágico" que comienza con Cien
años de soledad. Las dos denominaciones tienen como fin superar los
procedimientos del realismo decimonónico y dar a las narraciones una visión más
profunda de la realidad. En "Lo
real, maravilloso" el novelista estudia la realidad y luego elige lo
extraordinario o maravilloso. Es la realidad hecha fábula, convertida en algo
extraordinario, especialmente para la óptica occidental. Algo parecido es el "El realismo mágico": se intenta
dotar de una magnitud trascendente o irreal a una narración de sucesos
cotidianos. Se logra con la exageración (sacar la realidad de quicio) y la
sustantivación (hace figurar como real lo que es metafórico).
Gabriel
García Márquez (1928-2014), el autor colombiano de Crónica de una muerte anunciada, es una de las figuras más
representativas de la narrativa del siglo XX. Sin embargo, buena parte de su
vida estuvo dedicada al periodismo. Esta faceta profesional queda reflejada en
su obra literaria, como podemos ver en la novela estudiada por el título que
lleva y por los procedimientos narrativos empleados en ella. Su mérito fue
reconocido en 1986 al otorgársele el premio Nobel de Literatura.
Crónica de una muerte
anunciada la publica en
1981. Esta novela representa la unión entre periodismo y literatura y está
basada en hechos reales presenciados y vividos por Gabriel García Márquez y su
familia. Es una novela que refleja a la perfección los postulados de la novela
hispanoamericana de finales del siglo XX: la fusión de realidad y fantasía
propia del Realismo Mágico inaugurado con Cien
años de soledad.
COMENTARIO DE LA
ESTRUCTURA EXTERNA E INTERNA DE LA OBRA Y LOCALIZACIÓN DEL FRAGMENTO.
La estructura externa La obra se divide externamente en cinco
capítulos no numerados.
No
se puede observar una distinción clara entre introducción, nudo y desenlace, ya
que no es una acción lineal. Encontramos frecuentes retrocesos al pasado con
analepsis o flash back, y se narran episodios, a parte de la trama principal,
que facilitan su comprensión. La estructura es pues in media res. Ya desde las
primeras líneas empieza la acción, como centro de la narración: “El día en que lo iban a matar, Santiago
Nasar se levantó a las 5.30 de la mañana para esperar el buque en que llegaba
el obispo.” Por otra parte, se narran secuencias separadas que ocurren al
mismo tiempo, y que confluyen después en un mismo punto; por ejemplo, la
llegada de Santiago Nasar a su casa desde el puerto y la preparación de los
gemelos de su asesinato.
La estructura interna. La novela se sitúa en el período que
transcurre desde el fin de las fiestas de la boda de Ángela Vicario y Bayardo
San Román, hasta la consumación del crimen de Santiago Nasar.
Durante
cinco capítulos se realiza una detallada investigación, casi con técnica de
novela policíaca, enriquecida con los diversos testimonios de los personajes de
la obra. Al mismo tiempo recorre numerosos aspectos de la vida de los
protagonistas, desde la infancia a la vejez, y con gran maestría el autor
consigue que se sucedan multitud de acciones paralelas.
El
primer capítulo reconstruye una hora, entre las cinco y media y las seis y
media de la mañana, en la que Santiago Nasar sale de su casa para esperar el
buque en que llegaba el obispo. La narración sigue con el protagonista y revela
algunos datos sobre sus hábitos y personalidad. Se cierra con el anuncio de su
muerte.
El
segundo capítulo se centra en la pareja formada por Bayardo San Román y Ángela
Vicario. Abarca desde agosto, mes en el que llega Bayardo al pueblo despertando
una enorme curiosidad. Después de proporcionar detalles sobre el personaje de
Ángela Vicario y su familia, el relato se extiende en la descripción de la
fiesta y termina a las dos de la mañana, cuando Ángela es devuelta a su casa
por no ser virgen y la chica confiesa que el hombre responsable de esa afrenta
es Santiago Nasar.
El
tercer capítulo reconstruye las horas que oscilan entre las tres y las seis y
media de la mañana y se sitúa en torno a los gemelos Pablo y Pedro Vicario.
Continúa con la peregrinación de los hermanos por el pueblo anunciando su
intención de matar a Santiago Nasar.
