Comentario de texto de un fragmento de "Réquiem por un campesino español" / R.J. Sender.




Desde la sacristía, mosén Millán recordaba la horrible confusión de aquellos días, y se sentía atribulado y confuso. Disparos por la noche, sangre, malas pasiones, habladurías, procacidades de aquella gente forastera, que, sin embargo, parecía educada. Y don Valeriano se lamentaba de lo que sucedía y al mismo tiempo empujaba a los señoritos de la ciudad a matar más gente. Pensaba el cura en Paco. Su padre estaba en aquellos días en casa. Cástulo Pérez lo había garantizado diciendo que era trigo limpio. Los otros ricos no se atrevían a hacer nada contra él esperando echarle mano al hijo.
Nadie más que el padre de Paco sabía dónde su hijo estaba. Mosén Millán fue a su casa.
-Lo que está sucediendo en el pueblo -dijo- es horrible y no tiene nombre.
El padre de Paco lo escuchaba sin responder, un poco pálido. El cura siguió hablando. Vio ir y venir a la joven esposa como una sombra, sin reír ni llorar. Nadie lloraba y nadie reía en el pueblo. Mosén Millán pensaba que sin risa y sin llanto la vida podía ser horrible como una pesadilla.
Por uno de esos movimientos en los que la amistad tiene a veces necesidad de mostrarse meritoria, mosén Millán dio la impresión de que sabía dónde estaba escondido Paco. Dando a entender que lo sabía, el padre y la esposa tenían que agradecerle su silencio. No dijo el cura concretamente que lo supiera, perolo dejó entender. La ironía de la vida quiso que el padre de Paco cayera en aquella trampa. Miró al cura pensando precisamente lo que mosén Millán quería que pensara: «Si lo sabe, y no ha ido con el soplo, es un hombre honrado y enterizo». Esta reflexión le hizo sentirse mejor.

RESUMEN.
Mientras mosén Millán espera en la sacristía el comienzo de la misa de réquiem, al cabo de un año después de la muerte de Paco el del Molino, rememora los acontecimientos que acaecieron en el pueblo desde la llegada de un grupo de forasteros que se dedicó a asesinar a los vecinos. De esos días, también recuerda la desaparición de Paco y la visita que él realizó a su familia, cuyo padre era el único que sabía el paradero de su hijo y al que paradójicamente los señoritos no le habían acosado por haber sido protegido por don Cástulo. En esa entrevista, el cura da a entender que sabe dónde se esconde; no es que lo dijera expresamente, pero los padres intuyeron por su actitud que lo sabía, por lo cual se mostraron agradecidos por su solidaridad.

COMENTARIO CRÍTICO.
Nos encontramos con un fragmento en prosa de la novela Réquiem por un campesino español, de Ramón J. Sender. El tipo de discurso que predomina es el narrativo, junto al descriptivo, como es propio del género novelesco.
En cuanto a su estructura interna podemos señalar las siguientes partes teniendo en cuenta que el cura está esperando en la sacristía el comienzo de la misa; estas dos partes se centran en dos recuerdos:
De la línea 1 a la 5: Recuerdos del cura de los días de revuelta que se sucedieron en el pueblo después de la llegada de unos forasteros que comenzaron a asesinar a mucha gente.
De la línea 6 hasta el final, que son los recuerdos sobre Paco el del molino. A su vez podemos señalar dos partes:
De la línea 6 hasta el 9, que es la descripción de cuál era la situación del padre de Paco; los forasteros no se metieron con él porque don Cástulo lo había protegido.
De la línea 10 hasta el final que se centra en los recuerdos de la visita que mosén Millán efectuó al padre de Paco, que era el único que sabía dónde se encontraba su hijo. En esta entrevista, el cura dio a entender que sabía el paradero de Paco, por lo cual el padre le agradece su silencio.
El tema: Los recuerdos de Mosén Millán centrados en la violencia acaecida en su pueblo al comienzo de la guerra civil y en la visita que realizó a la familia de Paco cuando éste se había escondido.

