Engañabobos / Pedro de Miguel
En el cristal de la panadería estaba
pegado el cartel: Por cada dos barras de pan regalamos un bollo suizo. Nunca
las panaderías han necesitado el márketing: por no disponer, no disponían hasta
hace poco ni de escaparates. Pero de pronto los panes se diversifican en
géneros y especies, se rizan y se convierten en objetos artísticos, y, ahora,
las rebajas. Si la crisis ha llegado hasta los artículos de primera necesidad,
es que va en serio.
No hay que asustarse porque también el
pan necesite de un apoyo logístico —en este caso, un excelente bollo suizo—
para lograr captar la atención del posible comprador. Lo grave anda más bien en
este juego infantil de intentar vestir la mona de seda. Cuando el infeliz que
ha picado comprueba que mona se queda, que la revista sigue siendo tan
insustancial como siempre a pesar del peine supersónico, que la enciclopedia no
sirve para nada aunque vaya acompañada de una televisión portátil, le queda el
consuelo del regalo que ha recibido —claro— gratis. Pero bueno, el peine
también acaba rompiéndose, y la televisión realmente no se ve apenas —tan
pequeña la pantalla y con esos puntitos blancos que le salen—. Se repite
después de quinientos años la historieta de los indios americanos engatusados
con objetos brillantes. Menuda conmemoración del Descubrimiento de América:
ahora resulta que los americanos nos han devuelto la broma y nos la hacemos
también entre nosotros, en estas tierras de al pan, pan, y al vino, vino.
Hacen bien los panaderos en sumarse 'a
esta ceremonia de la confusión, en la que para conseguir algo hay que comprar
otra cosa distinta que, no nos interesa en absoluto. Si al final nos engañan con
el truco del almendruco, la culpa es nuestra. Porque, al fin y al cabo, ¿quién
puede resistirse a la magia de un bollo suizo si, además, nos regalan dos
barras de pan?
Resumen.
El autor reflexiona sobre algunos
aspectos del comercio en la actualidad. Parte del hecho sorprendente de que
hasta las panaderías se ven obligadas a realizar ofertas para vender un
producto de primera necesidad como es el pan. Esto es interpretado como una
evidencia de que la competencia ha llegado hasta este sector.
Además, el autor analiza la fórmula de
comercialización que consiste en ofrecer regalos superfluos como señuelo para
la venta de otros productos menos atractivos, afirmando que, si el comprador se
deja llevar por estas ofertas, la culpa es de él.
Comentario
crítico.
Estructura
externa. Texto completo
en prosa. El discurso predominante en casi todo el texto es el argumentativo
pues intenta convencer al lector de los engaños de una técnica de comercialización;
sin embargo, también encontramos alguna parte descriptiva: 1/2
Estructura
interna. La estructura
de este texto cuyo tema son las ventas con regalos superfluos, es la siguiente:
En una primera parte de la línea 1 a la 5,
como introducción, el autor describe la sorpresa que se ha llevado al ver un
cartel en una panadería con una sugerente oferta y comprobar la cantidad de
productos de panadería que se venden.
En una segunda parte, 6 / 17, encontramos
el cuerpo argumentativo enumerando, en primer lugar, los regalos que se ofrecen
como señuelo en la comercialización de numerosos productos. En segundo lugar,
exime de culpa a los panaderos por utilizar ofertas.
La tesis se formula en la línea 17: La culpa
por dejarse seducir por estos engaños es de los consumidores
Tema. Reflexión sobre las ventas de ciertos
productos con regalos superfluos.
Actitud. Viene condicionada por la propia forma
de abordar el tema, que en ningún caso puede ser rigurosa por las limitaciones
del espacio de la publicación donde se insertará –un número de palabras
concreto- y por el género periodístico al que pertenece el texto –artículo de
opinión. Es decir, primará la subjetividad y la informalidad al comentar el
tema que desarrolla. Algunos fenómenos más que explican el carácter subjetivo y
coloquial del texto son los varios adverbios con un claro sentido ponderativo
presentes en el texto: tan pequeña la pantalla 12; Nunca las
panaderías; refuerzo de adverbio de negación innecesario: no disponían
hasta hace poco ni de escaparates 2 / 3... Menuda conmemoración (adjetivo
con carácter exclamativo) 13. También, la presencia de pronombres personales
referidos a la primera persona, como en la línea 14: …los americanos nos han devuelto la broma y nos la hacemos
también entre nosotros….