El
cuarto capítulo se abre con la esperpéntica autopsia al cuerpo de Nasar y se
detiene en la narración del futuro destino que aguarda a los gemelos. El
narrador concluye explicando la extensa conversación que mantuvo con Ángela
Vicario, en la que ésta le relata lo sucedido la noche de la boda, cómo se dio
cuenta de que realmente estaba enamorada de su marido y la estratagema que
utilizó para recobrarlo: escribir una carta semanal durante media vida.
El
quinto capítulo le sirve al narrador para reflexionar hondamente sobre la
actitud del pueblo después de la muerte. Por último, asistimos a la muerte de
Santiago Nasar.
Contextualización del
fragmento El fragmento de
la novela que se analiza corresponde al segundo capítulo. En él se narra la
llegada al pueblo de Bayardo San Román y se analiza su extraña personalidad,
que cautiva a todos los vecinos, incluida la madre del narrador; también se
describe a la familia Vicario, descripción en la que se incluye a Ángela;
además, por deseo de la madre de la novia, se presenta en el pueblo la familia
del novio para despejar algunas de las incógnitas sobre el novio de su hija.
TÉCNICA NARRATIVA DE LA
OBRA.
(Tipos de narrador que aparecen, puntos de vista
empleados y tratamiento del tiempo y el espacio)
NARRADOR OMNISCIENTE Ángela Vicario era la hija menor de una
familia de recursos escasos. Su padre, Poncio Vicario, era orfebre de pobres, y
la vista se le acabó de tanto hacer primores de oro para mantener el honor de
la casa. Purísima del Carmen, su madre, había sido maestra de escuela hasta que
se casó para siempre. Su aspecto manso y un tanto afligido disimulaba muy bien
el rigor de su carácter. ESTILO DIRECTO. TESTIMONIOS «Parecía una monja», recuerda Mercedes.
Se consagró con tal espíritu de sacrificio a la atención del esposo y la
crianza de los hijos, NARRADOR TESTIGO que a uno se le olvidaba a veces que
seguía existiendo. NARRADOR OMNISCIENTE Las dos hijas mayores se habían casado muy
tarde. Además de los gemelos, tuvieron una hija intermedia que había muerto de
fiebres crepusculares[1],
y dos años después seguían guardándole un luto liviano dentro de la casa, pero
riguroso en la calle. Los hermanos fueron criados para ser hombres. Ellas
habían sido educadas para casarse. Sabían bordar en bastidor, coser a máquina,
tejer encaje de bolillo, lavar y planchar, hacer flores artificiales y dulces
de fantasma, y redactar esquelas de compromiso. A diferencia de las muchachas
de la época, que habían descuidado el culto de la muerte, las cuatro eran
maestras en la ciencia antigua de velar a los enfermos, confortar a los
moribundos y amortajar a los muertos. ESTILO DIRECTO. TESTIMONIOS Lo único que mi madre les reprochaba era
la costumbre de peinarse antes de dormir. «Muchachas —les decía—: no se peinen
de noche que se retrasan los navegantes». Salvo por eso, ESTILO INDIRECTO. TESTIMONIOS
pensaba que no había hijas mejor educadas. ESTILO DIRECTO. TESTIMONIOS «Son perfectas», le oía decir con
frecuencia. «Cualquier hombre será feliz con ellas, porque han sido criadas
para sufrir». NARRADOR OMNISCIENTE Sin
embargo, a los que se casaron con las dos mayores les fue difícil romper el
cerco, porque siempre iban juntas a todas partes, y organizaban bailes de
mujeres solas y estaban predispuestas a encontrar segundas intenciones en los
designios de los hombres.