ACTITUD E INTENCIÓN.
El Realismo Social de la época propugnaba una actitud objetiva a la hora de narrar por parte del autor. Prácticamente desaparece como comentador de lo que cuenta y solo se dedica a narrar, describir y componer unos diálogos que dicen los personajes. Sin embargo, en general, la novela de los escritores exiliados es bastante conservadora en el planteamiento narrativo: él selecciona lo que quiere contar y crea los personajes según la intención comunicativa de toda la obra, por lo tanto su actitud es subjetiva.
La intención última de este fragmento, dejando claro su intención estética general como obra de arte que es, es construir la personalidad de Mosén Millán, personaje atormentado por su delación en las circunstancias de violencia vividas en su parroquia. Una vanidad innecesaria será nefasta ya que traerá como consecuencia la muerte de su ahijado y también los remordimientos consecuentes para él.
También, en el fragmento, vemos cómo se construye el personaje de Cástulo, que protege al padre de Paco. Este vecino rico se le presenta como una persona que sabe estar a bien con todos.

TIPO DE TEXTO.
El texto es literario, un fragmento de una novela; en concreto pertenece al género narrativo. Como tal nos encontramos unos hechos protagonizados por unos personajes que son contados por un narrador, que los sitúa en un tiempo y espacio determinados.
Las formas de elocución básicamente son la narración, la descripción y el diálogo. En las partes narrativas el narrador hace avanzar la acción; esto se consigue sobre todo con el uso de los pretéritos perfectos: No dijo el cura concretamente que lo supiera…La ironía de la vida quiso… (19) Es un narrador externo, que no participa en la acción, por eso narra en 3ª persona.
Las partes descriptivas son bastantes; estas se hacen en pretérito imperfecto: El padre de Paco lo escuchaba sin responder, un poco pálido (12).
Y también tenemos diálogos. En estilo directo: -Lo que está sucediendo… (11) Pero también es estilo indirecto: Cástulo… diciendo que era trigo limpio (7) También se reproducen los pensamientos de los personajes de manera directa: “Si lo sabe, y no ha ido con el soplo, es…” (22, 23)
El registro lingüístico del texto es culto. El autor utiliza todos los recursos que le ofrece el lenguaje y los recursos literarios para componer su historia. Sin embargo, cuando reproduce los diálogos de los personajes refleja la forma de ser de éstos y nos encontramos coloquialismos: ir con el soplo (22), hombre enterizo (23), era trigo limpio (7), echarle mano al hijo (8).

VALORACIÓN PERSONAL.
El fragmento que comentamos es muy duro, pero muy representativo de lo que pasa en conflictos civiles, en lo que sucedió en nuestra guerra civil. En un conflicto de esa naturaleza, también en cualquier guerra, no hay vencedores y sí mucha desgracia generalizada. El cura pertenecería al bando vencedor, pero para él esa experiencia va a ser dramática porque, aparte del drama social, vemos sobre todo su conflicto personal al cabo del año de la muerte de Paco. Si en el intervalo entre el toque de campanas que anuncia la misa y el comienzo de ésta, el cura repasa la relación que mantuvo con él resaltando los momentos en los que claramente se vislumbra una simpatía mutua, es para resaltar su papel de colaborador en el desenlace tan funesto y absurdo, cuando dice dónde se esconde Paco y colabora en su captura.
La figura del cura es patética no solo porque no se opusiera a la violencia que se ejerció, sino por haberse implicado de manera absurda en el apresamiento de Paco. La consecuencia de su vanidad es que va tener que compartir un secreto, cuando el padre le revele el paradero, del que inmediatamente se arrepiente de saber.
Las consecuencias de este conflicto las sufrirán especialmente los que perdieron la guerra, pero también los que la ganaron. El personaje que representa este drama personal es el de Mosén Millán. Solo, sin feligreses, acompañado solo por el alcalde y los ricachones, que sucesivamente se echan la mano a la cartera para pagar la misa, pagar su culpa, como si con este detalle intentaran honrar la memoria del muerto.
El tema que se plantea y los hechos que se narran son actuales desgraciadamente. Las guerras se suceden constantemente, incluso, la civiles, como lo es la guerra civil que se libra en Siria y casi en Egipto, o la pasada en Libia. Parece que los seres humanos no somos capaces de resolver los conflictos, sobre todo cuando éstos están en manos de líderes megalómanos, si no es guerreando. Esto es deprimente.