Intencionalidad. El autor llama la atención de los
lectores para que reflexionen sobre ciertas técnicas de comercialización engañosas
que ofrecen un producto atractivo como señuelo, con la intención de
comercializar o promocionar otros productos que por sí solos no llamarían tanto
la atención. Pone como ejemplos los bollos suizos para vender pan, las
televisiones portátiles para vender enciclopedias… Para ello, utiliza una
columna, texto periodístico de opinión de poca extensión y muy directo en el
planteamiento de los temas. Su discurso es argumentativo, pues su intención es
convencer de que dice la verdad. Usa expresiones coloquiales y refranes para
acercarse emocionalmente al lector; por ejemplo, en la línea 15: …en estas tierras de al pan, pan, y al vino,
vino…; en la línea 3 la expresión coloquial “se rizan…”
Tipo de texto.
(Ámbito de uso) El presente texto se ha
insertado seguramente en un periódico. Dentro de los textos periodísticos es
una columna o un artículo de opinión. Por la extensión –muy breve- y por su
redacción –con un estilo muy personal, subjetiva, informal…- nos inclinamos a
pensar que más bien se trata del primer tipo de texto.
Por su temática, el texto es humanístico, en
cuanto que analiza aspectos de la economía y comportamientos sociales, como es
la compra compulsiva.
Por tanto, por la temática y porque los
artículos de opinión presentan características similares a los ensayos diríamos
que el texto presenta características propias de este género.
Alguno de los rasgos propios de las
columnas es la actitud subjetiva con la que se abordan los temas de los que
tratan y la inclusión, en algunos casos, de términos coloquiales. Estas dos
características las podemos apreciar en el presente texto: adverbios con un
claro sentido ponderativo: tan pequeña la pantalla 12; Nunca
las panaderías; refuerzo de adverbio de negación innecesario: no
disponían hasta hace poco ni de escaparates 2 / 3... Menuda
conmemoración (adjetivo con carácter exclamativo) 13. También, la presencia
de pronombres personales referidos a la primera persona, como en la línea 14: …los americanos nos han devuelto la
broma y nos la hacemos también entre nosotros….
[Tipo
de discurso] El modo de
elocución predominante en el texto es el argumentativo. El autor recoge un hecho concreto del que
parte: la publicidad en una panadería que oferta un regalo por la compra de
determinadas unidades de pan. Este hecho le sirve para plantear el tema a
desarrollar. Y a partir de ahí, comienza sus comentarios y valoraciones de
manera muy subjetiva sobre esta técnica de venta. Y en el tercer párrafo, se
recoge la idea principal a modo de tesis: si nos dejamos engañar con estas
técnicas de venta la culpa es nuestra. Para terminar, regresa al punto de
partida con una nueva referencia a los panaderos para exculparlos de su
proceder. La estructura es, por tanto, envolvente en cuanto que regresa al
punto de partida.
El registro idiomático del texto es
estándar, pues se utiliza un lenguaje correcto sin llegar a ser culto. Es el
registro mayoritario del lenguaje periodístico en general, aunque en el texto
encontramos también muestras de registro coloquial, sobre todo por el continuo
uso de refranes y expresiones coloquiales con el propósito ganarse
emocionalmente al lector: ha picado 8, ahora resulta 14, devolver la
broma 14, van en serio, pero bueno 11... Locuciones adverbiales: al fin y al
cabo 18... Interjecciones; claro 11.
Valoración
personal.
(Valoración objetiva) Se puede observar
cierta confusión en la exposición del autor, al no diferenciar de una manera
patente las dos ideas fundamentales del texto. Cuando habla de crisis en el
primer párrafo, lo hace para explicar el hecho novedoso de que las panaderías
se ven obligadas a ofertar sus productos. Es decir, si ofrecen regalos, es que
no venden y se ven obligadas a hacer más atractivo el pan. O bien, la crisis se
puede referir a la competencia con otros comercios -otras panaderías o grandes
superficies-, con lo cual ofrecerían esas ofertas para atraer a los
compradores. Estas dos son las posibilidades interpretativas que tiene el
primer párrafo al hablar de crisis.