Ángela
Vicario era la más bella de las cuatro, ESTILO INDIRECTO. TESTIMONIOS y mi madre decía que había nacido como
las grandes reinas de la historia con el cordón umbilical enrollado en el
cuello. NARRADOR OMNISCIENTE Pero
tenía un aire desamparado y una pobreza de espíritu que le auguraban un porvenir
incierto. NARRADOR TESTIGO
Yo volvía a verla año tras año, durante mis vacaciones de Navidad, y cada vez
parecía más desvalida en la ventana de su casa, donde se sentaba por la tarde a
hacer flores de trapo y a cantar valses de solteras con sus vecinas. ESTILO DIRECTO. TESTIMONIOS
«Ya está de colgar en un alambre —me decía Santiago Nasar—: tu prima la boba». NARRADOR TESTIGO De
pronto, poco antes del luto de la hermana, la encontré en la calle por primera
vez, vestida de mujer y con el cabello rizado, y apenas si pude creer que fuera
la misma. Pero fue una visión momentánea: su penuria de espíritu se agravaba
con los años. NARRADOR OMNISCIENTE
Tanto, que cuando se supo que Bayardo San Román quería casarse con ella muchos
pensaron que era una perfidia de forastero.
Gabriel
García Márquez, como autor, es uno de los personajes de la novela; es uno de
los amigos de Santiago Nasar y primo de Ángela Vicario, incluso hay alguna
referencia a su vida personal, pues dice: «Muchos
sabían que en la inconsciencia de la parranda le propuse a Mercedes Barcha que
se casara conmigo, cuando apenas había terminado la escuela primaria, tal como
ella misma me lo recordó cuando nos casamos catorce años después». Mercedes
Barcha es la «Gaba», así la llamaban sus más íntimos amigos…” (Prólogo de
Santiago Gamboa a la edición de la novela). Por tanto, él va a ser el narrador
de los hechos acaecidos en torno a esa muerte y el que presenta a las
personas-personajes que se vieron involucrados. García Márquez es novelista y
periodista, y en esta obra va a poner de manifiesto estas dos facetas.
Como
cronista, informa de los hechos que reconstruye e investiga aportando las dos
características propias del género periodístico: informar objetivamente, pero
también aportar su visión particular de los hechos. Este tratamiento
periodístico implica a su vez un despliegue de recursos propios de ese mundo,
incluyendo entrevistas a las personas, investigaciones de los documentos
relacionados con el caso, localización de los espacios… En el texto anterior
hay varias citas con los testimonios de personas que aportan su punto de vista
sobre los acontecimientos o los protagonistas.
Como
novelista crea un narrador testigo, cuando él participa en los hechos, que
utiliza la primera persona; en cambio, cuando los que llevan la acción son
otros, usa la tercera persona. Una muestra de la intervención de este narrador
los tenemos al final del texto, a partir de la línea 25: Yo volvía a verla año tras año, durante mis vacaciones de Navidad…
El
tratamiento de los hechos narrativos no sigue el orden lineal, sino el de
prelación: lo más importante antes que lo que es secundario. El hecho de que
las secuencias narrativas que cuenta no estén organizadas en una estructura
lineal, conlleva la continua vuelta a un tiempo anterior para contar acciones
que son importantes para comprender el presente narrativo; es decir, la
presencia de analepsis o flash-back. Esto conlleva avances y retrocesos
continuos en el desarrollo del relato.
También,
según reconoce el propio García Márquez, la novela presenta concomitancias con
el género policiaco. El arranque de la novela es semejante al de bastantes de
estas novelas; se comienza con una muerte, pues desde el principio el lector
está informado del desenlace, por lo que podemos considerar la estructura
narrativa in extrema res. El
desarrollo posterior del relato es reconstruir las circunstancias, motivaciones
que llevan a unos personajes a cometer ese crimen.
En
cuanto al punto de vista, podemos decir que es omnisciente tan solo con algunos
personajes, incluyendo al protagonista; a otros, solo se los conoce por su
implicación en los hechos en los que participan.
En
cuanto a los espacios, no se dice el nombre del pueblo donde transcurre la
historia, aunque sabemos que se trata de un pueblo de Colombia. En general, las
descripciones no son exhaustivas y tan solo buscan dar la información necesaria
para que el lector sitúe la acción de los personajes. Los espacios que
predominan son los urbanos: la plaza, las calles, el puerto… De los espacios
interiores, podemos destacar la vivienda de Santiago Nasar. De ella se
describen los dormitorios, la cocina, dónde está ubicada, los accesos… Es el
espacio más importante, donde se comete el crimen y donde vive el protagonista.
Y también se describe con un poco de más detenimiento la casa de los padres de
Ángela Vicario, donde se celebrará el banquete nupcial, y además se describe en
el capítulo 4, la modesta casa en la que espera la vuelta de Bayardo San Román.