VALOR ESTILÍSTICO DE LOS ADJETIVOS DEL PRIMER PÁRRAFO.
Los adjetivos que encontramos en este párrafo están sobre todo en las cuatro primeras líneas, que son una descripción, efectuada según los ojos del cura, de los primeros días de la guerra civil en el pueblo. En este sentido hallamos estructuras atributivas propias de la descripción: se sentía atribulado y confuso (2) con un verbo semicopulativo; parecía educada (4).
De los adjetivos que modifican directamente al sustantivo hay dos especificativos, necesarios porque  seleccionan al nombre: gente forastera (3) y trigo limpio (7); y otros dos explicativos, antepuestos, que proyectan subjetividad, como son los recuerdos de una persona al describir los acontecimientos que rememora: horrible confusión (1), un epíteto y malas pasiones (2,3).
La mayor parte de estos adjetivos llevan implícitas en su significado connotaciones negativas que ayudan a crear en el lector la atmósfera de caos, miedo, irracionalidad e inseguridad que pretende hacernos revivir Sender a través de la evocación de Mosén Millán.

VALOR ESTILÍSTICO DE LOS VERBOS.
Al comentar los verbos lo primero que hemos de señalar es su abundancia, propia de una narración, y su variedad, reflejo de la riqueza narrativa del fragmento y de la novela. Veamos algunos.
El pretérito imperfecto de indicativo que es utilizado sobre todo en descripciones. Pero hemos de diferenciar dos planos narrativos. En presente, mientras mosén Millán está en la sacristía, recuerda y describe los acontecimientos acaecidos en el pueblo al estallar la guerra civil: recordaba (1), sentía (2), Mosén Millán pensaba que sin risa… (14); y otros, también descriptivos, que se sitúan en el pasado cuando se reconstruye lo que acaeció en esos días: Y don Valeriano se lamentaba (4), su padre estaba en casa (6), El padre de Paco lo escuchaba… (12).
Tenemos un pretérito pluscuamperfecto de indicativo en la línea 7, Cástulo Pérez lo había garantizado, que expresa una acción en pasado anterior a otra también pasada: su padre estaba en casa.
El otro tiempo representativo del texto es el pretérito perfecto simple, con el cual se consigue que la acción avance: fue (9), dijo (11), vio (13), dio la impresión (17)…
Analicemos a continuación los presentes de indicativo, que aparecen en los diálogos en estilo directo: Lo que está sucediendo… y no tiene nombre (11). El primero es una perífrasis verbal aspectual durativa. También cuando se reproducen directamente lo que el cura quiere que piense el padre de Paco: “Si lo sabe… es un hombre honrado…”
Comentaremos a continuación la presencia de una perífrasis modal de obligación cuyo verbo personal está pretérito imperfecto: el padre y la esposa tenían que agradecerle su silencio.
Encontramos un presente intemporal en la línea 16: …en los que la amistad tiene a veces… cuando se intenta con un principio del comportamiento humano general explicar la actitud del cura.
Todos los tiempos están en indicativo, modo en el que se presentan los hechos o las descripciones como reales y de manera objetiva, algo que pretende el narrador objetivista. Al mismo tiempo, se narra en tercera persona, pues el narrador no participa en los hechos que cuenta. Por último, la variedad de tiempos verbales refleja los distintos planos narrativos de la novela.