En el segundo párrafo, divaga sobre la
técnica de marketing ya aludida. Se puede observar ya de manera clara la
actitud del autor ante esta forma de vender. Y, cuando en el tercer párrafo se
refiere de nuevo a los panaderos, les justifica su nuevo proceder. Luego, entonces
la crisis aludida en el primer párrafo ha de ser interpretada como un problema
dentro de competencia, y no por la falta de dinero en los consumidores.
Seguramente, en el texto no ha quedado
evidente esta separación, porque el objetivo principal del autor era
reflexionar sobre la técnica de marketing. La referencia al cartel de la panadería
sólo la habrá utilizado para centrar el tema con un hecho concreto que sirviera
de puente entre la realidad y la especulación personal.
Por último, resaltar lo significativo del
título de la columna: engañabobos, que por el estilo popular enlaza con otras
expresiones utilizadas en el texto y que resume la opinión que el autor tiene
de estas técnicas de comercialización.
El texto es una columna. Esto explica
quizá la exposición no muy coherente de las ideas. En cambio, es de valorar la
espontaneidad, la naturalidad, la proximidad y frescura del propio discurso al
acercar a los lectores unas reflexiones nacidas de lo inmediato.
(Valoración subjetiva) Se puede estar de acuerdo con el fondo del artículo, que es la
conclusión a la que llega en el último párrafo: si nos dejamos llevar por estas
ofertas, la culpa es nuestra. Por no ser capaz de discernir lo esencial de lo
superfluo. Por no ser capaz de controlar el afán de comprar productos que no
son estrictamente necesarios, dejándonos llevar por un aparente precio
reducido. Por no ser lo suficientemente crítico con una sociedad de consumo que
basa su idea de bienestar social y personal, con la posesión de dinero que
posibilite la adquisición de cualquier objeto...
Funciones
del lenguaje presentes en el texto.
La función representativa se utiliza en
las partes más objetivas del texto: cuando describe el cartel en el escaparate
de la panadería.
La principal función del lenguaje es la
expresiva por ser un artículo de opinión, una columna y, sobre todo, por la
actitud subjetiva. Podemos apreciar esto, por ejemplo, desde el plano
prosodemático, en que, aunque la entonación predominante sea la enunciativa, se
pueden observar oraciones que, sin estar marcadas gráficamente con los signos
de admiración, se pueden considerar exclamativas: la interjección claro
11, la frase menuda conmemoración del descubrimiento de América 13 /14,
con un sentido ponderativo. El texto, concluye con una interrogación retórica
con un sentido irónico, al invertir los términos reales de los que partió: nos venden bollos suizos y nos regalan el
pan. Estas variaciones tonales buscan dar mayor énfasis y expresividad a
las palabras, y es propia de registros coloquiales y de una actitud subjetiva. Además,
sus comentarios, a manera de inciso, demuestran claramente esa participación
personal en el desarrollo del tema: “En
este caso un excelente bollo suizo”, 6/7; “claro”, 11; “Menuda conmemoración…” 13;
“Hacen bien los panaderos…”, 16 Otro rasgo de esta función es la ironía que
se desprende de la conclusión final al dar la vuelta al enunciado del eslogan
publicitario.
La función apelativa está presente en
todo el texto, pues la intención del autor es convencer al lector de que no se
deje embaucar con estas ventas engañosas. En ocasiones hay referencias
directas: “No hay que asustarse” 6; nos han devuelto la broma 14.
Aunque el autor ha utilizado un estilo
sencillo y plagado de expresiones populares como son los refranes y las frases
hechas, hay algunos recursos literarios que son propios de la función estética:
serie de paralelismos o de repeticiones sintácticas como son las proposiciones
sustantivas con función de complemento directo, que forman una enumeración. 8/11.
Paranomasia: juego infantil… vestir…
Cuando el infeliz… 8 (Rima en eco)
Un poco de publicidad personal...
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