Por
último, la época donde podemos situar la acción es en el siglo XX. El tiempo
central de la narración abarca unos seis o nueve meses, desde que llega Bayardo
San Román al pueblo, hasta el juicio por el asesinato de Santiago Nasar. Pero
partiendo de ahí, el tiempo abarca otras épocas anteriores que el narrador
recupera para contar acontecimientos o presentar personajes que considera
oportunos para mejor comprender el tiempo presente de la acción; por ejemplo,
la referencia al propio padre del protagonista… Y también se extiende al
después, pues se cuenta cómo es la nueva vida de Ángela Vicario y cómo se vuelve
a juntar con su marido; y también se nos informa de que ese crimen no solo
afectó a los protagonistas, sino a otros muchos vecinos de los que se nos
cuenta cómo acaban a modo de epílogo; por ejemplo, la novia de Santiago Nasar,
acabará en el mundo de la prostitución…
ESTILO DE LA OBRA Y APLICACIÓN RAZONADA
DE SUS ELEMENTOS AL TEXTO.
(Concepción del autor sobre el género narrativo y lenguaje que configura la
obra)
Concepción del autor sobre el
género narrativo Algunas
notas que podemos señalar de la narrativa de Gabriel García Márquez son las
siguientes. Todas sus obras están ambientadas en su Colombia natal; en muchas
de ellas se refleja el ambiente de violencia que ha marcado al país, sobre todo
a partir de la década de los cincuenta del siglo pasado. Ahondando en este
sentido, incluso, muchas están basadas en hechos que realmente ocurrieron, como
es el caso de la novela que nos ocupa, aunque siempre se intenta crear una
ambientación y una presentación de hechos que superan la realidad al potenciar
ciertos detalles que acaban convirtiendo la narración en algo inusual, como es
propio de El Realismo Mágico, corriente literaria a la que se adhieren muchos
escritores hispanoamericanos. Y
relacionado con la materia real de sus novelas, hemos de resaltar también su
otra vertiente de escritor, la de periodista, pues muchas de sus novelas están muy
relacionadas con el estilo periodístico, como se refleja incluso en el título
de alguna de ellas: Noticia de un
secuestro o Crónica de una muerte
anunciada.
Lenguaje que configura la
obra El
estilo de la obra y de este fragmento es muy sencillo. Se utiliza un lenguaje
propio de un registro culto o formal, pero sin buscar un refinamiento
excesivamente literario. El léxico es rico y preciso, con valores
fundamentalmente denotativos. El estilo de la obra es una mezcla de lenguaje
periodístico y literario. Sin embargo, hay algún momento, como por ejemplo en
la línea 23 y 24, en que el autor da un tratamiento mágico a aspectos que son
normales de la realidad. Ángela, la novia vulgar y sin interés especial para el
lector, según las palabras de la madre del narrador, por el simple hecho de
haber nacido con el cordón umbilical enrollado al cuello, se la asocia a las
grandes mujeres de la historia, con lo cual se interpreta un hecho
insignificante como algo sorprendente. Otras expresiones que crean al lector
esa sensación de magia o irrealidad son las siguientes: cuando el narrador
habla de la madre de los Vicario dice que “había
desaparecido” después de casarse y dedicarse a criar a sus hijos; una hija
suya muere de fiebres crepusculares;
Ángela preparaba dulces de fantasma; sabían el culto a los muertos; la madre
del narrador reprochaba que Ángela se peinara por la noche porque podía
retrasar la llegada de los navegantes.
Como
ya se ha comentado, el texto mezcla elementos propios de la novela y la
crónica. Una vez narrados los hechos más importantes en el capítulo primero, el
narrador-cronista nos informa ampliando datos de los protagonistas. Para ello,
como recurso informativo que busca la veracidad, se incluye el testimonio de
testigos que ayudan al lector a entender mejor los hechos que se cuentan. Se
incluyen los testimonios de Mercedes, la esposa del Gabriel García Márquez, de
la madre del narrador e, incluso, la opinión de Santiago Nasar sobre su prima
Ángela Vicario.