TEMAS DE LA OBRA.
La novela representa dos concepciones diferentes de la vida simbolizadas en dos personajes con vínculos fuertes de amistad. El cura representa el orden establecido, aunque éste sea injusto; Paco representa la justicia social adoptando una actitud generosa al anteponer esa defensa a los intereses personales. Con la forma de plantear el conflicto narrativo y la selección de los personajes principales, mosén Millán y Pepe el del Molino, el autor denuncia la injusticia social en el mundo rural de principios de siglo XX, caracterizado por una estructura social desequilibrada con la concentración de la propiedad en manos de una oligarquía terrateniente cada vez más rica y de una clase baja cada vez más pobre. La novela refleja el sentimiento de alarma de estos terratenientes ante la amenaza de la reforma agraria y su resistencia a los cambios.
En este conflicto, se critica el comportamiento de los poderosos, pero especialmente la conducta de la Iglesia, representada por mosén Millán. El comportamiento del religioso no solo se presenta como criticable por denunciar a Paco, sino por su insensibilidad ante las denuncias que le formulaba Paco desde que éste era un chiquillo cuando resaltaba la vida demasiado dura de algunos vecinos.
-La violencia (relacionada con el tema anterior) que sobre todo surge a partir del estallido de la Guerra Civil cuando llegan los falangistas de la ciudad. Previamente a este episodio, cuando los vecinos se sublevan contra el duque para no pagarle los arriendos de terrenos y se enfrentan a los guardianes, lo hacen con argumentos –les prometen ser los encargados de los canales de riego y de una subida de sueldo- frente a la defensa que ellos hacen de la propiedad privada armados con carabinas.
Esa violencia está ligada a la revancha propiciada por don Valeriano, que acuciaba a los señoritos de la ciudad a matar a más personas. Pero en otros casos, es una sed de violencia innecesaria y gratuita, como cuando ametrallan la plazoleta donde se reúnen las mujeres a tomar el sol.
- La condición humana. Se corresponde con la indiferencia de los hombres ante el sufrimiento de los demás, tanto en los ricos como en los pobres, excepto la figura de Paco que es un hombre sensible a las condiciones de vida de sus vecinos.
Hay personajes enteros y personajes cuyo comportamiento narrativo está condicionado por las circunstancias difíciles que tuvieron que soportar o por la propia miseria de su condición demasiado humana. El personaje más representativo de esto último es el del cura también. Por vanidad absurda termina cargando con un conocimiento –saber el escondite de Paco- que no sabrá administrar, siendo él mismo consciente de la torpeza que acaba de cometer.
- El enfrentamiento entre dos concepciones distintas de la vida: La de Mosén Millán y la de Jerónima. El primero, representa el concepto cristiano, gira entorno a la religión y el respeto al orden establecido. Es un mundo regido por hombres cuyo espacio es la iglesia. En oposición a este mundo se encuentra la concepción de la Jerónima, que simboliza la cultura primitiva, la oposición al sistema. Es un culto regido por mujeres y su espacio es abierto, el Carasol.
ESTRUCTURA DE LA OBRA. (Partes de que consta, sentido y relevancia de cada una de ellas).
La novela no está dividida en capítulos, sino en secuencias que se corresponden con las distintas etapas de la vida de Paco.
La estructura interna es circular, porque empieza y acaba en el mismo punto. Mosén Millán aparece vestido para ofrecer la misa de réquiem por Paco, muerto hace un año. En media hora que está en la sacristía, al hilo de la llegada de tres personajes, Mosén Millán va repasando la biografía de Paco desde que lo bautizó hasta que lo confesó antes de morir. Paralelamente a estos recuerdos del sacerdote, el monaguillo canta un romance sobre Paco, con una función semejante a la del coro de la tragedia griega; en este romance se cuenta la muerte del protagonista.
La novela está estructurada en dos grandes secuencias temporales: la del presente, que desarrolla una acción interna (el conflicto de Mosén Millán con su conciencia) y la del pasado, que reconstruye la vida de Paco y pone de manifiesto las injusticias y crímenes cometidos cuando estalla la guerra civil española.
La secuencia del presente se desarrolla en la sacristía de la iglesia durante media hora, que es el tiempo que transcurre entre el primer toque de campanas hasta el comienzo de la misa. Mosén Millán realiza un examen de conciencia mientras espera a que aparezcan los familiares y los amigos de Paco.
Los protagonistas son Mosén Millán (y el monaguillo) y otros tres personajes más: don Valeriano, don Cástulo y don Gumersindo. Además, aparece al final el potro de Paco, que es su símbolo. No aparecen familiares ni amigos de Paco.
Esta secuencia temporal está constituida por nueve series narrativas que se organizan en cuatro núcleos temáticos.
Primer núcleo temático. La primera secuencia que es la más extensa y significativa. Aparecen ya esbozados todos los conflictos de la novela, sus protagonistas y sus actitudes. Es una síntesis de la historia.