Propio
de la información periodística es la organización de la acción: lo primero que
se cuenta son los hechos más importantes y luego se aporta información
secundaria. Sin embargo, el interés no disminuye a lo largo de la novela; más
bien lo contrario: el lector ansía hasta las últimas líneas que suceda algo que
altere los hechos que sabe desde el principio.
También
propio de la crónica periodística es la perspectiva que adopta el narrador. Hay
una mezcla de personas narrativas. En el fragmento hay una alternancia de la
tercera persona, propia de un narrador omnisciente, como es la descripción de
la familia: 1/5; la inclusión de testimonios: 5, 16, 28 que reproducen
declaraciones u opiniones en estilo directo; y la narración en primera persona
–propia de la crónica y de la de un narrador testigo, pues éste participa en la
historia, conoce los personajes: 15, 26, 30.
TEMAS
DE LA OBRA Y SU RELACIÓN CON LOS QUE APARECEN EN EL TEXTO.
Uno
de los temas más importantes de la obra es la muerte que ronda a lo
largo de la novela, unas veces centrada en la muerte del protagonista, otras,
presente de manera tangencial, como es en este fragmento, pero no menos
importante. La importancia que la muerte tiene en la cultura que cobija los
hechos narrados se manifiesta en la opinión tan positiva que la madre del
narrador tenía de las hermanas Vicario porque su madre les había inculcado el
respeto a los muertos y le había enseñado a saber tratar con los moribundos y a
mortajarlos cuando murieran. El respeto hacia los seres queridos que ya habían
fallecido se manifiesta en el riguroso luto que se les guardaba durante
bastante tiempo: tuvieron una hija intermedia que había muerto de fiebres
crepusculares, y dos años después seguían guardándole un luto liviano dentro de
la casa, pero riguroso en la calle. L 8/10. Incluso, cuando el amor parece
imponer su poder, éste está ligado a la muerte: cuando Bayardo San Román se
enamora de Ángela –la ve junto a su madre cruzar la plaza a la hora de la
siesta-, ésta viste de luto.
Y
relacionado con lo anterior es de destacar la cultura tradicional y
conservadora en la que se ven inmersos los personajes. En el fragmento se
habla de una familia que ha formado a sus hijos según esos valores
distinguiendo el papel que cada uno debe desempeñar según se fuera hombre o
mujer. Aunque esa educación no asegure más tarde un desempeño acorde a esa
formación. A las hermanas se las inculcó el sometimiento al esposo, sin
embargo, cuando se casaron, siguieron muy unidas y se mostraban muy recelosas
de los hombres, actitud que demuestra cierta independencia. Sin embargo, a
pesar de haber sido instruidas para someterse al marido, una vez casadas, éstos
no fueron capaces de romper los vínculos que las hermanas mantenían. 19/22.
Aquí, además, notamos cierto humor en esta paradoja, y que está presente
en la novela
La
creencia en elementos mágicos, o la importancia de la superstición de
los personajes es compatible con su creencia religiosa: el ambiente
donde se desarrolla la acción es una mañana que el pueblo espera la visita
episcopal… Se trata de un sentimiento religioso que se sustenta más en lo
externo y ceremonial que en el sentimiento espiritual. Por eso no es de
extrañar la importancia de la superstición en los personajes: «Muchachas
—les decía—: no se peinen de noche que se retrasan los navegantes». L. 16 y
17.
Y
por último, hemos de hablar de la importancia del destino. Parece que los
personajes se ven obligados a acometer una serie de hechos que son ineludibles,
como si éstos fueran meros peleles en su mano. Así están presentados la mayoría
de los personajes, desde los más importantes hasta los secundarios: su
comportamiento no estuvo regido por lo habitual, sino por algo extraordinario
que al final desencadena la muerte de Santiago Nasar.
VALOR
ESTILÍSTICO DE ADJETIVOS.
En
el texto predominan los sustantivos y adjetivos sobre otra clase de palabras,
como no podía ser de otra manera en un texto fundamentalmente descriptivo, pues
se describe la familia de Ángela Vicario y se cuentan algunos detalles de su
vida.
Los adjetivos que acompañan al sustantivo en
el sintagma nominal son especificativos y pospuestos, con lo cual aportan
rasgos apreciados con objetividad al seleccionar y limitar el significado de
los sustantivos: hija menor 1, recursos escasos 2, aspecto manso y un tanto
afligido 4, hija intermedia 8, luto liviano… riguroso 9...
Lo
mismo podemos decir de los adjetivos que funcionan como atributos en el
predicado nominal, pues tienen una función clasificadora y descriptiva: son
perfectas 18, será feliz 18, era la más bella 23, parecía desvalida 26…
Sin
embargo, podemos observar algún rasgo lingüístico que refleja la visión
subjetiva del cronista: aspecto manso y un tanto afligido 4, era la
más bella de las cuatro 23.
Encontramos
una sustantivación de un adjetivo al anteponer un artículo en boca de Santiago
Nasar: tu prima la boba 29.
VALOR
ESTILÍSTICO DE LOS VERBOS
El
tiempo que predomina es el pretérito imperfecto de indicativo, que es el
apropiado para las descripciones insertadas en una narración: era 1,
disimulaba 4, parecía 5, seguía 6, eran 14 reprochaba 15, pensaba 33...
Además,
nos encontramos algunos pretéritos perfectos simples que se refieren a hechos
pasados y acabados; se utilizan para relatar hechos pasados protagonizados por
los personajes antes del crimen: acabó 2, casó 4, consagró 4, tuvieron 8,
fueron 8…
Hay
también pretéritos pluscuamperfectos para referirse a acciones pasadas dentro
de otro tiempo pasado. Se está refiriendo a hechos anteriores a la historia
central: había sido 3, se habían casado 7…
Hay
también un presente con valor de presente histórico: “Parecía una monja –recuerda
Mercedes…” Es una cita directa de las declaraciones de un testigo. Estas
citas son propias del lenguaje periodístico, y sirven para actualizar y acercar
hechos pasados al momento de le lectura.
MECANISMOS DE COHESIÓN.
La
coherencia del texto está asegurada al referirse todo él a la familia Vicario;
en concreto, se describe a cada uno de sus miembros.
La
cohesión lingüística de todo el texto, especialmente de las cuatro partes en
las que se ha dividido, se logra con la inclusión de términos correspondientes
a dos isotopías. La primera estaría formada por palabras pertenecientes a la familia
2. Por ejemplo, padre 2, el honor de la
casa 3, madre 6, atención del esposo y crianza de los hijos 6, las dos hijas
mayores 7, los hermanos fueron criados… 10, habían sido educadas 10, esposo 11,
hijos 12, gemelos 14, hija intermedia 15, crianza 11. Una segunda isotopía
estaría formada por una serie de adjetivos que son utilizados para fijar el
carácter de los miembros de la familia: manso
y un tanto afligido 4, carácter 7, afligido
8, educadas 33, perfectas 34, desamparado 37 pobreza de espíritu 47, desvalido
50, penuria de espíritu 60.
Además,
observamos los siguientes enlaces léxicos que permiten ir cohesionando las
oraciones del texto: en la oración 2, línea 1, padre es hirperónimo de hija
en la oración anterior; del mismo modo que madre,
de la línea 3, también es hiperónima con respecto a hija e cohipónima con respecto a padre.
Algunos
mecanismos lingüísticos que unen las partes en las que hemos dividido el texto
son los siguientes. La primera parte y la segunda mediante el posesivo su, enlace anafórico, que se refiere a
Ángela Vicario. La segunda parte se une a la tercera mediante enlaces
anafóricos: ellas 10, se refiere a
las hermanas mencionadas en 13. En la 11 encontramos elipsis, al suprimirse el
sujeto: (ellas, las dos hermanas) sabían.
La
tercera parte con la cuarte mediante enlaces léxicos al repetirse nombres de
personas ya mencionados: Ángela Vicario,
mi madre 23.
[1] Alteración transitoria de la conciencia,
próxima a la confusión mental, que sucede en estados patológicos como
intoxicaciones, traumatismos craneales, epilepsia, histeria, sonambulismo,
entre otros.
[1] Alteración transitoria de la conciencia,
próxima a la confusión mental, que sucede en estados patológicos como
intoxicaciones, traumatismos craneales, epilepsia, histeria, sonambulismo,
entre otros.
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