El segundo núcleo temático lo integran las secuencias segunda, tercera y cuarta: son las tres muy breves, sirven de soporte a la estructuración de la novela, pero además insisten en ese estado intranquilo, turbado de Mosén Millán por la ausencia de fieles.
El tercer núcleo temático formado por las secuencia quinta, sexta, séptima y novena. Aparecen tres personajes, que son los ricos del pueblo y causantes del asesinato de Paco. Se describe de forma rápida, física y moralmente a cada uno de ellos. A partir de esta caracterización se entiende mejor su conducta en las secuencias del pasado. En el momento en el que están estos tres personajes con Mosén Millán en la sacristía, el monaguillo avisa que han metido en la iglesia al potro.
Cuarto núcleo temáticocentrado en la secuencia novena: Mosén Millán acaba el repaso de la vida de Paco y se cierra la novela con la expulsión del espíritu de Paco (el potro) de la iglesia. No han aparecido ni familiares ni amigos de Paco. Mosén Millán y el monaguillo se disponen a realizar el réquiem por el alma de Paco, pero los cuatro saben que más bien es un acto de expiación, un intento de limpiar sus conciencias.
Las secuencias del pasado están protagonizadas por Paco el del Molino,el representante de los campesinos españoles de la época, desde que nace hasta que muere con 25 años y se cuenta su vida. Mosén Millán y sus recuerdos determinan los altos en el tiempo y en el espacio. La fusión de los dos planos (presente y pasado) se realiza a través del verbo “recordar” o de sus sinónimos, que sirven para pasar del presente (en la iglesia) al pasado (que relata la vida de Paco).
Esta parte se organiza en ocho secuencias, en las que nos narra la vida de Paco a través de los recuerdos de Mosén Millán.
Podemos a su vez diferenciar dos partes:
La primera parte comprende las cuatro secuencias iniciales que se corresponden con la infancia y la adolescencia de Paco (15 años); se narra con detalle. Dominan los motivos ambientales de un costumbrismo rural alegre y feliz, en el que las celebraciones profanas y religiosas se van alternando. Algunas situaciones crudas ponen en cuestión la felicidad un poco idealizada de esta comunidad. Muchas de estas celebraciones son religiosas (bautizo, comunión, confirmación, semana santa). El carácter primitivo y semipagano de estas celebraciones religiosas queda resaltado por la presencia de elementos supersticiosos y misteriosos que se superponen a los elementos cristianos.
La quinta secuencia es de transición: contiene elementos de las dos partes. Abarca unos cinco años (el noviazgo y la boda).
La segunda parte la componen las tres últimas secuencias (regreso del viaje de novios). En este momento la cronología se hace mucho más precisa (Abril 1931, verano). El ritmo cada vez es más rápido, hasta precipitarse al final. Domina el trasfondo histórico. La sexta secuencia relata los cinco años de la 2ª República. La séptima, la semana entre el levantamiento del 18 de julio y la denuncia de Mosén Millán. La octava relata el rendimiento y la muerte de Paco.
La narración alternativa de estas secuencias tiene como efecto el asegurar la continuidad de la experiencia traumática del pasado en el presente. La guerra ha terminado, pero sus efectos continúan en el presente incluso para los vencedores, todos dispuestos a redimir su papel poco ejemplificante.
TÉCNICA NARRATIVA DE LA OBRA (Tipos de narrador, puntos de vista empleados, tratamiento del tiempo y del espacio)
El punto de vista narrativo principal es el del narrador omnisciente (que sabe todo de los personajes y de los hechos). Parece repartir el punto de vista con Mosén Millán y con el monaguillo.
En las secuencias del presente hay un narrador omnisciente, objetivo en 3ª persona, que analiza las circunstancias que dieron lugar al enfrentamiento civil. No le interesa el qué (la historia) sino el cómo. Las circunstancias en que se produjeron los hechos: el espacio físico y el carácter de los personajes a través de lo que dicen,de cómo van vestidos, de su manera de actuar y sobre todo a través de lo que piensan.
Aunque procura narrar objetivamente, a veces se mete dentro de los personajes para describirnos lo que piensan o sienten.
Otro narrador en las secuencias del pasado es el monaguillo que delimita lo que hay de leyenda y de verosimilitud en el relato, es un narrador testigo. La recitación del romance anónimo centrado en los últimos momentos de Paco hasta que es fusilado permite al lector conocer de antemano detalles del final. Y, también muy importante, lo que hay de leyendaen esos versos y lo que es cierto, pues él fue un testigo que acompañó a Mosén cuando éste confesó a Paco antes morir.
En las secuencias del pasado hay tres narradores: narrador omnisciente objetivo, Sender; narrador subjetivo, Mosén Millán, que rememora el pasado; narrador anónimo y colectivo (el pueblo en general) cuyo fruto es el romance que recita el monaguillo.
Mosén Millán, mientras espera para decir la misa por Paco, recuerda la vida y la muerte de este. Aparentemente es el narrador de las secuencias del pasado, sin embargo es el autor omnisciente Sender, quien narra, porque a veces cuenta cosas que Mosén Millán no podía saber, luego no podía recordar (las travesuras de los monaguillos en el desván).
Mosén Millán inicia los recuerdos y Sender retoma la narración. Se consigue así dos objetivos: ensanchar la historia a situaciones que Mosén Millán no podía recordar, con lo que gana en amenidad y evitar que todas las secuencias del pasado se reduzcan a un intento de autoexculpación, lo que hubiera dejado de lado la carga política y ética que tiene esta obra.
En las secuencias del pasado, cabe distinguir dos actitudes del narrador. En primer lugar, una actitud nostálgica, hasta la quinta secuencia. Es una actitud de proximidad, de compenetración con los hechos, con los personajes, con las situaciones, demorándose en lo que cuenta. Por tanto, hay un ritmo lento, pero luego hay una lentitud impersonal, objetivista desde la llegada de los señoritos de la ciudad. Las atrocidades que cometen están narradas con absoluta frialdad, como si no nos interesaran esos personajes. Con este cambio se logra destacar el contraste de la violencia final con la paz y la alegría del principio. También pone de relieve el carácter simbólico de la novela. Estos anónimos asesinados representan la masa de hombres sacrificados durante la guerra civil.
En las secuencias del presente el espacio es la iglesia y la sacristía. En las secuencias del pasado la acción se sitúa en un pueblo que está en una comarca de Aragón, próxima a Cataluña, pero del que no se dice su nombre.
En cuanto al tiempo, la acción externa dura treinta minutos pero luego el sacerdote recuerda la vida de Paco, que son 25 años, desde que lo bautiza hasta que le da la extremaunción.
ESTILO DE LA OBRA (Concepción del autor del género literario, lenguaje que configura el estilo de la obra)
Esta novela mezcla la ficción con los sucesos reales o históricos, algo que ha sido habitual en la producción narrativa de Sender, ya que casi todas las obras intentan novelar hechos concretos:así su obra más ambiciosa, los nueve tomos de la Crónica del alba, escritos entre 1942 y 1966, Sender evocó su propia juventud y adolescencia para hacer un testimonio de las circunstancias históricas de esa época;la novelaEl rey y la reina (1949) está ambientada en la guerra misma; y también en Los cinco libros de Ariadna, escrita ocho años después...
Otra característica de su producción novelística es su simbolismo, así en la novela, la narración de la historia mediante dos secuencias temporales permite realizar dos interpretaciones.
También hemos de señalar la intencionalidad política de denuncia. El título de “Réquiem por un campesino español” resalta la intención política. A propósito de la novela que comentamos, el propio Sender afirmó“la novela es simplemente el esquema de toda guerra civil. Muestra cómo unas gentes revolucionarias lo único que hicieron fue defender los derechos feudales de una tradición ya olvidada en el resto del mundo”. En la novela el duque representa la burguesía terrateniente de la época, que se apoya en don Valeriano (el cacique) que era su administrador. Se resistían a cualquier intento de cambio, contando con el apoyo de la Iglesia.
Entramos ya hablando de los postulados del Realismo Social, que pretende reflejar una situación concreta que creen injusta para denunciarla.Junto a esta intención social y política, podemos hablar de intención moral. A Mosén Millán lo abate su sentido de culpabilidad. Acepta resignadamente el estado de la sociedad, por más que se le rebele injusto, pero el estallido de la guerra civil le pone a prueba.
Hablando ya del estilo, podemos decir que se mezclan narración, en donde predominan los pasados, pluscuamperfectos, perfectos simples... con los que relatan hechos concretos del pasado ya acabados, que le dan un ritmo rápido, con descripciones que llevan el pretérito imperfecto, que marca duración en el tiempo. Fundamentalmente marca la actitud evocadora durante la media hora de espera, al igual que los gerundios. La descripción de lugares o de personajes no es muy precisa, solo lo hace con unos pocos adjetivos.
Los diálogos son muy cortos. En las secuencias del presente el cura solo pregunta al monaguillo. A los ricos del pueblo, los escucha pero no los contesta. En el pasado, los diálogos narrados dan más impresión de realismo e inmediatez. En otras ocasiones él dialogo intensifica el dramatismo. “El estilo surge espontáneamente del fondo del ser y naturalmente, el mejor estilo es el que no se percibe” (Sender).
Por tanto su estilo es conciso, sencillo, natural, como su el propio del lenguaje periodístico.
Predominan los verbos y sustantivos sobre los adjetivos. Con frecuencia el verbo aparece al final de la frase. También aparecen fundidas sensaciones auditivas, táctiles, olfativas, visuales...
Abunda el léxico religioso y campesino. Son frecuentes los coloquialismos, las frases hechas, refranes..., aragonesismos y catalanismos. Aparecen algunos, pero pocos términos cultos.


Te presento esta novela ambientada en Salamanca que acabo de publicar, por si te animas a leerla.

SINOPSIS

El asesinato de un diputado en un museo de Madrid lleva a un inspector inexperto a Salamanca, circunscripción por la que es electo el difunto. Durante la estancia en la ciudad se adentrará en el mundo académico, político y social en busca de indicios que expliquen los motivos que han llevado al verdugo a cometer tal atrocidad. El proceso indagatorio conducirá al detective a plantearse alguno de los principios por los que ha de regirse en su oficio, después de entrevistarse con testigos poco habituales que no parecen entristecerse con la muerte del político y que no aportan datos significativos del caso.

El ambiente de la localidad universitaria de principios de los noventa del siglo pasado, extraño para el protagonista, más la resolución del caso, le dejarán la sensación de fracaso de su valía profesional y, sobre todo, del papel que le corresponde como agente al servicio de la justicia. 

Puedes conseguir la novela en papel (16 €) o formato ebook (4,49 €) en varias plataformas on line, tanto en España, como en otros países -la forma más rápida en cualquier país es a través de AMAZON:

-AMAZON (España)
-AMAZON (EEUU)
-GOOGLE PLAY (formato electrónico)
-EL CORTE INGLÉS
-CASA DEL LIBRO
-LIBRERÍA DE LA U (Colombia)
-PERÚEBOOKS (formato electrónico)
-CÚSPIDE (Argentina)
Etc.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Comentario de texto de la Rima LIII de Gustavo Adolfo Bécquer

Comentario de texto de la Rima XI de Bécquer

Rima IV de Gustavo Adolfo Bécquer.